El incremento de precios minoristas se desacelera respecto de 2016, aunque en los primeros cuatro meses de 2017 supera el 8% y sigue por encima de las metas del BCRA
La inflación del primer tercio del año siguió en un nivel alto. Aun cuando la comparación con el primer tramo del año pasado confirma la desaceleración de los precios, las estimaciones privadas prevén un alza en torno al 2% en abril, a un ritmo que complica el cumplimiento de las metas del BCRA.
Entre enero y abril del año pasado la tasa de inflación acumuló un 19,4%, según datos del IPC Congreso. En 2017 acumulará poco más de 8%, menos de la mitad, aunque una tasa elevada si se tiene en cuenta que el BCRA fijó un rango de precios entre 12 y 17 por ciento para todo el año. Además, en el acumulado del segundo semestre de 2016 la inflación sumó 8,8%, algo más que lo alcanzado en solo cuatro meses de este año.
Como lectura positiva, de confirmarse un incremento de precios de 2% en abril, el aumento anual acumulado se establecería por debajo del 30%, en un rango del 26,8 al 27 por ciento, el nivel más bajo desde que Mauricio Macri asumió el Gobierno. En esta desaceleración fue decisivo que en abril de 2016 se registró la mayor tasa de inflación mensual desde 2002: un 6,7%, según el IPC Congreso.
El próximo 10 de mayo el INDEC difundirá el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de abril de 2017, con el que ya se podrá calcular la inflación sumada de doce meses, para tener un primer cotejo interanual con los nuevos datos oficiales.
«El nivel de inflación, que se había desacelerado en los últimos meses del año pasado, se aceleró en febrero y marzo de 2017», indicó un estudio de CIFRA, el centro de estudios de la CTA. El IPC-GBA publicado por el INDEC mostró variaciones mensuales de 2,5% en febrero y 2,4% en marzo, las más elevadas desde octubre de 2016.
«La aceleración de la inflación no solo tuvo como factor explicativo el incremento de las tarifas de los servicios públicos y regulados (electricidad, combustibles, peajes) y algunos factores estacionales, como es el incremento de las cuotas de los colegios, sino también, a pesar del ancla cambiaria, el aumento de los alimentos», recalcó CIFRA. «Para alcanzar las metas de inflación anual debería reducirse la inflación a la zona del 1% mensual, lo cual resulta, por lo menos, dificultoso», consideró.
INFLACIÓN ALTA, PERO CON EXPECTATIVAS DE DESCENSO
«Supongamos que este año la inflación termine en torno al 20%, un poco por encima del objetivo del Central, para los privados podría estar en un 22 por ciento. Esto es muy bueno, porque se produce en dirección a un equilibrio de los precios relativos. Todo el mundo piensa que la inflación del año que viene va a ser menos. La expectativa es que vaya bajando», evaluó Diego Martino Gúzman, CEO de Megainver.
«El aumento de tarifas, de los bienes, de la energía, hace que la inflación de 2017 no sea igual que la de 2015, aunque coincidan en términos nominales. En 2015 estaba todo frenado, las tarifas congeladas desde 2001, un dólar a $10 que era ficticio, para dejarle al gobierno siguiente la ‘bomba’ de una devaluación y otras cosas», puntualizó Martino Guzmán.
En su último comunicado de política monetaria, el Banco Central reconoció que «las estimaciones y los indicadores de alta frecuencia de fuentes estatales y privadas monitoreados por el BCRA sugieren que la inflación continúa en el mes de abril en un nivel más alto que el compatible con el sendero buscado».
Un dato preocupante fue que la inflación en alimentos superó el promedio general de los precios e incidirá sobre los niveles de pobreza, que se estiman a partir de este indicador. El INDEC informó que tanto la Canasta Básica Alimentaria (CBA) como lo Canasta Básica Total (CBT) registraron en marzo un incremento del 3,05% respecto del mes anterior y que en el primer trimestre la CBT sufrió una variación de 7%, mientras que la CBA aumentó 6,22 por ciento.
En consonancia con esta percepción de una inflación que todavía amenaza el desempeño de la economía, la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel, apuntó que «en perspectiva se confirma el accionar del BCRA al endurecer la política monetaria a través de operaciones de mercado desde principios de marzo y un aumento de la tasa de política monetaria el 11 de abril». En ese sentido, la entidad monetaria enfatizó que «procurará manejar las condiciones de liquidez a los fines de asegurar que el proceso de desinflación se encauce a partir del mes de mayo, quedando listo para actuar nuevamente en caso de ser necesario».
En la misma línea, el director de Portfolio Personal, Augusto Posleman, destacó que «el Banco Central en su última licitación de LEBAC sorprendió al mercado con una suba de la tasa de interés superior a la esperada y la llevó del 22% al 24,25%».
Puntualizó que se trató de «una suba que tiene que ver con la inflación que refleja la entidad en sus encuestas», y remarcó que «a su vez esta política fortalece el peso». El Gobierno prevé para 2017 una inflación «techo» del 17%, mientras que la encuesta de mercado realizada por el Banco Central maneja una meta de un 21,3% en promedio.
El economista Carlos Belloni, del Instituto Argentino de Economía (IAE) de la Universidad Austral, sostuvo que «la política cambiaria continúa con su rol de ancla nominal en un contexto de marcada aceleración inflacionaria producto del impacto de los ajustes tarifarios y de la educación».
Claro que la estrategia de subir las tasas de interés tiene efectos en la economía real, más allá de contener la inflación. Un reporte de CIFRA, el centro de estudios de la CTA, expresó que «el sostenimiento del tipo de cambio nominal, en un contexto local altamente inflacionario, contribuyó a restarle competitividad a la producción local en un escenario externo adverso».
El atraso cambiario, por un valor del dólar que hoy es inferior al de comienzos de año, contribuye a moderar la inflación al volver más baratos los productos importados medidos en moneda local.
«Todos los inversores están desarmando sus posiciones en dólares para colocar ahorros en pesos», aseguró Augusto Posleman, quien precisó que «después de que el valor del dólar llegara a mínimos de $15,30, el BCRA tomó nota y anunció que va a realizar la compra de dólares para elevar las reservas del Banco y apuntalar la competitividad de los sectores exportadores, que hoy por hoy son los más perjudicados por esta política monetaria».