En lo que va del año, los depósitos que ajustan por inflación aumentaron un 140% mientras que los plazos fijos tradicionales, con tasas negativas, crecieron tan solo 22%
La inflación de abril de 4,1% trajo euforia a quienes vinieron comprando bonos y Letras que ajustan por el costo de vida y a los ahorristas que pusieron su dinero en los bancos en plazos fijos en UVA. De hecho, quienes depositen en los próximos 7 días comenzarán ganando una tasa de 4,1%. El tema es que el plazo mínimo para hacer un depósito UVA es de 90 días, con la posibilidad de precancelar después de los primeros 30. Pero si el ahorrista puede soportar la inmovilización de ese dinero ganará mucho más que con los plazos fijos tradicionales. Solo los pequeños y medianos ahorristas acceden a esta operatoria que no es del agrado de los bancos, porque no tienen a quien prestarle esos fondos. Por eso no toman sumas importantes de empresas quienes se cubren con bonos y letras CER en el mercado secundario.
Los depósitos UVA el lunes crecieron $ 1.967 millones (+1,46%) y en lo que va del año aumentaron $ 79.687 millones (+140%). Los plazos fijos tradicionales en los primeros 4 meses y medio del año crecieron tan solo 22%.
Los bonos indexados tuvieron avances generalizados. El que más subió fue el TX26 (+1,36%), seguido del TX22 (+0,98%). La apuesta a la inflación crece porque los números de abril confirmaron que está lejos de ceder. Tener un alza del costo de vida superior a 4% con las tarifas cuasi congeladas, implica que es imposible abatirla con controles como se vino haciendo hasta ahora.
De hecho, como se acentuó el anclaje del dólar, los importadores iniciaron demandas para poder pagar con dólar oficial sus compras al exterior. Hay más de 500 recursos de amparo por la inconstitucionalidad del cepo en estas operaciones que impide el libre comercio. Un dato a rescatar es que las primeras demandas tardan entre 3 y 4 meses en ser aprobadas. Pero una vez que lograron el amparo y la Justicia le ordena al Banco Central que les provea los dólares, las siguientes solicitudes salen de manera automática porque el amparo queda vigente y no hay que solicitar un nuevo recurso.
Las demandas van a ir creciendo porque el BCRA atrasa cada vez más al dólar y esto hace que los importadores adelanten importaciones para aprovechar el bajo precio de la divisa que ayer subió 3 centavos a $ 94,02 en el mercado mayorista. Como los exportadores liquidaron USD 242 millones, el Central compró USD 110 millones que hicieron que las reservas aumenten USD 95 millones a USD 40.951 millones.
Los dólares alternativos operaron con libertad. El Banco Central no intervino en la plaza. Por caso, el AL30C (cable), el bono que utiliza el Banco Central operó poco menos de USD 600.000 nominales, una cifra irrisoria comparada con los USD 24 millones de los últimos días de abril cuando la autoridad monetaria intervino con intensidad en el mercado cambiario.
El MEP, con operaciones por USD 27,5 millones subió 50 centavos a $ 153,71. En las mesas de dinero se operó $ 1 arriba a $ 158. El contado con liquidación negoció USD 52,6 millones y subió 31 centavos a $ 158,67 en la plaza oficial y $ 1,10 a $ 159,10 en las mesas. En el mercado de futuros subieron todas las posiciones. Agosto fue la que más aumentó (+0,28% a $ 106,77) porque es el mes en que menos divisas entran. Fin de año subió 0,13% a $ 119,95. En el mercado libre, el “blue” estuvo en calma y se mantuvo en $ 151 casi sin operaciones.
El aluvión de dólares de la soja, hizo que suban las apuestas a favor de los títulos indexados y a que se hagan arbitrajes entre distintos bonos en moneda local y extranjera.
A todo esto, una leve suba de los bonos con ley extranjera hizo que el riesgo país baje 11 unidades (-0,7%) a 1.595 puntos básicos.
Las criptomonedas que se derrumbaron a lo largo de la rueda, en el post cierre comenzaron a recuperar parte del terreno perdido. El bitcoin volvía a la franja de los USD 50 mil y el Dogecoin se acercaba a los USD 0,50 al subir más de 7%. Ethereum era la única criptomoneda en baja. Este mercado opera las 24 horas los 7 días de la semana.
Las Bolsas de Nueva York, en el mercado overnite que abre a las 19.30 hora argentina, estaban con leves alzas que no superaban 0,20%, mientras las Bolsas de Europa operaban con porcentajes negativos.
La Bolsa local negoció $ 957 millones y el S&P Merval, el índice de las líderes, subió nada menos que 3,14%. Los bancos fueron el motor de las alzas. Macro (+7,33%), Pampa Energía (+6,57%), BBVA (+6,28%) y Grupo Galicia (+4,37%), fueron lo más destacado de la rueda.
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- tuvieron un monto de negocios de $ 1.825 millones. Los certificados argentinos que más subieron fueron los de Pampa Energía (+6,13%), seguido de Banco Macro (+5,85%) y Grupo Financiero Galicia (+3,51%).
Para hoy se espera que siga la calma que pende de un hilo porque mientras el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía, Martín Guzmán, están en conversaciones por los vencimientos de capital de la deuda con el Club de París y el FMI, el Senado le dio media sanción al proyecto para que los más de USD 4.000 millones que van a ingresar del FMI no se apliquen al pago de esas deudas, lo que puede enviar a la Argentina a uno de los peores default: el de no pagar a organismos multilaterales.
Con la soja en precios elevados -aunque ayer perdió 3% y cotizó por debajo de los USD 600- que garantiza ingresos para atravesar el año sin problemas con los acreedores, una mala resolución sobre el destino de los dólares sería otra oportunidad desperdiciada para revalorizar los bonos argentinos que están en precio de default y dejan a la Argentina afuera del mundo de las inversiones.