Un informe de la consultora Elypsis estima que los precios minoristas aumentarán en torno al 4,5% en el segundo mes del año, por encima del 3,7% del IPC Nacional de enero. Las causas: el "arrastre" de la devaluación y las remarcaciones
El efecto de arrastre sobre los precios que causó la devaluación del peso en enero tendrá mayor impacto en el segundo mes del año, según se desprende de análisis privados, en base al comportamiento de los precios minoristas en la primera quincena de febrero.
"El mes aún guarda un 'test ácido' de la intenciones del Gobierno en relación a la nueva transparencia estadística: la inflación de febrero sería mayor que la de enero, en la medida en que refleje el arrastre de enero (que estimamos en 1,3%) y el traslado residual de la ola de remarcaciones precipitadas por la devaluación", refiere el informe, con datos relevados hasta el 21 de febrero pasado.
"Basado en la evolución de precios de las primeras tres semanas del mes, nuestro relevamiento de precios online indica que la inflación de febrero estaría por encima de 4% (más precisamente, alrededor de 4,5%), una cifra que sube la vara de la tolerancia oficial a reportar datos adversos y que pone todo el foco de atención en el dato de inflación en una instancia en la que el nuevo índice genera mucha expectativa y algo de escepticismo", explica Elypsis.
Los analistas económicos estiman que el sinceramiento de los indicadores oficiales de inflación es un dato favorable, luego de siete años de intervención del ente estadístico, aunque un factor de presión al hacerse público en un período en el que el incremento de los precios tiende a acelerarse.
"Un número en línea con las estimaciones privadas (o con el número reportado por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en caso de que se proceda a su reponderación para hacerlo comparable) sería una nueva sorpresa positiva en la medida en que consolidaría el cambio de rumbo; un número a mitad de camino representaría un importante retroceso", concluye Elypsis.
Qué sucederá con el dólar
Luego de la apreciación del dólar oficial impulsada por el Banco Central, que lo llevó del nivel de los $6,88 al umbral de los 8 pesos entre el 20 y el 23 de enero pasados, es de esperar que la continuidad del proceso inflacionario más pronunciado desde 2002también implique un ajuste en el tipo de cambio. "Otra de las incógnitas de febrero es la evolución futura del tipo de cambio. Una aproximación del tipo de cambio real multilateral basada en nuestros datos de inflación (…) muestra que de la depreciación real del 14,1% del peso asociada a la devaluación de enero ya recortamos 4,1%, por efecto de la inflación diferencial argentina y por la apreciación nominal del tipo de cambio por debajo de los 8 pesos por dólar de las últimas semanas", calculó la consultora.
En este aspecto, el Gobierno corre el riesgo de permitir un nuevo atraso cambiario en caso de sostener el actual valor del dólar oficial, tal como ocurrió en las últimas cuatro semanas. "Aquí también somos moderadamente optimistas: nuestro escenario contempla un tipo de cambio nominal que, sin necesariamente emular la previsibilidad de la tablita, suba a lo largo del año con la inflación diferencial (estimada para febrero-diciembre en 24%) de modo de no reeditar el atraso cambiario de los últimos años", completa Elypsis.