El objetivo del BCRA es que la inflación sea de entre 8% y 12% el año próximo. Sin embargo, para lograrlo en el último trimestre de 2017 debería estar en torno a 1% mensual
Se hace cuesta arriba lograr que en 2018 la inflación se ubique en 10%, con un margen hacia arriba de dos puntos y otros tantos hacia abajo. Que el IPC haya marcado 1,5% en octubre y que para noviembre y diciembre se espere que se ubique ajuste de tarifas mediante entre ese 1,5% y el 2%, elevan el piso con el que se inicia el año próximo.
El Banco Central fijó como meta para 2018 una inflación de 10%, con la posibilidad de extenderse y llegar al 12%, o que su política antiinflacionaria sea super exitosa y marque un dígito, en 8%. Sin embargo, para que eso ocurriera, en el último trimestre de 2017 el IPC debería rondar el 1% mensual, según esperaba el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, y que se diera sobre fines de este año.
El Indec difundió el martes que en octubre los precios crecieron 1,5% y que la inflación núcleo marcó un 1,3%. Si bien la «core» es menor que los meses anteriores, cuando fue de 1,6%, 1,7% y 1,8%, aún así, ya había tocado 1,3% en una oportunidad, baja que no se mantuvo.
«La clave es el último trimestre. El tema es que para enfrentar la meta de 2018 debería terminar con una inflación mensual lo más cercana al 1%, que es un número muy difícil de lograr», sostuvo Fausto Spotorno, de Orlando J. Ferreres y Asociados.
Y agregó que, si se fuera por encima de 1,5% sólo por tarifas, no sería tan grave, «pero octubre no dio, y noviembre y diciembre debería dar cerca también». Para 2018 estiman desde OJF una inflación anual de 17%, cinco puntos porcentuales por arriba de la cota superior de la meta del BCRA, de 12%.
Gabriel Caamaño Gómez, de Consultora Ledesma, indicó que lo que conviene mirar es la inflación núcleo. «Está mostrando bastante resistencia. El promedio del último trimestre debería dar en torno a 1%, y a eso hay que sumar impacto de las tarifas», señaló.
Un dato a tener en cuenta es que en 2018 el impacto de las tarifas vendrá dado por el transporte, cuya suba de este año fue pospuesta para el próximo. En ese sentido, el impacto de ese ajuste tarifario podría ser peor, por el peso de transporte en el IPC que, recordó Caamaño Ledesma, que es mayor al de los servicios de electricidad y gas combinados.
Transporte público de pasajeros, en el esquema original de ponderaciones (que se va adaptando mes a mes) es de 2,77%, mientras que la electricidad y el gas (combustible para la vivienda, según cómo se denomina el ítem) es de 0,35% y 0,91%, respectivamente.
Según se vio en el correr de este año, las expectativas de inflación de los analistas se fueron inflando, en vez de decrecer. Y este hecho parece que se repetirá en 2018: mientras que 90 días atrás se ubicaban, en promedio, en 15,2%, luego subieron a 15,4% hasta alcanzar ahora, con el último relevamiento, el 16,3%, según el relevamiento de FocusEconomics.
También de acuerdo con el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central, en octubre los economistas esperaban en promedio una suba de precios en 2018 de 16,1%, mientras que en septiembre eran un poco más optimistas y la ubicaban e 15,7%.
«Había cierta expectativa de que terminen en 20% este año, pero está cerrando muy cerca de 24%», reconoció Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina. «Perder un poco de confianza en las metas hace que el año cierre complejo», agregó.
Un punto adicional es que algunas paritarias incluyeron la cláusula gatillo que implica reajustar los salarios según cómo hayan evolucionado los precios. De esta manera, de haber una instancia adicional en los salarios de este año, que ajustarían en el inicio del próximo, ya 2018 arrancaría con un ajuste que se puede trasladar a precios.