Las consultoras privadas comenzaron a modificar al alza las estimaciones para el 2019 en medio de presiones del tipo de cambio y de las subas de las tarifas
El dato de la inflación de febrero que se conoció ayer no sorprendió a los economistas del sector privado que ya preveían una cifra similar. Pero si comenzó a replantear hacia adelante las estimaciones del costo de vida.
Sin una pauta clara de parte del Gobierno, las consultoras privadas retocaron sus expectativas para el 2019 y ya se está planteando un piso de 33% con algunos casos que llegan a 38%.
«Estimamos que marzo tendrá una inflación de 3% con lo cual estaríamos en 10% el primer trimestre», señaló Matías Carugati, economista en jefe de Management & Fit. La consultora prevé una inflación de 33% para todo el año, aunque Carugati hace la salvedad que se alcanzaría «presuponiendo que no hay problemas cambiarios».
Federico Furiase de la consultora EcoGo, dijo que proyectan «una inflación acumulada para el primer trimestre en torno a 10% por tarifas e inercia inflacionaria» y que la expectativa anual es de 35%. Hace un mes, la consultora lo había proyectado en 33%.
Para Gabriel Caamaño, de la Consultora Ledesma, el dato de inflación de febrero «está dentro de lo esperado, incluso algo por debajo», pero hizo la salvedad que la inflación core «dio alta más allá de las tarifas». Respecto al indicador de marzo, lo observa un poco más arriba que Furiase y Carugati y lo posiciona «en torno al 3,5% por ajuste de tarifas. A futuro hay mucha inercia en este primer trimestre, además, están las paritarias y la suba del dólar, que es importante por el valor y por la persistencia», agregó.
Los precios relativos seguirían presionando sobre el indicador. Por lo menos así lo entiende Irina Moroni de la Fundación Capital. «Febrero muestra que mientras continúan presentes las distorsiones en los precios relativos, la inflación no se desacelera, a pesar de la fuerte caída de la actividad económica (-4,9% i.a. IT-19e)». Mirando hacia adelante, Monori puntualizó en los efectos de segunda ronda de la devaluación y tarifas «sumado a los incrementos de regulados ya pautados: combustibles, transporte, electricidad y gas, y otros aumentos como cigarrillos, productos escolares y telefonía, le imprimen presión a los registros de marzo y abril ubicándose en torno al 3%». En este contexto, la consultora definió modificar la pauta y subir las estimaciones en más de un punto, «y la ubicamos cerca de 34%».
El más «pesimista» fue Rodrigo Álvarez de Analytica, consultora que había proyectado la inflación un nivel más arriba que el consenso de los analistas y ya en febrero había modificado de 33% a 36%. En este contexto, Álvarez señala que «vamos a estar más cerca del 38%».
Para el economista es preocupante «los componentes marzo y abril» que estiman serán de «3,9% y 3,8%. Mayo puede perforar el 3% y a partir de junio en torno al 2,5%. El período marzo-mayo acumulará 10,6%. En este contexto nos preocupa para los próximos meses la core y alimentos ya que todavía hay traslado de la devaluación».
Por último, Ramiro Castiñeira de Econométrica que señaló que la inflación este año «tiene un piso de 30%» y que falta «traslado a precios» señaló que hay un punto «no menor y es que sólo por pago de Leliq el BCRA incrementa la base monetaria en $ 30.000 millones por mes, lo que anualizado da $ 360.000 millones. El BCRA enquistó la inflación con las Leliq, no puede apagar la maquinita».