El stock de Lebac, Leliq y pases con los que el Banco Central (BCRA) regula la masa monetaria se desplomó la semana pasada de la mano de las ventas de reservas que intentaron capear la corrida contra el peso, originada precisamente por el desarme de Lebac de inversores extranjeros en medio de un clima internacional enrarecido que complicó en especial a la Argentina. El stock de esos papeles, deuda de la entidad monetaria, se redujo en $ 83.000 millones durante la semana pasada, como resultado de los desarmes de inversores extranjeros.
El stock de pases pasivos que los bancos colocan en el BCRA cayó de $ 22.397 millones a $ 7124 millones la semana pasada, el de Lebac se redujo en $ 10.727 millones en el mismo período y el de Leliq (letras similares a las Lebac, pero a 7 días de plazo y que sólo pueden ser operadas por entidades financieras) se desplomó en $ 50.110 millones.
Los fondos extranjeros que desarmaron sus tenencias de Lebac desde el miércoles, un día antes de que empezara a regir el impuesto a la renta financiera para no residentes, cambiaron sus letras por pesos en bancos locales. Para proveer a los inversores en retirada de pesos suficiente, los bancos tuvieron que desarmar sus tenencias de Leliq (de ahí que sea la especie que más retrocede) y pases pasivos.
Así, las Lebac cambiaron de manos, por lo que en un contexto de poca liquidez en el mercado podrían generar inyecciones de dinero en la próxima licitación mensual. La tasa de Lebac cerró la semana en el 31%, la de referencia en 30,25%) y los u$s 4300 millones que vendió el BCRA en el mercado cambiario la semana pasada sacaron del sistema $ 88.755 millones de pesos.
La reducción del pasivo del BCRA, el desarme de letras y pases, tuvo como contrapartida una caída del 8% en las reservas, que conforman el activo de la entidad. Las reservas terminaron la semana en u$s 56.617 millones, u$s 5012 millones por debajo de la semana previa.