La moneda brasileña se depreció 15% desde septiembre, pero el peso se devaluó 0,8%. Para recuperar competitividad, el tipo de cambio nominal debería estar en $ 10
El Banco Central (BCRA) dejó de lado al real como parámetro de referencia en la conducción de su política cambiaria, aunque la escalada de la moneda brasileña continúa presionando la competitividad del tipo de cambio oficial, congelado en $ 8,51. El real se depreció el viernes un 0,25% hasta las 2,598 unidades por dólar, acumulando una caída de 1,36% la semana pasada y de 5% en lo que va del mes.
El cuadro se torna más agudo al comparar la evolución de ambas monedas desde septiembre. Mientras que el real se depreció casi un 15% en los últimos dos meses, hasta alcanzar su nivel más bajo en nueve años, el peso se devaluó apenas 0,8%. Brasil es el socio comercial más importante de la Argentina, por lo que cualquier medida cambiaria dificulta la competitividad y el atraso cambiario.
"Cuando quisimos resistir para devaluar nunca nos fue bien. La política cambiaria está en otra sintonía, pero el real tiene que ser una referencia, siempre preocupó al Gobierno. Sin embargo, no veo una devaluación más fuerte por ahora, depende mucho lo que pase con los holdouts en enero", dijo Francisco Gismondi, analista de Empiria.
Según un informe de la consultora Delphos, la depreciación del 23% que ensayó el BCRA en enero permitió el ascenso del tipo de cambio real multilateral y con respecto a la moneda brasileña, implicó un incremento del diferencial de depreciación acumulada, en torno al 25%.
A partir de ese momento, el diferencial comenzó a caer por un mayor ritmo de depreciación del real respecto al peso. Cuando la moneda brasileña marcaba los 2,22 reales por dólar durante el Mundial de Fútbol, el diferencial de depreciación acumulada retrocedió hasta 13,5%, teniendo en cuenta que la devaluación anual del peso se estabilizó en 23% y el tipo de cambio en Brasil se aceleraba hasta 9,5%."Considerando que el real se mantenga en R$ 2,6, para retornar a un diferencial del 25%, el dólar en Argentina debería alcanzar los $10", apuntó Delphos.
"Si bien antes existía una correlación más alta entre las dos monedas, ahora el Gobierno está sentado en las reservas y tipo de cambio oficial como ancla nominal. Se la juega para llegar a enero y conseguir dólares. El costo que paga es el nivel de actividad y en ese equilibrio le interesa más contener precios", apuntó Fernando Baer, titular de la consultora Bconomics.
Lo cierto es que la inflación ya erosionó los efectos de la devaluación y presiona sobre el tipo de cambio real multilateral, que tardó nueve meses en perder la ganancia que había logrado en enero. De hecho, la competitividad cambiaria ya se encuentran en los mismos niveles que en septiembre del año pasado, en un contexto internacional poco favorable.