Los préstamos al sector productivo son los más afectados, mientras que caen menos las líneas que financian el consumo.
Mientras el Gobierno hace prolijamente la tarea para lograr ser admitido nuevamente en el mercado financiero internacional, puertas adentro no logra que el crédito al sector privado se mantenga a flote. En términos reales, los préstamos vienen cayendo 5,8% en lo que va del año y los analistas anticipan que cerrarán el 2014 con valores negativos, algo que no ocurría desde 2009.
A partir de la implementación del cepo cambiario en octubre de 2011, el crédito privado empezó a caer. Un año después, el Banco Central buscó recomponer el financiamiento con una resolución que obligó a los bancos a ofrecer líneas a la producción a tasas bajas. Esto permitió que esos préstamos repuntaran sobre el final de ese año. Pero a mediados de 2013, con la desaceleración de la economía, la demanda de crédito comenzó a caer. En ese escenario, la suba de las tasas de interés que el Central dispuso para acompañar a la devaluación encareció el financiamiento. A su vez, el repunte de la inflación redujo el poder adquisitivo y esto se tradujo en una merma del consumo.
Según abeceb.com, el monto total del crédito al sector privado subió 28% en abril en términos nominales, lo que representa una caída real superior al 5%. Para los créditos productivos, la baja fue de 10,6% y para el financiamiento al consumo, fue de 4,8%. Para la economista Soledad Pérez Duhalde, “el comportamiento del crédito no va a cambiar, está cayendo a una tasa anual del 3%, cuando antes crecía entre 8 y 9%. Podrá haber algún parate en la merma, pero no una reversión en la tendencia”.
La retracción de los créditos podría frenarse con la puesta en marcha del Fondear, el fideicomiso con el que el Gobierno buscará financiar proyectos en sectores estratégicos. El plan se anunció hace seis meses, pero aún no fue reglamentado. “A través de esta vía se promueve una línea de financiamiento a tasa fija en torno al 17% para las pymes y del 20% para las grandes empresas. Vemos que hay interés de parte de éstas últimas. Si bien en términos reales la tasa termina siendo negativa, hay pocas chances de que las pymes se muestren interesadas porque no ven oportunidades de inversión en el corto plazo”, señala Pérez Duhalde. “Hoy los bancos tienen obligación de prestar a tasa fija del 17,5% y no lo hacen por falta de demanda. Sólo hay operaciones de descuentos de cheques, donde los intereses son más altos”.
Para aminorar la baja del consumo, bancos, tarjetas y comercios tuvieron que reactivar las ventas en cuotas. “Tuvimos un cierre de 2013 con un consumo muy sólido. En cambio, en el primer trimestre, estuvo más moderado”, sostiene Gustavo Fazzio, gerente de Producto de Tarjeta Naranja. En abril, la compañía lanzó una agresiva campaña online: 25 cuotas en la compra de productos electrónicos a través del sitio Web. “El consumo subió 10% de un mes a otro”, cuenta Fazzio. Las cadenas de electrodomésticos tomaron una dirección similar y empezaron a ofrecer planes de 18 cuotas, una estrategia que en algunos casos dio resultados.
Según informaron desde San Justo Shopping, las tiendas Garbarino y Frávega aumentaron sus ventas por unidad en televisores entre un 75 y 158% con respecto a los meses de mayo y junio de 2013. En el caso de Frávega, en mayo pasado vendió 900 televisores, mientras que en el mismo período de 2013 la venta había sido de 572 unidades.
“Este tipo de consumo se sustenta en las cuotas”, dice Fazzio. Los planes de pago a largo plazo representan el 20% de la facturación de los comercios que trabajan con Tarjeta Naranja. Otro 50% del monto facturado corresponde al plan Zeta, en el que la compra se hace en un pago y posteriormente el cliente decide fraccionarla en cuotas en el resumen de la tarjeta. “Aun así, estamos por debajo del nivel de consumo del año pasado. La diferencia es que el ticket promedio de este año es más alto por el tipo de productos que se compran”, remarca Fazzio.
“Por el Mundial hay una alta concentración de las ventas de televisores en el primer semestre”, señala Fernando García, gerente de Negocios de NewSan, la firma que comercializa las marcas Noblex, Sanyo y Philco. Relata que este año las ventas de las fábricas hacia los cadenas fueron muy buenas, pero se frenaron las compras por parte del consumidor final. “La única forma de vender tecnología es en cuotas. Por eso la venta se levantó en el último mes”, dice. Sin embargo, no llegarán a cumplirse las expectativas de los fabricantes, que esperaban que este año se vendieran 3,2 millones de televisores, un 10% más que el año pasado.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/recesion-tasas-derrumban-credito-privado_0_1157284600.html