• El CIADI resolverá la demanda que presentó un grupo de acreedores con títulos argentinos en default.
Después del fallo que benefició a los fondos buitre, y que la semana pasada dejó a la Argentina en default por segunda vez en trece años, podría concretarse en poco tiempo una segunda sentencia judicial a favor de un grupo de italianos que reclama al Gobierno el pago de más de u$s 2.800 millones.
Se trata de la demanda que presentó el abogado Nicola Stock, hace ya ocho años, en defensa de 50.000 bonistas que fueron afectados por el default de 2001 y que rechazaron las ofertas de los canjes de 2005 y 2010.
Hace poco más de un mes y medio, este grupo de damnificados logró que le fuera asignada la jurisdicción en el Centro Internacional de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), un foro de arbitraje y conciliación del Banco Mundial que se encarga de resolver pleitos entre los países que lo integran, entre los cuales están la Argentina e Italia.
En el mercado consideran muy probable que la resolución y la ejecución de la demanda en contra del país se conozcan en pocos meses, porque el proceso en este tribunal es muy sencillo y no tiene apelación. Y que, incluso, si bien las sentencias de la Justicia estadounidense no sientan jurisprudencia sobre los fallos del CIADI, la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de no tomar el caso argentino y convalidar así la resolución de Griesa puede condicionar al tribunal y acelerar los tiempos de esta demanda.
La Argentina tiene más de 30 acciones pendientes en el CIADI presentadas por compañías que se vieron afectadas por la pesificación de sus contratos y la devaluación de 2002. A mitad de junio, una comitiva de funcionarios argentinos debió viajar a la ciudad de Washington para declarar.
El asesor legal de los bonistas europeos que ingresaron a los canjes de deuda, Tullio Zembo, considera que "no hay duda de que el tribunal del CIADI condenará a la Argentina porque el reclamo que hacen los propietarios de los títulos públicos en default es una cuestión muy básica del derecho que muy difícilmente se pueda rechazar". Y que "el éxito de un juicio en Nueva York sobre una gestión de este tipo es positivo para los demandantes, por lo cual se puede esperar que la sentencia sea positiva".
El abogado Nicola Stock se refirió a este caso por última vez en una columna que escribió para el diario Financial Times: "El fallo final se anunciará pronto", arriesgó. "Los bonistas italianos ya han demostrado en el Banco Mundial cómo la Argentina ha violado las leyes internacionales con un manejo inadmisible de su deuda soberana", completó.
El inminente arribo de esta sentencia confirma que, aun en el caso de que se pueda solucionar el problema pendiente con los fondos NML Elliott y Aurelius, la Argentina sentirá por muchos meses el lastre de la deuda pública que dejó sin pagar tras las ofertas de canjes que realizó en 2005 y 2010.
Al mismo tiempo, en el mercado hay algo de pesimismo sobre la concreción de un posible acuerdo entre los bancos extranjeros y los fondos buitre que permita a la Argentina solucionar el problema del incumplimiento con los holdouts y evitar el default. En el sistema financiero creen que la decisión del Gobierno ya está tomada y es, en rigor, no pagar un solo centavo por el litigio ni siquiera mediante una triangulación.
El representante de los bonistas europeos es todavía más escéptico: considera "imposible" que este acuerdo se concrete alguna vez. "Los fondos buitre piden el 100% de la deuda más los intereses y los punitorios. Ni un centavo menos. Y la Argentina ofrece alrededor de un 30% de lo que reclaman. ¿Qué banco privado estaría dispuesto a comprar la acreencia al 100% para después ofrecerla a la Argentina a sólo un poco más que el 30%? Los bancos no se mueven para hacer caridad. Y la Argentina no es un deudor fácil: ¿quién puede confiar en que la Argentina cumplirá después de esto?", se preguntó el abogado.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=752249