Analistas creen que la producción puede caer a 45 millones de toneladas, 18% menos que el año pasado. Para compensar la pérdida, el poroto debería subir por encima de u$s 450
El llamado mercado climático volvió a reinar en Chicago. Los feriados de Carnaval en esta parte del hemisferio sur no frenaron la preocupación de los operadores norteamericanos por los efectos que dejará la prolongada sequía que azota a las hectáreas cubiertas con soja en la Argentina. Y los pronósticos para las próximas dos semanas alimentan más esos temores: casi nulas chances de precipitaciones para los de por sí necesitados cultivos locales.
Es más, para los analistas extranjeros los recortes en la producción sojera local serán mayores a los previstos (50 millones de toneladas según el último reporte de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, 54 millones de toneladas de acuerdo al reporte del pasado jueves del Departamento de Agricultura norteamericano, USDA).
La especulación, por estas horas, es que Argentina lograría una producción de soja de entre 45 y 47 millones de toneladas. Eso implica una reducción de por lo menos 10 millones de toneladas, o 18% menos que la lograda en la campaña anterior (55 millones de toneladas según estimaciones del Ministerio de Agroindustria).
A valor FOB oficial, del viernes último, esa reducción en la producción representa una pérdida de u$s 3720 millones.
La falta de lluvias en gran parte de la zona agrícola argentina, a la que se sumaron algunos casos de heladas inusuales durante este fin de semana, pegó fuerte en el principal mercado de commodities agrícolas global.
En Chicago, la harina de soja (producto en el que Argentina representa el 49% de las exportaciones globales) se disparó casi 24 dólares entre lunes y martes, hasta u$s 406 la tonelada, un máximo para los últimos 18 meses de operación. El subproducto hilvanó así la sexta jornada en alza consecutiva por el problema climático argentino y arrastró al alza tanto al aceite como a la soja sin procesar.
El poroto, en los dos primeros días de la semana, saltó más de 10 dólares, o casi 3%, para terminar ayer en u$s 375,6 la tonelada para el contrato mayo18, que coincide con el ingreso al circuito comercial de la cosecha argentina. El salto posicionó a la soja en valores que no registraba desde principios de diciembre último.
Si bien algunos modelos climáticos dan cuenta de la posibilidad de precipitaciones en la Argentina las próximas dos semanas, analistas y operadores se muestran desconfiados. «Soy escéptico de que veamos algo (lluvia) importante», señaló un técnico de la firma WxRisk, según consignó el sitio especializado Fullcampo.com. Otros pronosticadores resaltan que en los próximos días volverá el calor y el faltante hídrico se profundizará en las regiones productivas locales.
«Las últimas lluvias, que eran tan esperadas y necesarias, estuvieron debajo de lo esperado. Para los próximos 10 días, se esperan lluvias por debajo de lo normal», señaló el corredor de granos Javier Mariscotti en base a distintos reportes que compendia y distribuye a diario.
A la situación local se añade que los primeros rindes en el estado brasileño de Paraná, uno de los más importantes, se ubican por debajo de lo normal por excesos hídricos, por lo que la merma en la producción argentina «no se compensaría con la de Brasil», apuntó el analista Javier Buján, presidente de Kimei Cereales.
Por su parte, el analista Rubén Ulloa resaltó que la soja rompió ayer en Chicago el promedio móvil de las últimas 200 semanas y todo parece encaminado a que se vuelvan a repetir cotizaciones en torno a u$s 440 la tonelada. Eso si las malas condiciones climáticas locales se mantienen y el recorte en la producción final de soja se confirma y queda en el volumen que estima en estos días en el mercado.
En un cálculo teórico, si la producción llega a ser de 45 millones de toneladas, recién con una soja por encima de u$s 450 la tonelada, y que se sostenga en el tiempo, se podrá compensar la caída productiva.
La última sequía fuerte que afectó a la producción argentina fue en la campaña 2011/12 cuando la producción final se ubicó en torno a 40 millones de toneladas, de acuerdo con los datos del portal estimaciones del Ministerio de Agroindustria. Para las entidades privadas, como la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en ese ciclo la producción fue de 37 millones.
En su último Panorama Agrícola Semanal (PAS), la entidad porteña redujo a 50 millones de toneladas su estimación de producción sojera (13% menos que la del ciclo previo), dado que el buena parte del área sembrada estaba «entre sequía y regular condición hídrica». Y remarcó que «no prevé una recuperación efectiva del actual déficit hídrico en el corto ni en mediano plazo».