En el mes, la oleaginosa se apreció 26 dólares por tonelada, solo superada por los 42 dólares de alza de febrero de 2008. El clima sigue sin dar alivio
Febrero se convirtió en el mes de la escalada de la soja, y derivados. La razón fue la sequía que impera en gran parte de la zona productiva argentina que, si bien falta tiempo para conocer fehacientemente la magnitud de daño total, recortó las estimaciones de producción para la cosecha gruesa.
La soja y el maíz son los más perjudicados por el clima caluroso y seco que se resiste a dejar el área agrícola y que, de acuerdo con distintos pronósticos, se mantendrá al menos hasta entrado el mes próximo.
Así la oleaginosa, que el 12 de enero habían marcado un mínimo en más de seis meses de operación, tuvo en febrero una remontada de 9% para el contrato mayo 18 sobre Rosario.
Esa posición, que corresponde al ingreso en el circuito comercial de la cosecha, cerró ayer en u$s 305 la tonelada, su mayor valor desde el inicio del contrato, en diciembre de 2016.
La suba mensual representa más de 26 dólares la tonelada, solo superada por los 42 dólares por tonelada que la oleaginosa había acumulado en el segundo mes de 2008, en la previa al conflicto por las retenciones móviles entre el gobierno kirchnerista y el campo.
«Estamos asistiendo al mejor febrero desde 2008, en términos de precios, para la posición mayo», enfatizó el especialista en mercados de granos, Iván Barbero.
Según los cálculos del economista, «la relación de precios para la soja mayo entre Matba y Chicago, ajustado por retenciones en cada momento, muestra que el mercado doméstico se encuentra en máximos estacionales de 5,4 por ciento por encima de los valores de Chicago (hasta el momento el mayor registro se había verificado en 2009 con una brecha de 2,6%)».
La mejora en las cotizaciones, se profundizó en los últimos 15 días y en términos macroeconómicos permite compensar buena parte de lo que se perderá de producción.
El alza en los valores, tanto internos como externos continuó ayer en la previa a los reportes de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) y de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), que pueden implicar nuevos recortes productivos dado que las lluvias de la última semana fueron dispersas e insuficientes para revertir los cuadros de sequía en gran parte de los lotes.
Hasta el momento, se espera una producción de soja entre 46,5 millones y 47 millones de toneladas, lo que implica una caída de casi 18% contra la campaña anterior. Pero desde ambas entidades advierte que la situación puede agravarse, a medida que pasen los días y las necesarias lluvias sigan sin registrarse.
Sobre Rosario, la oleaginosa disponible se ofertó a $ 6300 la tonelada. «Subió por segundo día consecutivo, logrando una gran cantidad de negocios en el recinto», expuso el reporte diario de la BCR. Además, comentó que esta semana «se perfila para ser la más abultada de las últimas tres en cuanto al volumen operado».
En tanto, en Chicago, el mercado se movió en positivo por el renovado impulso de la harina de soja, de la cual Argentina es el principal abastecedor global. El subproducto operó en Chicago casi toda la jornada con ganancias en torno a 11 dólares que recortó hacia el cierre a mejoras de 6 dólares por tonelada, hasta u$s 435, un nuevo máximo desde junio de 2016.
La soja sin procesar acompañó la tendencia y alcanzó un nuevo pico desde julio último: u$s 387,83 la tonelada para el futuro mayo.