La semana pasada trepó 6,3% y el productor salió a vender sus granos
La preocupación en el mercado externo por la ausencia de lluvias necesarias para la campaña actual de soja a la que se suma la mejora del tipo de cambio, provocó una suba semanal de 6,3% en la oleaginosa, que cerró el viernes en torno a $5.000 la tonelada. Con pronóstico de sequía para la región agrícola, se espera que el alza se extienda en los próximos días, lo que sumado a un dólar por encima de los 19 pesos alentará a los productores a liquidar sus granos. La semana pasada, en pleno el rally alcista, las ventas sumaron u$s260 millones.
Según el último informe trimestral del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), «actualmente se observan condiciones frías sobre el Pacífico Ecuatorial Central y la circulación atmosférica responde a dicho enfriamiento», en ese escenario «la probabilidad del establecimiento de La Niña es alta y alcanza al 82%» para los meses de enero, febrero y marzo.
Datos estos que también conocen los operadores de Chicago donde el precio de la soja lentamente empieza a subir acompañando de esta forma el temor por una caída en la producción 2017/2018 que ya se sabe estará por debajo de los 55 millones de toneladas que Agroindustria estimará en diciembre pasado.
Entre los privados hay una diferencia que oscila entre los 53 a 51 millones de toneladas. Para el director de Agripac, Pablo Adreani «de cumplirse la baja números estaremos frente a la menor cosecha de la última década. La cual con el paso de los días sin lluvias se va confirmando lentamente».
Para la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la escalada del precio de la soja local se debió por varios factores que devienen principalmente del sector procesador. Sucede que la disminución de las retenciones para los subproductos conduce a un mejor precio de exportación de los mismos mejorando el valor que se paga internamente. Pero a su vez, las fábricas se mantienen algo reticentes a vender subproductos, esperando mejores alzas.
Con el panorama actual, desde la corredora Pinelli y Asociados, su director Luciano Pinelli anticipo «que sin lluvias a la vista que puedan frenar la volatilidad que hay en el mercado a partir del clima, el valor de la soja seguirá subiendo ayudado por la escalada del dólar».
Lo cierto es que una luz amarilla se instaló en Buenos Aires. Así lo sostuvo la BCR al destacar que La Niña está jugándole una mala pasada siendo los suelos bonaerenses los más perjudicados. El epicentro de la falta de agua se encuentra entre Saladillo, 9 de Julio y Alberti. Allí, ha llovido sólo el 30% de lo que indican las medias, o sea unos 70 mm entre noviembre y diciembre, dijo.
Adreani agregó sobre datos de la Bolsa de Cereales que aún restan sembrar 2,5 millones de hectáreas de soja y 1,2 millones de hectáreas de maíz.
Esto traducido en números significa «algo más de 8 millones de toneladas del cereal que no llegaran a venderse al que se suman los 7,5 millones de toneladas de soja». Una producción que «de no llegar al mercado se traduce en ingresos que se perderán por u$s3.835 millones, el cual con cada día que no se siembra se va agrandando», afirmó
El director científico de la Guía Estratégica del Agro, José Luis Aiello destacó que si bien «durante la semana habrá actividad moderada de lluvias. No esperamos un cambio importante en la distribución que se presenta hoy».