Hoy en el Mercado de Chicago el precio internacional de los contratos con vencimiento en enero próximo subió un 2,3% y cerró a USD 500,58 la tonelada
La falta de precipitaciones en las principales zonas productoras de soja de Brasil y Paraguay, impulsaron hoy fuertemente los precios internacionales de la oleaginosa en el mercado de referencia de Chicago. Ya son 9 ruedas consecutivas operando en el terreno positivo. En lo que va del presente mes el valor subieron USD 49,33 lo que representa un incremento del 11%, según lo explicó a este medio la analista de FyO, Josefina Yolly,
Hoy los contratos con vencimiento en enero próximo subieron un 2,3% y la tonelada cotizó a USD 500,58. Por su parte, aquellos contratos con vencimiento en marzo de 2022, aumentaron en la misma proporción y cotizaron a USD 503,94 la tonelada. En relación al mercado local, en la Bolsa de Comercio de Rosario los ofrecimientos de los compradores se ubicaron por encima de los registrados el jueves próximo pasado, donde la soja disponible cotizó a USD 372 la tonelada, y para la entrega contractual y para la fijación de mercadería, los ofrecimientos arribaron a los US$ 372,28/t, resultando una suba de US$ 2,28/t entre ruedas.
Además, los precios externos del maíz cuyos contratos vencen en marzo de 2022, subieron USD 3,40 y cotizaron a USD 241,90 la tonelada, y alcanzaron un nuevo máximo en casi seis meses. Al igual que en el caso de la soja, impactó en los valores el clima en Sudamérica, con altas temperaturas y ausencia de precipitaciones en el sur de Brasil y a gran parte de las zonas productivas en nuestro país generan preocupaciones acerca del desarrollo de los cultivos.
Por otro lado, el trigo en Chicago cuya posición vence en marzo del año próximo cayó USD 3,30 y cotizó a USD 296,10 la tonelada. En esta jornada hubo un menor volumen operado de lo normal, y se sumaron las expectativas de una mayor demanda externa luego de que Irak realizara una oferta de compra en la semana previa, y que otros de los principales importadores se sumaran al mercado. Así lo señalaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario en su informe diario.
A lo largo del presente año los precios internacionales de la soja y los cereales se ubicaron muy cercanos a los valores máximos de 2013 y 2014. En el caso de la oleaginosa, alcanzó el precio más alto en agosto cuando superó la barrera de los USD 600 por tonelada. Y a partir de ese momento comenzaron a bajar, para encontrar su recuperación en la parte final del 2021.
El productor argentino lejos estuvo de percibir esos valores internacionales, por los efectos de las retenciones y el desdoblamiento cambiario. A todo esto hay que sumar el aumento de los costos, como agroquímicos y fertilizantes, y la preocupación que comienza a aumentar por la falta de precipitaciones en varias regiones productivas.
Exportaciones
El buen escenario de precios internacionales impactó positivamente en el 2021 en el ingreso de divisas por las exportaciones agroindustriales.
En el informe de balanza comercializa del INDEC, en noviembre pasado las exportaciones argentinas crecieron un 37 % interanual en noviembre pasado, donde se destacaron los envíos de manufacturas de origen agropecuario, alcanzado un récord con ventas por 2.458 millones de dólares.
Al respecto, se destacaron las exportaciones de aceite de soja, que aumentaron un 36,5% interanual e ingresos por 156 millones de dólares, y las de carne fresca, con un incremento de casi el 79% y divisas por 40,8 millones de dólares.
A todo esto, según estimaciones del economista Juan Manuel Garzón, de la Fundación Mediterránea-Ieral, las exportaciones agroindustriales alcanzarán en el presente año los USD 39.258 millones, récord absoluto de aporte de dólares del sector al país. Esta suma representa el 51% de los USD 76.500 millones que el país exportará en total, el nivel más alto hasta ahora registrado.
Estas cifras se dieron en un contexto productivo que no fue el mejor: el clima, en gran parte del año, no acompañó. El fenómeno climático de La Niña, que para esta parte del globo significa precipitaciones inferiores a las normales, golpeó con fuerza al trigo y a la soja, sobre todo los lotes sembrados en el norte y el centro del área agrícola.