Los productores aprovecharon el alza de precio local para desprenderse de la mercadería y también para fijar precio. En Chicago, también predominaron las alzas
La soja disponible en Rosario tocó ayer $ 4000 la tonelada y activó ventas por unas 350.000 toneladas así como permitió ponerle precio a un volumen similar que había sido negociado en los meses previos pero con valores a «fijar».
Si bien algunos operadores indicaron que el volumen de la cosecha que se le puso precio ayer rozó el millón de toneladas a nivel nacional, otras fuentes indicaron que entre las nuevas operaciones y las con precios a fijar cerradas ayer se ubicaron en torno a 700.000 toneladas. No obstante esas diferencias, el volumen negociado y con precio fijado es más que significativo en medio de una campaña que, a las complicaciones climáticas, encontró fuerte resistencia por parte de los productores para vender su soja en un contexto de fuerte retracción de los valores internacionales de la oleaginosa.
Esa situación se venía consolidando en los últimos 10 días de mayo, cuando en medio de un derrumbe del precio de la soja en Chicago, que llegó a bajar 10 dólares en una semana y tocar mínimos en 14 meses de operación, la cotización en el mercado argentino se mantenía en torno a $ 3800/3900 la tonelada.
Asi, con la mejora externa también como uno de los factores, la necesidad para garantizarse soja que tienen por estos días las fábricas procesadoras hizo que ofertaran por la soja por encima de la capacidad teórica de pago (Fas teórico), calculado ayer en $ 3872 la tonelada por el Ministerio de Agroindustria.
Con la oleaginosa disponible en u$s 250 la tonelada y la posición julio en u$s 251, los productores salieron a cerrar operaciones, comentaron operadores. Hacia mediados de mayo se había producido una situación similar: con las cotizaciones en torno a u$s 250 la tonelada y ventas activadas. Las ruedas posteriores en baja reflejaron que los productores no estaban dispuestos a convalidar precios por debajo de ese rango, aun cuando algunos analistas advertían que esa situación dejaba al poroto sin procesar fuera de competencia con el de Brasil e incluso de Estados Unidos.
En su informe diario, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) destacó que la rueda se desarrolló con «mucha actividad comercial, con subas en las ofertas de compra tanto por los cereales como por soja, lo que dio lugar a generosos volúmenes negociados».
Chicago también en alza
Más allá del contexto local particular, los futuros de la soja en Chicago cerraron a u$s 339 la tonelada, una mejora marginal respecto del cierre previo, tras haber operado durante la rueda con subas de hasta u$s 4 en medio de complicaciones climáticas que afectan los cultivos en Estados Unidos.
Los fondos especulativos, que están con posiciones sobrevendidas récord desde marzo de 2016, adquirieron contratos, en la previa a que el Departamento de Agricultura norteamericano (Usda) difunda su reporte mensual de oferta y demanda de granos y oleaginosas.
Las alzas en Chicago fueron lideradas por el trigo, por los problemas que está enfrentando el trigo de primavera (por inundaciones y clima más frío de lo habitual), y el maíz. La soja se acopló a la tendencia en un día en el que el real brasileño subió frente al dólar, lo que le devuelve competitividad a la oleaginosa estadounidense. A la vez, la consultora Safras y Mercados reveló que se comercializó recién el 58% de la cosecha brasileña de soja, contra el 76% alcanzado hace un año atrás.