La suba se moderó en el último tramo de la rueda en Chicago. La Bolsa de Cereales porteña y la de Rosario también recortaron sus previsiones de producción final
La soja volvió a subir ayer en Chicago y tocó un máximo para el último año de operación, al cotizar a u$s 380,2 la tonelada, un valor impensado hace pocas semanas en medio de la cosecha de la oleaginosa en América del sur. Las inundaciones en buena parte del área productiva argentina, y en Uruguay, el daño y las demoras en el procesamiento de los porotos y embarques que dejará fueron nuevamente el motor para la tercera escalada consecutiva, que se recortó hacia el fin de la rueda en Chicago. La soja terminó en u$s 374,3 la tonelada, 0,83% por encima del cierre previo.
El pico que tocó la soja en el exterior coincidió con la difusión de las primeras estimaciones oficiales en cuanto a las pérdidas que dejará más de 3 semanas de temporal, con lluvias y tormentas casi sin interrupción. Si bien en las dos últimas jornadas, el buen tiempo volvió a gran parte de las zonas afectadas, nuevas tormentas pronosticadas, abren una incógnita sobre cuándo se podrán retomar las labores de cosecha.
El Ministerio de Agroindustria confirmó ayer un recorte de 5,4%, o 3,3 millones de toneladas en la producción final estimada de soja, que ahora la calcula en 57,6 millones de toneladas. «De continuar las condiciones climáticas adversas, las pérdidas se irán incrementando», remarcó el reporte oficial.
Por su parte, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) redujo su previsión para la producción sojera en 6,6%, o 4 millones de toneladas, para ubicarla ahora en 56 millones de toneladas.
La entidad porteña expuso que la cosecha alcanzó a 16,4% de la superficie apta, un avance de apenas 1,2 puntos porcentuales contra la semana previa. Contra el año pasado, hay un retraso en la recolección de 29,6%. Según el relevamiento de la BCBA, las regiones más comprometidas son el centro-este de Entre Ríos; centro-norte de Santa Fe y núcleo norte, pero también sectores del núcleo sur y del centro-norte de Córdoba.
«En el núcleo sojero, los problemas en la calidad del grano en algunos casos son tan extremos que no justifican la recolección de los cuadros. Al desgrane de vainas y a la merma en el peso en los granos, habrá que sumarle las pérdidas de cosecha que registraremos una vez que las máquinas puedan ingresar a los lotes. En conjunto todas estas pérdidas, podrían dejar rendimientos entre 15% y 30% por debajo de los inicialmente previstos», puntualizó el informe.
A su turno, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) a través de su Guía Estratégica del Agro (GEA) estimó que las pérdidas por el temporal en la zona núcleo llegarán a 2 millones de toneladas.
«Se estima una caída de rinde de 5 quintales por hectárea en lo que resta levantar. El 40% de la soja de primera fue cosecha», comentó el trabajo del GEA. Antes del prolongado temporal, se estimaba un rinde medio en el área de 40 quintales por hectárea. Por lo que en términos de producción son 2 millones de toneladas menos de soja en la zona núcleo. El trabajo alertó, además, que «el daño en calidad es inmensurable, sin precedentes desde el inicio de la soja en la región».
Y completó que aún no están dadas las condiciones de piso y de caminos para que ingresen las cosechadoras y se confirmen las estimaciones. «El temporal descolocó a la región alejándola de los resultados records», resumió la BCR.