Los futuros en Chicago volvieron a caer ante ventas masivas de los fondos especulativos. A la supercosecha en Estados Unidos se sumó altas previsiones para la campaña en Brasil
La soja y el maíz marcaron ayer nuevos mínimos de operación en Chicago para los últimos cuatro años en medio de una renovada venta masiva de posiciones en los contratos futuros más cercanos por parte de fondos especulativos.
La posición noviembre –el contrato más activo– de la oleaginosa tocó u$s 372 la tonelada, para luego terminar la jornada en u$s 375 la misma cantidad, 1,2% por debajo del cierre previo. Desde la primera rueda de operación 2014, la oleaginosa –según contrato más cercano– resignó 20% de su valor. Y los analistas insisten que la tendencia bajista se puede consolidar en las próximas semanas ante la supercosecha que se espera en Estados Unidos, y arriesgan que no sostienen que no es descabellado pensar en una soja más cerca de u$s 330 en los próximos meses.
Si bien recién la semana próxima se conocerá el informe mensual de oferta y demanda del Departamento de Agricultura norteamericano (Usda), en el que se espera haya nueva estimación de la cosecha gruesa en EE.UU. con datos del inicio de la recolección, en las últimas horas se conocieron previsiones privadas que hablan de que se recolectarán unas 110 millones de toneladas de soja, 7 millones por encima de lo que consideraba factible el informe oficial de agosto último.
A eso se sumaron previsiones de que Brasil, que ya comenzó a sembrar soja en los principales estados productores, tendrá una cosecha 2014/15 de unas 98 millones de toneladas. Aunque todavía falta mucho (recién Brasil comienza a trillar la campaña gruesa hacia febrero), si el clima acompaña y las estimaciones se cumplen será una campaña récord, de más de 10 millones superior a la pasada.
En maíz sucede algo similar que con la soja: una supercosecha con stock bovinos (para alimentar con el cereal) en descenso y una capacidad instalada de procesamiento en Estados Unidos –para hacer biodiesel– al límite desde hace más de 5 años. Las estimaciones privadas hablan de una producción maicera en Estados Unidos de más de 370 millones de toneladas, 14 millones por arriba de lo que el Usda reportó en agosto pasado.
Ayer los futuros del maíz a diciembre tocaron u$s 138,4 la tonelada, el valor más bajo para el contrato más activo desde junio de 2010. Posteriormente, el maíz cerró en u$s 138,6, una caída de 3,2% contra el cierre previo. Desde principio de año, el cereal acumula una retracción de casi 22%.
Se estima que ayer, los fondos que actúan en Chicago se deshicieron de unos 5000 contratos de soja, 10.000 de maíz y 8000 de trigo.
El derrumbe en la principal plaza global de commodities agrícolas se sintió en los negocios locales, profundizando la parálisis que caracteriza el mercado local desde que el país ingresó en default y el dólar blue comenzó a subir.
La soja disponible en Rosario terminó a u$s 282 por tonelada, 1,22% menos que el cierre previo. Mayo 15 en el Matba, en tanto, terminó a u$s 253,7 la tonelada.
Esos precios bajos y el tipo de cambio que recibe el sojero –cotización oficial menos retenciones del 35%– y la brecha con el dólar blue hace que los productores que mantienen su cosecha en silobolsa se desprendan de apenas lo necesario para pagar obligaciones. Las dudas están puestas en la próxima campaña, que arrancará hacia mediados del mes próximo en la zona núcleo. Y está más que ligada a lo que los productores vayan a hacer con el maíz, que con el cepo exportable y los bajos precios no será una actividad rentable en gran parte de la zona históricamente dedicada al cereal, según denuncian las entidades de toda la cadena.