El INDEC informó un aumento de 1,6 punto porcentual respecto de los datos del cuarto trimestre de 2016. Leve suba de la tasa de actividad
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) difundió datos preocupantes sobre la evolución del empleo en Argentina: la tasa de desempleo subió a 9,2% en el primer trimestre de este año, con un alza de 1,6 punto porcentual respecto del cuarto trimestre de 2016 cuando había sido de 7,6 por ciento.
Este incremento obedeció a la destrucción de puestos de trabajo en el período y, en menor medida, a que más personas estuvieron dispuestas a buscar una ocupación rentada, lo que se observó en el aumento de dos décimas en la tasa de actividad, que se situó en 45,5%, desde los 45,3% del último trimestre del año pasado.
La tasa de actividad es el cociente entre la población económicamente activa (que trabaja o es desocupada pero busca empleo) y la población en edad de trabajar.
En cuanto a la tasa de desempleo «abierta» que informa el INDEC, es decir el porcentaje de la población desocupada con respecto a la fuerza de laboral total, del período enero-marzo no pueden hacerse comparaciones interanuales, debido a que desde la normalización del ente estadístico, con el nombramiento de Jorge Todesca, no hubo mediciones oficiales correspondientes al cuarto trimestre de 2015 y el primer trimestre de 2016.
Asimismo, el ente oficial aclaró que no se presentaron datos de trimestres anteriores «dado que, conforme a la emergencia estadística, el INDEC ha dispuesto que las series publicadas con posterioridad al primer trimestre de 2007 y hasta el cuarto trimestre de 2015, deben ser consideradas con reservas».
El organismo reconoció que la tasa de desocupación «presenta un incremento estadísticamente significativo», mientras las tasas de actividad y empleo no presentaron diferencias sustanciales respecto de 2016.
Un reporte de Ecolatina indicó que «estacionalmente la tasa suele ser más alta en el primer trimestre del año», aunque «la suba de la tasa de desempleo observada entre el cuarto trimestre de 2016 y el primer trimestre de 2017 es mayor a la observada en el pasado».
Asimismo, la tasa de subocupación (ocupados que trabajan menos de 35 horas semanales por causas involuntarias y están dispuestos a trabajar más horas) alcanzó 9,9%, con una caída de cuatro décimas frente al trimestre anterior. «En 31 aglomerados urbanos, hay 1,24 millones de trabajadores subocupados, donde dos de cada tres están buscando activamente trabajar más», apuntó Ecolatina.
El informe oficial reveló que el conurbano bonaerense registró la situación de empleo más crítica entre las regiones, con un desempleo a 11,8% y un incremento de más de dos puntos porcentuales en comparación al último trimestre de 2016 (9,4%). Mientras, los conglomerados Viedma-Carmen de Patagones (1,1%) y ciudad de Resistencia (1,4%) exhibieron prácticamente pleno empleo.
En el Gran Rosario la desocupación creció a 10,3%, con un aumento de 1,7 punto porcentual en el trimestre, mientras que en Mar del Plata se sostuvo en dos dígitos, aunque en descenso, desde los 10,6% de octubre-diciembre de 2016 a 10,4% en el lapso enero-marzo de 2017. En la ciudad de Córdoba se mantuvo debajo del 10%, aunque también exhibió un alza significativa, de 8% a 9,6 por ciento.
En síntesis, el INDEC detalló que en el total aglomerados de 500 mil y más habitantes se concentró el aumento de la desocupación entre el último trimestre de 2016 y el primero de 2017, del 8,1% al 10,1%, mientras que en las localidades de menos de 500 mil habitantes esta progresión fue menor, de de 4,8 a 5,2 por ciento.
En tanto, la tasa de empleo, que mide la proporción de personas empleadas respecto a la población en edad de trabajar, se ubicó en el 41,3% y descendió 0,6 punto porcentual respecto del 42,9% del último trimestre del año anterior.
Un informe del Instituto de Estudios Laborales y Sociales (IDELAS) de la UCES señaló que «en la Argentina poco más de la mitad de los trabajadores enfrenta algún grado de insatisfacción laboral», entre ellos quienes «no encuentran una ocupación rentada; los que sólo logran alguna respuesta en el segmento informal, que representa un tercio de los asalariados y algo más entre los cuentapropistas, y en menor medida, los subocupados porque están empleados menos de 35 horas semanales, pese a que desean hacerlo por más tiempo».
Este efecto desaliento, al que se suma una porción de la población de baja calificación laboral que no concurre formalmente al mercado de trabajo porque considera infructuosa la búsqueda de un empleo, se refleja en la baja tasa de participación de la población en el mercado laboral, «que rara vez ha superado el 47%, aunque si se limita al segmento etario de 14 a 65 años sube a 57%, desagregado en 46,3% para las mujeres y 68,9% para los varones», consideró el análisis de IDELAS.
«De ahí surgió que a unos 3,5 millones de autoexcluidos, por el denominado efecto desaliento, se suman 1,2 millones de desocupados, y otro tanto de subempleados, más 3,5 millones de ocupados en negro, suman más de 8 millones de personas» que no encuentran satisfactoria la oferta del mercado laboral.