Especialistas del mercado recomiendan invertir en el bono a 10 años. Será el título de referencia para el mercado argentino y además es el que tiene más volumen
Los nuevos bonos emitidos anteayer por la Argentina operaron con firmeza y desde su lanzamiento registran subas mayores al 2,5% en un clima plagado de optimismo entre los inversores extranjeros.
El potencial del país marca para estos bonos una tendencia positiva, que se verá sobre todo en el título a 10 años. Además de convertirse en el bono de referencia para el mercado argentino, podría comprimirse 100 puntos básicos a fin de año, según estimaciones del mercado.
Los bonos emitidos a tres y cinco años subieron hasta u$s 102,7 mientras que los títulos con vencimiento a 10 años alcanzaron u$s 102,6. Los activos de la serie a 30 años se vendieron a u$s 95,76 pero ya cotizan en u$s 102,7.
Según datos de Bloomberg, la suba de precios significó una caída en los rendimientos de entre 0,39 a 0,91 puntos porcentuales, una dinámica que seguirá durante todo el año. «Los rendimientos de los papeles argentinos deben tender a los de sus pares de la región», apuntó un informe de la consultora Econviews, que dirige Miguel Kiguel. En línea con esta tendencia, las estimaciones de los fondos Puente y Banctrust coinciden en que el bono a 10 años, que tiene un rendimiento cercano al 7%, podría alcanzar una tasa de 6% para fin de año.
«El bono a 10 años debería llegar al nivel que tradea Brasil, teniendo en cuenta que en 2017 se retomará el crecimiento en torno al 3% y con inflación bajando», dijo a El Cronista Hernán Yellati, responsable de investigación y estrategia en BancTrust, con sede en Miami.
Yellati recomienda el bono a 2026, el cual sostiene que será la referencia de mercado para Argentina, además de que es el título que se emitió con el mayor volumen.
«Entiendo que puede haber cierta volatilidad, pero aunque hayan ventas grandes de fondos que compraron para desprenderse de los títulos tras el default, también habrán compras grandes. Van a ser bonos muy líquidos porque los compradores son fondos de dinero dedicado, activos en el mercado. Son bonos que van a formar parte de los índices», dijo Yellati.
En contrapartida, la euforia por estos títulos podría afectar la liquidez relativa del stock de bonos emitidos con regulación local, ya que el interés de los inversores internacionales se va a concentrar en los nuevos papeles, consignaron desde Econviews.
En la misma línea, Alejo Costa, jefe de estrategia de Puente, cree que podría verse una relocalización de carteras, es decir, un flujo vendedor en los bonos ley local ? aunque todavía no sucedió ?de parte de los fondos que ya tienen la asignación de la emisión. «El Bonar 2024 y el Discount ley argentina se verían con precios más flojos que los actuales», dijo.
En este sentido, los activos argentinos denominados en ley extranjera comenzarán a reflejar las diferencias de rendimientos con sus pares regidos por ley local, como ocurría antes de entrar en default.
«Históricamente los bonos ley extranjera tuvieron tasas más bajas que los regidos por ley argentina y va a terminar pasando eso. Ya se está viendo. El bono a 2021 está en 7,10% mientras que el Bonar 2024 está 20 puntos básicos arriba. Creo que la diferencia puede estirarse entre los 30 y 50 puntos», dijo Martín Saud de Balanz Capital.
En cuanto al potencial de suba de los bonos, desde Econviews sostienen que el incremento de precios será mayor en los bonos de 10 y 30 años. Sin embargo, Costa aclaró que dada la compresión que tuvo el título a 30 años y el riesgo de duration, habría más valor entre los de cinco y 10 años.