Mientras que la tasa de Leliq ganó casi 20 puntos porcentuales en un mes, el promedio de plazos fijos minoristas rebotó apenas 2,2 puntos.
Los ahorristas minoristas no están pudiendo aprovechar el rebote de las tasas. La tasa de política monetaria, el rendimiento de las Letras de Liquidez a una semana (Leliq), ya rebotó casi 20 puntos porcentuales desde su piso anotado a mediados de febrero. Sin embargo, las tasas de los plazos fijos minoristas están reaccionando mucho más lento, ganan apenas 2,2 puntos porcentuales desde su mínimo.
La diferencia, explican en el sector, está en que las entidades no están buscando más fondos, lo que hace que no tengan que subir los rendimientos para captar dinero. Además, explican en el sector, la nueva forma de computar encajes achica el contagio de la tasa de Leliq a la del plazo fijo minorista. Por último, agregan, siempre hay una demora en el traslado de la suba de tasa de Leliq a la tasa que pagan los bancos para conseguir pesos.
Montaña rusa
La tasa de referencia de la política monetaria fue fijada ayer en 63,33% durante la licitación diaria de Leliq que lleva adelante el Banco Central (BCRA). Esa cifra implica un avance de 19,39 puntos porcentuales respecto del piso que supo tocar ese indicador el 14 de febrero pasado, cuando luego de una abrupta caída tocó 43,94%.
A ese piso había llegado luego de tocar techo el 8 de octubre del año pasado en 73,52%. Una montaña rusa que las tasas de plazos fijos replican, pero de una manera mucho más moderada.
En el mientras tanto, los plazos fijos a 30 días de menos de $ 100.000 –los que corresponden a ahorristas minoristas- tocaron techo bastante después del récord de las Leliq. Y un techo más bajo. El 1° de noviembre llegaron a 44,3% promedio del sistema según datos del BCRA. El piso llegó el 20 del mes pasado, en 32,6%.
Los plazos fijos mayoristas (TM20, de más de $ 20 millones, y Badlar, de más de $ 1 millón), tuvieron picos más altos. Los primeros llegaron a pagar 57,7% en octubre, mientras que los segundos 53,8%, ambos en octubre. Sus pisos, alcanzados el mes pasado, fueron de 35,9% y 35,2%, respectivamente.
Así, mientras que la tasa de Leliq que perciben los bancos ganó 20 puntos porcentuales en un mes, en el mismo período los rendimientos de los plazos fijos minoristas ganaron apenas 2,2 puntos porcentuales, los que perciben TM20 5,6 puntos porcentuales y los que ganan Badlar bancos privados 4,4 puntos porcentuales.
La diferencia no le gana muchos simpatizantes al sector bancario, pero las entidades tienen sus argumentos para explicarla.
“Para empezar no es lo mismo una tasa a 7 días como la de la Leliq que una tasa a 30 días como la de un plazo fijo”, dijo un oficial de un banco retail. “Nunca va a ser la misma tasa la que se pague, por esa diferencia de plazos”, agregaron.
Además, una respuesta habitual entre los bancos consultados por este diario es que el sistema está muy líquido. Los depósitos crecen 33,7% interanual, mientras que los créditos al sector privado avanzan apenas 8,7%.
“Con el crédito parado, el único destino para nuevos fondos es la Leliq”, dijeron.
La buena disponibilidad de liquidez hace que los bancos no tengan que salir a competir con sus tasas para captar nuevos depósitos, con lo cual el avance de las tasas que perciben los minoristas no tiene ningún apuro.
Nuevos encajes
Pero además, en el sector esgrimen un argumento más técnico por el que, advierten, el traslado a plazos fijos de la suba de tasas será menor esta vez a la que se vio entre octubre y diciembre.
Entre octubre y enero, los bancos podían integrar en Leliq el total del encaje que correspondiera al crecimiento de plazos fijos. Esto es, por cada nuevo plazo fijo que tomaban, podían destinar cada peso a Leliq.
A partir de febrero, solo se puede integrar una porción del encaje en instrumentos remunerados. Hoy, el encaje está fijado en el 35% de un depósito a 30 días. De esa porción, 17 puntos se encajan en el BCRA a tasa cero, 5 puntos se pueden integrar con bonos Bote 2020 (lo que implica un rendimiento del orden del 26%) y el resto, 13 puntos, se pueden integrar con Leliq, es decir al 66,33%. O sea, el 65% que no va a encaje y 13 puntos del encaje van a Leliq, el resto no.
“Lo que hace eso es que la tasa que finalmente percibe el banco por esos pesos que toma como depósitos sea menor al 66,33%, por eso ahora el pasaje de tasas no va a ser pleno”, dijeron en otra entidad.