Los contratos más negociados, para entregar en marzo, se pactaron al cierre a USD 393,07 en el mercado de Chicago, su valor más alto desde julio pasado. Argentina es el tercer productor mundial del cultivo
La incertidumbre sobre la producción agrícola argentina, aquejada por el avance de las aguas en importantes zonas de cultivo, impulsó a los precios internacionales de los granos.
Los contratos de la soja subieron este martes 2,4%, a USD 393,07 para las posiciones más negociadas en el mercado de Chicago, con entrega en marzo. El poroto ascendió así a su precio más alto desde los USD 396,20 por tonelada del 18 de julio del año pasado.
Durante la rueda de negocios llegó a pactarse a USD 395,14 por tonelada. Los precios más elevados se exhibieron en los contratos a julio de 2017, que coinciden con la mayor liquidación exportadora argentina durante la cosecha gruesa, a USD 398,03 por tonelada.
Argentina es el tercer productor y exportador mundial de porotos de soja, y el líder del mercado global de aceites y harinas derivadas de la oleaginosa.
La tónica alcista se mantuvo también para la harina y el aceite de soja, los principales productos de exportación de la Argentina, que culminaron la jornada respectivamente a USD 385,03 y USD 785,50 por tonelada para los contratos a marzo.
El incremento de los precios estuvo relacionado con la posibilidad de menores existencias para abastecer al mercado de alimentos, debido a que la Argentina es un proveedor global de peso en materia agrícola.
Con cuantioso daños en la zona núcleo de Santa Fe, estimaciones privadas indicaron que las inundaciones podrían generar una pérdida de casi cinco millones de toneladas de soja cosechada, que se traducen en unos USD 1.750 millones menos proyectados para la siguiente campaña.
En esta época del año –enero y febrero- se compromete el desarrollo de los cultivos, mientras que la zafra se produce a mediados de año.
El Ministerio de Agroindustria proyectó que la cosecha sojera, que entrará en el circuito comercial desde fines de marzo, dejará una producción de 56 millones de toneladas, contra los 58,8 millones producidos el año pasado.
«Localmente seguimos en la duda sobre cuanta soja tendremos, dudando por un lado del total de área sembrada, luego de lo que resultará inviable por las inundaciones, y finalmente el rinde, que con tanta humedad, podría resultar bueno», sintetizó Dante Romano, analista de Austral Agroperspectivas.
El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) mantuvo la semana pasada sus estimaciones de la cosecha de la oleaginosa argentina en 57 millones de toneladas. Además, el USDA mantuvo para la Argentina una proyección de 36,5 millones de toneladas.
Las previsiones del USDA se realizan sobre las principales regiones productoras del mundo e incluyeron cifras por debajo de lo esperado para EEUU, que también incidieron en el aumento de los precios internacionales. «El USDA mostró datos alcistas para la soja en su reporte de enero. Bajó área y rindes para EEUU, impactando esto en menores stocks finales que los esperados», subrayó Dante Romano.
Las lluvias de las últimas jornadas también perjudicaron a la producción de la cuenca tambera santafesina, que viene golpeada desde mediados de diciembre con una caída de 429,2 milímetros, el mayor registro de los últimos 55 años y casi cuatro veces más de lo que llovió en igual fecha del año pasado.
El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, convocó para el jueves a la Comisión de Emergencias para analizar el impacto del avance del agua en la campaña agrícola en las provincias de mayor producción.
El trigo, por su parte, se encareció un 1,6% en la plaza de Chicago, hasta los USD 159,10 por tonelada, y el maíz ascendió 1,8%, hasta los USD 143,70 por tonelada.