Poco duró el romance de los bancos con las Leliq, las letras a 7 días exclusivas para las entidades que el Banco Central creó para regular la liquidez del mercado. Desde su debut, el 11 de enero, el stock de estas letras fue aumentando hasta llegar a los $103.996 millones el 23 de enero -cuando el BCRA aplicó el segundo recorte de tasas del mes- y desde ese día comenzó a caer, hasta ubicarse el 2 de febrero en $64.112 millones.
Justamente esa decisión del organismo monetario es lo que llevó a los bancos a vender sus posiciones de Leliq -cuya tasa de interés está atada a la del corredor de pases- y volver a apostar por las Lebac, que en el mercado secundario seguían ofreciendo prácticamente los mismos rendimientos que tenían antes del recorte del Central. En concreto, la Leliq a 7 días pasó de rendir 27,25% a 26,50%, mientras que la tasa de le Lebac a 30 días se mantenía por encima del 27%, hasta finales de la semana pasada, que bajó al 26,8%.
«Mientras la Lebac siga ofreciendo más tasa que las Leliq es difícil que arranquen las nuevas letras. Además las Lebac ahora tienen un mercado secundario bastante líquido, y uno ya está acostumbrado a operar ahí», explicaban en la mesa de un banco local.
A contramano del stock de Leliq, la cartera de Lebac en los bancos, que se había reducido de $386.252 millones a $341.993 millones con el surgimiento de las nuevas letras, revirtió la caída el día siguiente al recorte del BCRA y comenzó a crecer hasta ubicarse el 2 de febrero último, en $396.071 millones. Así, siempre según los datos del Central, la tenencia de Lebac en los bancos creció 15% en apenas 7 días hábiles y volvió a nivel en que se encontraba en agosto del año pasado.
En todo enero, con las Lebac el BCRA logró esterilizar 96.260 millones de pesos, mientras que entre los pases y las Leliq apenas absorbió $19.542 millones del mercado.
El objetivo del Central al diseñar las Leliq fue tener un instrumento para regular la liquidez, como los pases, que no sea utilizado por inversores para hacer carry trade, como ocurre con las Lebac, y distorsione su uso. El hecho de que no paguen Ingresos Brutos como los pases fue la zanahoria que usó el Central para tentar a los bancos, que pese a eso se ven seducidos por el rendimiento de las Lebac.