La rueda del viernes será clave. Se aproxima el fin de mes y los futuros jugarán un papel central. Habrá que ver si se mantiene elevada la demanda de billetes
No todo el temor de los inversores vino de la proximidad de las PASO del 11 de agosto. El mundo contribuyó con lo suyo. Europa anunció que iba a mantener sin cambios su tasa de interés del euro en 0% por lo menos hasta 2020. En EEUU esta decisión no cayó bien porque no pueden permitir que el euro siga más débil que el dólar. Donald Trump quiere un dólar más bajo para evitar tener que imponer gravámenes a las importaciones.
En ese marco, que el índice de actividad económica en la Argentina haya crecido 2,6%, fue apenas una brisa que no alteró el humor de los inversores. En Wall Street sucedió lo mismo, los balances que entraron a los distintos recintos mostraron ganancias superiores a las esperadas, pero las bolsas cayeron porque vieron que la actividad económica el mundo está en declive, a pesar de que el precio del petróleo sigue en alza (+0,64%). El Brent ya cotiza a USD 63,64 por barril. El oro no fue refugio de los inversores porque comenzó a subir después del cierre y su alza fue ínfima, 0,08%.
Lo que fue clave fueron los bonos del Tesoro que moderaron su baja sobre el final y ayudó a que el riesgo país de la Argentina se modere. El peso, en cambio, no respondió a las medidas del Banco Central porque estaba siguiendo el rumbo de las demás monedas del mundo que -excepto el peso mejicano- sucumbieron ante el dólar.
El billete norteamericano se apreció 0,10% frente a las principales monedas del mundo. Subió 0,15% ante el real y 0,83% contra el peso chileno. Derroto a la lira turca, al dólar australiano, al rand sudafricano y a cuanto activo se le opuso.
Por eso no extrañó que, en el mercado mayorista, el dólar trepara 50 centavos a $43,40. Cerró apenas por debajo del máximo del día, pero quedo muy pedido para el viernes porque el único vendedor era el Banco Central licitando los USD 60 millones de dólares del Tesoro que los compradores se los llevaban en ladrillos de 20 millones cada uno. El resto de la oferta fue de una exportación que va menguando sin escalas.
Por el lado de la oferta de dólares se olfatea un panorama de soledad y por el de la compra, de abundancia. El monto de negocios fue de USD 784 millones con la activa presencia de compradores.
En bancos y casas de cambio, parte del público que vio vencer sus plazos fijos, se pasó a dólar y acá también subió 50 centavos a $44,56.
El riesgo país tuvo un fuerte impulso por la caída inicial de los Bonos del Tesoro de Estados Unidos, una tendencia que se suavizó sobre el final, al tiempo que mejoró la paridad de los bonos locales cuando se conoció que mejoró la actividad económica. El riesgo aumentó 1,23% a 820 puntos básicos, pero hay que tener en cuenta que el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos tras la caída subió a 2,07% y se torna atractivo para mudar capitales de países emergentes hacia el norte.
El Bonar 2024, cayó 1,03% y su paridad más baja hizo que su rendimiento subiera a 16%. El Bonar 2020, el título que vence el año que viene ahora tiene un rendimiento de 19% lo que muestra el temor de los inversores a un posible default.
El Banco Central trató de equilibrar el mercado, no solo pidiéndole a la banca oficial que venda divisas y apostando a futuros, sino que subió las tasas de las Letras de Liquidez (Leliq) para retener a los ahorristas. La acción quedó reflejada en que captó $217.699 millones por los que pagó una tasa de 59,23% anual que es 0,23 puntos superior a la del día anterior. A pesar de la mejor tasa, no pudo renovar todos los vencimientos porque hubo retiro de plazos fijos que liberaron $19 mil millones al mercado que el viernes harán presión sobre el precio del dólar. En tres días liberó $36 mil millones, con lo que se evaporaron los $30 mil millones que había sacado de circulación el lunes.
Las reservas, perdieron USD 352 millones a USD 67.963 millones porque al momento del cierre el dólar y el euro estaban en baja, además hubo que hacer pagos internacionales y sumarle los 60 millones que vendió por cuenta del Tesoro.
La Bolsa tuvo un día de subas moderadas. El S&P Merval, el índice de las líderes, finalizó con una suba de 0,25% con negocios por $ 611 millones. Los bancos fueron los más buscados. Macro aumentó 1,37% y Galicia, 1,06%. También tuvo una destacada suba Transener de 1,75%.
En Nueva York los ADR’s argentinos -certificado de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street en dólares- vivieron la misma experiencia que las Bolsas de Estados Unidos y el panel se pobló de bajas. Solo cuatro certificados subieron. Lo mejor fue Despegar (+1,39%) e IRSA Propiedades Comerciales (+1,13%). Entre las caídas más fuertes estuvieron Central Puerto (-3,12%) y Corporación América (-3,10%). Vista, la petrolera de Miguel Galuccio, el ex CEO de YPF, anunció que su ADR comenzará a cotizar en el NYSE mañana.
La rueda del viernes será clave. Se aproxima el fin de mes y los futuros jugarán un papel central. Habrá que ver si se mantiene elevada la demanda de billetes.
No hay que olvidar que muchos de los inversores que estaban «vendidos» a fin de mes, se transformaron en compradores para no dejar abierta sus posiciones y tomar la ganancia por la diferencia de precio. Este movimiento hará más dura la tarea de vendedor de fin de mes del Banco Central. Son pocos los que creen que el dólar retrocederá, salvo algún imponderable en el mundo.