Mañana el Consejo de Política Monetaria del Banco Central (BCRA) dará a conocer su primera decisión de tasa de abril. La publicación parece ser la más esperada desde que a principios de año la autoridad monetaria cambió de tasa de referencia desde la Lebac más corta al centro del corredor de pases a 7 días, ya que la entidad conducida por Federico Sturzenegger se embarcó en una agresiva política de esterilización de pesos durante el mes pasado, con una suba importante de la tasa de letras en el mercado secundario. Informes de economistas publicados el fin de semana se focalizaron sobre esto y advirtieron que, a su entender, insistir con el torniquete monetario puede poner en riesgo el resultado electoral del Gobierno.
La consultora que dirige Miguel Bein centró sus advertencias ayer en que la pretensión de usar la tasa para frenar la inflación de demanda que generaría el salario real tendrá un impacto en la actividad.
«Si bien hacia el mediano plazo, los esfuerzos en bajar la inflación y el déficit fiscal brindarán las condiciones para crecer de una forma más sostenida en el tiempo, en el corto plazo, las tensiones entre inflación y crecimiento existen (sobre todo cuando el financiamiento externo ancla la demanda de pesos y ayuda a manejar este trade off)», señaló ayer el informe mensual del Estudio Bein.
«Si la meta original en vez de 12 a 17% viniendo de una inflación del 40% en 2016 hubiera sido del 17% más tarifas, probablemente el año concluiría con más crecimiento y una inflación no mucho más alta.»
«Para desacelerar las subas de precios al ritmo del 1% mensual necesario para acertar la meta inflacionaria, haría falta una suba ulterior significativa de la tasa de interés (quizás, hasta el umbral del 30%).
Pero un endurecimiento semejante de la política monetaria abortaría abruptamente la incipiente reactivación», coincidió Federico Muñoz en su informe semanal distribuido el sábado. «creemos que, en aras de la continuidad de la incipiente reactivación, Sturzenegger debiera resignarse a no cumplir la meta de inflación anual, aún a costa de algún daño en su reputación y credibilidad», agregó.