La entidad que conduce Federico Sturzenegger aclaró está semana qué medidas tomará y cómo se moverá en las próximas ruedas. La inflación aparece como trasfondo mientras puertas adentro repiten: “Hay que morir con las botas puestas”.
El mercado cambiario y financiero está convulsionado desde hace veinte días y, en las puertas de una nueva semana, los analistas se preparan para nuevas jornadas movidas en las que el precio del dólar seguirá siendo protagonista. En este escenario, el Banco Central, junto con el Ministerio de Hacienda, ocupa un rol preponderante en sostener el rumbo de la política cambiaria. Y esta semana aclaró que dará pelea con todas sus armas.
Tasas e intervenciones fueron hasta ahora los recursos empleados para intentar aplacar el precio el billete que marcó nuevo máximos nominales históricos. La entidad que conduce Federico Sturzenegger aclaró esta semana que medidas tomará y cómo se moverá en las próximas ruedas.
Régimen monetario
“El BCRA reafirma su régimen monetario basado en el uso de la tasa de interés como instrumento, dentro de un esquema de tipo de cambio flotante que permite absorber shocks (especialmente de origen externo), con intervenciones excepcionales en el mercado de cambios cuando juzgue que existen dinámicas disruptivas que puedan alterar el curso de la desinflación”, explicó el Central en su último comunicado de política monetaria.
El BCRA incrementó la tasa de política monetaria en 1275 puntos básicos hasta llevarla al 40% el 4 de mayo, con el fin de preservar el proceso de desinflación. El temor dentro del Gobierno –y lo que más le preocupa al electoradoes el impacto que pueda tener el precio del billete en la inflación. Dentro del Central reconocen que en un principio creyeron que la suba del dólar era algo circunstancial y que cuando observaron que no lo era decidieron ponerse más agresivos y aumentar la tasa de referencia.
“Con el correr de los días, y en la convicción de que los movimientos observados reflejaban un shock más profundo sobre los mercados emergentes y no un episodio aislado de volatilidad en los mercados financieros, el BCRA fue reduciendo la magnitud de sus intervenciones y permitiendo un deslizamiento mayor del tipo de cambio”, reconoció el Central.
Qué pasa después
“En la medida en que la inestabilidad de los mercados se modere, el Banco Central normalizará su esquema operacional, volviendo a un corredor de pases más angosto que permita transmitir de manera automática la tasa de política al resto de las tasas de interés”, explican desde la autoridad monetaria.
En el mercado creen que mantener las tasas en niveles cercanos al 40% no es sostenible durante un largo plazo de tiempo. Es precisamente lo que preocupa a una parte del ala económica y por ello esperan que el panorama se aclare para volver paulatinamente a tasas más bajas.
Mientras, los inversores y ahorristas vuelven a mirar el carry trade con atractivo. Los analistas entienden que tomar dólares puede ser una opción para ahorristas conservadores, pero es menos atractivo que las tasas que ofrece el mercado.
Inflación blanqueada
Antes de que se desatara este período de volatilidad en el mercado cambiario, la tasa de referencia se encontraba por debajo del 30%. La explicación sobre la suba hasta el 40% es que la inflación está por encima de lo proyectado en lo que va de 2018; por eso, aunque la tensión disminuya, las tasas cercanas al 27% no aparecen como probables en el corto plazo.
“Respecto al nivel de la tasa de referencia, el Banco Central considera que, al ubicarse la inflación por encima de lo proyectado en lo que va de 2018 y al enfrentarse un escenario de mayor inestabilidad de los mercados emergentes, se requiere para el futuro próximo un nivel de tasas reales de interés significativamente superior al observado antes de los últimos cambios”, aclaró el comunicado de política monetaria del pasado martes 8 de mayo.
El último Relevamiento de Expectativas de Mercado mostró para 2018 un aumento de 20,3% a 22% en la inflación general y de 18,1% a 19,8% en la inflación núcleo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que está encuesta sobre el mercado se realizó antes de que se desatara la volatilidad en el mercado cambiario.
Por estas horas, en algunas mesas de operaciones se hacen eco del dicho popular: “Hay que morir con las botas puestas”. El Central está semana se mostró dispuesto a usar todas sus armas. Lo que ocurra en los próximos días determinará el futuro de la política cambiaria.