Las terminales tienen u$s 160 millones por mes para importar, más otros 70 para producir modelos en el país. Piden, al menos, otros 100 millones, pero no les ampliarán el cupo
El Ministerio de Economía ya distribuyó el total de las divisas destinadas a ampliar los cupos para importadores entre distintos sectores demandantes de dólares y excluyó a las automotrices del reparto. Las terminales demandaban entre u$s 100 y u$s 140 millones mensuales más para poder llegar a producir 600.000 autos este año.
De acuerdo con fuentes oficiales, el Palacio de Hacienda y el Banco Central acordaron ampliar el cupo de dólares para «impulsar el crecimiento», pero con un tope para no afectar el nivel de reservas. Axel Kicillof y Alejandro Vanoli definieron ese stock de dólares disponibles para el trimestre y el ministro decidió repartirlo entre las ensambladoras de Tierra del Fuego, el sector petroquímico y otros demandantes de billetes. Las automotrices quedaron fuera.
Así, el 26 de junio el Gobierno anunció la ampliación del cupo a las fábricas fueguinas de u$s 233 a u$s 300 millones mensuales. Otros sectores menos demandantes de divisas también recibieron un incremento en su disponibilidad del orden del 30%.
El sector automotriz tiene u$s 160 millones mensuales para importar. Semanas atrás, las terminales comenzaron a instalar la necesidad de ampliar ese cupo, en momentos en que la producción y las ventas locales parecen haber tocado fondo tras meses de caída. «Si no nos liberan más dólares, vamos a tener un mercado de menos de 600.000 unidades», aseguró hace unos días la presidenta de la Asociación de Fabricantes Automotores (Adefa), Isela Costantini.
«Nos venden u$s 160 millones por mes, pero necesitamos u$s 260 millones. No alcanza», agregó la también CEO de General Motors para Argentina, Paraguay y Uruguay.
En rigor, las terminales reciben u$s 230 millones: son u$s 160 para importar autos y autopartes y otros u$s 70 millones destinados a producir nuevos modelos. El resto de las divisas que necesitan deben conseguirlas por su cuenta.
También deben saldar deudas con sus casas matrices. En los primeros meses del año, el consolidado disminuyó. El grupo de 11 marcas que fabrican en el país tienen una deuda acumulada de alrededor de los u$s 2000 millones, indicaron fuentes sectoriales.
Costantini apuesta a lograr vender este año 600.000 unidades, pero otras voces del sector piensan que no se superarán las 580.000. Adefa se había propuesto vender 680.000 autos a comienzos de año.
Las autoridades de las 11 marcas que fabrican en el país -Honda, Renault, Ford, GM, PSA Peugeot-Citroen, Fiat Chrysler, Iveco, Mercedes Benz, Scania, Toyota y Volkswagen- mantienen reuniones en Economía, principalmente con el secretario de Comercio, Augusto Costa. Llevan los datos que habitualmente pide el Ministerio (producción, exportación e importación) y tratan de persuadir a los funcionarios para que les liberen más dólares.
«Existe la esperanza que los u$s 160 millones sean el piso y que nos den algo más. La caída de Brasil se está haciendo notar y no hay más que mirar los datos de exportación», explicó una fuente del sector automotriz. Las ventas al país vecino cayeron 30% interanual y representan el 80% de las exportaciones. Esa caída hace que en el sector tengan problemas para hacerse de dólares propios.
«El cupo ya fue otorgado. Puede haber más, pero habría que generar un mayor ingreso de divisas. Además, las automotrices vienen muy duras a negociar», indicó una fuente oficial.
Alivio
La semana pasada, el Gobierno alivió el impuesto a los autos de media y alta gama al elevar 15% la base imponible del 0 KM. Además, estableció alícuotas diferenciadas para autos nacionales e importados, algo que podría traerle problemas con Brasil y México, con quienes se firmaron acuerdos recientemente, y demandas ante la Organización Mundial de Comercio (OMC). Con el nuevo esquema, la primera escala establece que los 0 KM con un precio a público entre $ 330.000 y $ 455.000, pagan un 10% si son nacionales y un 30% si son importados.