Por Salvador Di Stéfano
Mientras en el mercado se muestran pronósticos binarios, algunos apocalípticos, y otros extremadamente cándidos, nosotros nos inclinamos por pensar que el gobierno tiene una gran posibilidad
En el año 2024, Argentina está consolidando una baja de la deuda y un superávit fiscal, un gran momento para invertir en bonos soberanos, ya sean en dólares o en pesos. La deuda consolidada del sector público, más la deuda del Banco Central, se puede mirar desde varios lugares, a saber:
. – Si miramos la deuda de la Tesorería desde diciembre del año 2023 hasta julio del año 2024, podemos decir que tenemos un stock de deuda de U$S 449.617 millones, que aumentó en U$S 81.392 millones. Por supuesto, no estaríamos incorporando en el análisis la deuda del Banco Central y buscaríamos una mirada negativa.
. – Si miramos la deuda de la tesorería y la comparamos con el mes de noviembre de 2023, ya que en los primeros 20 días de gobierno el presidente Javier Milei llevó adelante una devaluación que licuó la deuda en pesos y la bajó significativamente, tendríamos un titular que diría que la deuda subió en U$S 26.570 millones.
. – Si realizáramos un análisis más realista, consolidando la deuda del BCRA y la Tesorería, diríamos que el stock de deuda al mes de julio del año 2024 suma U$S 459.596 millones. Si la comparamos con base diciembre 2023, diríamos que la deuda al día de hoy suma U$S 55.868 millones.
. – Si la deuda consolidad del BCRA y la Tesorería la comparamos con el mes de noviembre del año 2023, estamos en condiciones de afirmar que la deuda bajó en U$S 28.419 millones. En este caso, te acusarían de oficialista.
Cada relator de la economía se va a parar en algún lugar distinto; sin embargo, desde nuestro punto de vista, hay que tomar la deuda consolidada de la Tesorería y el BCRA, comparándola con el mes de noviembre del año 2023, con lo cual la deuda en el gobierno de Javier Milei bajó.
Hay que destacar que, del total del stock de deuda al 31 de julio, 15,8% es deuda en pesos, que podría licuarse con una devaluación. La deuda en pesos ajustada por inflación representa el 26,8% del total. La deuda en dólares representa el 57,4% restante. De esto se desprende que una devaluación afectaría de manera directa o indirecta al 84,2% de la deuda.
Bajo estos análisis, se desprende que al gobierno no le conviene devaluar si desea honrar la deuda y generar una sustentabilidad intertemporal de su programa económico. Hay que destacar que, con un escaso crédito externo, casi nulo, el gobierno está pagando la deuda, y por eso vemos una sustancial baja en la deuda nominada en dólares.
Según nuestros registros, comparando la deuda entre julio y noviembre, este es el cuadro que seguimos.
En este cuadro se visualiza claramente la baja de deuda del Banco Central, que fue transferida a la Tesorería; un descenso de la deuda en dólares y un aumento de la deuda en pesos, especialmente en la deuda ajustada por CER.
Lo que viene para la economía
Los 5 puntos a seguir en los próximos 60 días para ver la evolución de la economía son los siguientes:
1) El resultado del blanqueo, esto le traerá al Banco Central un stock de dólares importantes, incremento en la recaudación tributaria por el efecto multa y, hacia adelante, una mayor base imponible para los ingresos fiscales. Se estima que se van a declarar U$S 30.000 millones, veremos.
2) El resultado de la moratoria impositiva, muy generosa, que culmina en setiembre del año 2024 y que se paga en solo 3 cuotas, esto generaría un flujo de fondos que le permitiría a la Tesorería un mayor superávit fiscal y, consecuentemente, más compra de dólares que engrosarían las reservas.
3) El resultado de los que adhieran al beneficio de pagar en forma anticipada 5 años de Bienes personales, se estimada una gran adhesión por los beneficios futuros.
4) Los resultados de la privatización total de Enarsa e Intercargo, como la venta parcial de AySA, Yacimientos Carboníferos Río Turbio Y Núcleo Eléctrica Argentina. Belgrano Cargas y Logística, Sociedad Operador Ferroviaria y Corredores Viales son empresas sujetas a privatización o concesión.
5) La puesta en marcha del RIGI (Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones), en este caso no hay mediciones, pero las inversiones mínimas son U$S 200 millones.
Si tenemos buenos resultados y, de estos cinco puntos, el Estado logra fortalecer el superávit fiscal, robustecer las reservas y generar más inversión en la economía, tendríamos una mejora en los flujos de fondos que permitirán repagar la deuda con menos inconvenientes. Esto debería dar espacio a una baja del riesgo país y una subida importante de la deuda soberana en dólares y en pesos ajustada por inflación, que es nuestra preferida.
Mientras en el mercado se muestran pronósticos binarios, algunos apocalípticos, y otros extremadamente cándidos, nosotros nos inclinamos por pensar que el gobierno tiene una gran posibilidad de lograr una gran recaudación tributaria y entrar mejor parado al año 2025. Esto no implica que se eliminen las dificultades para salir del cepo o lograr un acuerdo con el FMI en lo que resta del año, tareas que quedarán pendientes para llevar adelante en el transcurso del año 2025. El riesgo país perforó el nivel de los 1.500 puntos, es muy probable que, si de estos 5 puntos se logran buenos resultados, el riesgo país baje a niveles de 1.200 puntos, como ya estuvo en el pasado reciente, o supere a la baja dicha marca. Los bonos argentinos, tanto en dólares o en pesos, son una gran oportunidad para ganar dinero en esta coyuntura.