El mercado le sigue creyendo al plan económico de Javier Milei y seis de ocho variables mejoraron el mes pasado. Sin embargo, las bolsas globales aumentaron su volatilidad
Las condiciones financieras de la Argentina mejoraron en agosto, pero el mundo jugó una mala pasada. Según el Índice de Condiciones Financieras (ICF) elaborado por la consultora Econviews junto con el IAEF, marcó una suba de 10 puntos y ya es el quinto mes en «zona de confort», algo que no pasaba desde las PASO de 2019. Después de dos meses complejos, el mercado recuperó la confianza al plan del Gobierno.
De esta manera, el S&P Merval ganó 4%, el riesgo país dejó de subir y la inflación núcleo se acomodó entre el 3% y el 4%. La brecha cambiaria, por su parte, se achicó del 45% al 37%, aunque con intervención del Banco Central.
«No hubo cambios en los fundamentals ni los que ilusionan al mercado – superávit fiscal y bajo nivel de deuda- ni los que preocupan – atraso cambiario-. La mayor diferencia con junio y julio es que el BCRA volvió a ser comprador neto de dólares en el mercado oficial, aunque 537 millones no es suficiente para despejar las dudas sobre la salida del cepo o el pago de los vencimientos en dólares más allá de 2025″, explicaron.
Viento de frente externo
Las condiciones externas cayeron 18 puntos en agosto, de 32 a 15, aunque sin salir de zona de confort. Fue la peor caída mensual desde la invasión de Ucrania. Agosto abrió con el “lunes negro” en el que la bolsa japonesa cayó 11%, arrastrando a los índices S&P500 y Nasdaq que se hundieron 3% en un día. A lo largo del mes recuperaron las pérdidas, pero el episodio dejó su marca en las variables que miden volatilidad de las acciones, que se deterioraron fuertemente en agosto.
Preocupación por el mercado laboral en EEUU. Detrás del deterioro de los indicadores internacionales está el temor a una recesión. En el simposio anual de la Reserva Federal, el presidente Jerome Powell dijo que la inflación estaba muy cerca de la meta de 2%, pero que miraban con preocupación la suba del desempleo, de 3.8 a 4.2% en el último año, y otros indicadores laborales. En agosto, EEUU creó 142,000 empleos nuevos, no tan lejos de los 160,000 esperados, pero se revisaron hacia abajo los números de meses anteriores y el ratio de puestos vacantes por desocupado está casi en 1.
Buenas señales en las variables locales
En junio y julio casi todas habían caído. Las que más mejoraron en agosto fueron el spread entre las tasas Badlar y Call, las expectativas de devaluación medidas por el spread entre los futuros de dólar a un mes y un año, la brecha cambiaria y la inflación núcleo.
En términos absolutos, se destacan el Merval y los depósitos privados en dólares, que se acercan a US$ 20,000 millones por primera vez desde fines de 2019. Más allá de la baja de los últimos días, el riesgo país en casi 1,500 puntos es de las peores variables en términos absolutos. 3 de las 10 variables locales están en zona de confort y 7 en zona de estrés, pero ninguna en zona de estrés severo (debajo de -10). Hace tan poco como noviembre, llegaron a haber 6 variables del índice local en zona de estrés severo.
¿Qué se viene hacia adelante?
De acuerdo al informe, el próximo driver debería ser la salida del cepo. Bajar el impuesto PAIS para bienes y fletes de 17.5 a 7.5% es una decisión bienvenida para reducir el “costo argentino”. Por sí sola, puede complicar la acumulación de reservas del BCRA, pero es un paso más hacia la unificación cambiaria. «Creemos que esta unificación no será posible sin un salto discreto del dólar oficial que lo acerque a los financieros. Esto tendrá un costo inicial en la inflación y requerirá tasas de interés más positivas, pero a mediano plazo será positivo tanto para las variables locales del ICF como para la economía real», explicaron desde Econviews.