Mientras el dólar oficial sube en forma constante pero controlada, las demás versiones del billete verde encontraron un nivel de convergencia. Los precios del blue, el “contado con liqui”, el dólar tarjeta y el dólar bolsa van del $ 10,2 al $10,95.
Si bien el dólar oficial sigue una tendencia alcista, controlada de cerca por el Banco Central (BCRA), las demás versiones del dólar mostraron una tendencia estable en el mes, llevando a la moneda estadounidense a una convergencia.
El blue, el contado con liquidación, el dólar tarjeta, y el dólar bolsa o Mep se encuentran entre los $ 10 y los $ 11, en un promedio casi exacto de $ 10,50.
El “contado con liqui” y el Mep (que permiten dolarizarse en el mercado de capitales) presentan valores similares: ayer cerraron en $ 10,27 y $10,20. En tanto, el dólar tarjeta terminó en $ 10,76 y el blue en $ 10,95.
Este equilibrio hizo que la “competencia” que existía entre los diferentes segmentos cesara, al menos en el corto plazo. Como ejemplo puede utilizarse la predilección que tenían meses atrás los argentinos por el dólar tarjeta por sobre el blue: sin ir más lejos, en noviembre la brecha era del 40% mientras que hoy es menor al 2%. También es cierto que el dólar tarjeta cuenta con la devolución de 35% a quienes pagan Ganancias, pero en la práctica, esta opción no tiene muchos adeptos.
En tanto, hay que resaltar que el “contado con liqui” es la versión más barata del dólar, una ironía ya que este segmento es el resultado de la venta de activos locales en el mercado exterior, un mecanismo que se utiliza para fugar dinero del país.
Por otro lado, el dólar oficial cerró ayer en $ 7,975, y el dólar ahorro en $ 9,57. Si bien la brecha entre el blue y el oficial está en 37%, la que toma el público minorista es la brecha entre el dólar informal y el de ahorro, de 14,5%, porque el de venta libre es el segundo, el de atesoramiento.
Según los economistas, la calma en el mercado de cambios se mantendría al menos hasta que finalice el segundo trimestre del año, gracias al aluvión de dólares que llegaría de la soja, entre abril y junio. No obstante, advierten que esta convergencia de la moneda estadounidense está “atada con alambres”, entre otros factores, porque las reservas se encuentran en un nivel vulnerable. Las arcas rondan los u$s 27.000 millones, muy lejos de los u$s 43.000 millones que registraba casi 15 meses atrás, a fines de 2012.
“La liquidación de la cosecha de soja es un factor que funciona como descanso para el mercado cambiario, pero los ojos estarán puestos en lo que suceda después”, aclaró Alejandro Bianchi, gerente de Invertir Online.com.
En la misma línea, el presidente de una casa de cambios que pidió no ser identificado sostuvo que “hoy existe un puente” que creó el presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, en enero -al devaluar la moneda y subir las tasas- que podría llevar a un escenario de más contención o de crisis. “El porvenir del dólar va a depender de las paritarias, del ajuste tarifario y del déficit fiscal. El gobierno buscará que las paritarias no se disparen, para así recortar parte del déficit, lo que le permitiría seguir conteniendo al dólar”, aseguró la fuente.
Por su parte, Bianchi también se refirió a las medidas ortodoxas del organismo: “El dólar, en sus distintas versiones, está tranquilo porque el Central subió la tasa al 30% y contrajo la base monetaria. Como consecuencia, la economía debería enfriarse, pero hay que ver si, ante esta situación, el gobierno no opta por volver a convalidar tasas más bajas”.