La incertidumbre actual sobre el futuro de la economía lleva a las compañías a no tener proyectos para aumentar la utilización de la capacidad instalada actual
La incertidumbre que genera la inflación, el mercado cambiario y el fantasma del default está desalentando las inversiones previstas por las empresas para incrementar la capacidad de producción. La decisión también tiene en cuenta la fuerte caída del consumo evidenciada en los últimos meses debido, según asegura la mayoría, a la depreciación del peso y las elevadas tasas de interés impuestas por el Banco Central.
Este panorama dificulta a las empresas planificar la expansión de su actividad a largo plazo; y como resultado, la industria no muestra síntomas de recuperación. De hecho, una encuesta realizada por Cushman & Wakefield para analizar el mercado de inmuebles industriales revela que el 81% de las empresas no tiene previsto incrementar la utilización de su capacidad instalada.
Este informe brinda datos del mercado, la vacancia, la evolución de los precios de alquiler pedido, metros en construcción y las perspectivas de este sector. Según la consulta, que también mide las expectativas de las empresas para los próximos meses, el sector industrial presenta un estancamiento de la capacidad productiva. “Actualmente, las instalaciones tienen un elevado nivel de uso y no se observan grandes proyectos de inversión para responder a este obstáculo”, asegura el trabajo a modo de conclusión.
Al respecto, Herman Faigenbaum, director General de Cushman & Wakefield, advierte que “la evolución de la demanda de inmuebles logísticos e industriales está ligada a la coyuntura económica del país. En este sentido, la incertidumbre que presenta el contexto económico dificulta a las empresas planificar la expansión de su actividad y, como consecuencia, la demanda de depósitos se encuentra relegada”.
Y si bien el índice de ocupación (vacancia) creció 6,9% en el primer trimestre gracias a la incorporación al mercado de 53.450 m2 que acumulaba retrasos en su finalización, el indicador permanece bajo. Según la encuesta de Cushman & Wakefield, esto confirma “la creciente tendencia hacia la construcción build to suit en el mercado, facilitando la incorporación de superficie pre-alquilada”.
En cuanto a los precios de los inmuebles industriales, el relevamiento advierte que como consecuencia de la suba del dólar oficial, tras la devaluación de enero, derivó en un ajuste hacia la baja de los valores de alquiler fijados en la moneda norteamericana. Sin embargo, en los meses siguientes estos precios se han ido ajustando al ritmo de la inflación, alcanzando cifras similares a las registradas en el cuarto trimestre de 2013.
Esto deriva además en que la devaluación tenga impacto sobre los precios de construcción medidos en dólares, lo que, según Cushman & Wakefield, “a futuro podría incentivar la construcción de depósitos”.
Por su parte, las empresas podrían utilizar los fondos acumulados en moneda nacional para migrar vía compra, hacia instalaciones mejor dotadas, y situadas dentro de centros logísticos o parques industriales que permiten acceder a una mayor gama de servicios y beneficios.
En este sentido, el precio del alquiler promedio ponderado se situó en u$s 7,1 mensuales por metro cuadrado. La cifra es un 7,8% inferior a la registrada en el tercer trimestre de 2013. Y la zona norte de la provincia de Buenos Aires registra los precios de alquiler más elevados.
Como contrapartida, la zona sur registra los precios más bajos con u$s 6,8 mensuales por metro cuadrado, de acuerdo al relevamiento de la empresa de servicios inmobiliarios corporativos.