El Banco Central demora las autorizaciones para comprar en el exterior y provoca la falta de insumos en algunos sectores que se ven obligados a acudir al mercado financiero para importar con dólares propios
El anclaje se terminó. A los importadores no les llega en tiempo y forma el dólar oficial para sus compras al exterior y se aprovisionan con los dólares financieros que los empresarios los incluyen en sus costos a un valor de $ 210, cuando en la realidad el contado con liquidación cerró en el mercado libre a $ 195. Subió $ 2,60 en un día y eso hace que aumenten las previsiones de los importadores para cubrirse de los costos de comprar en otro mercado.
Como se sabe, el Banco Central le provee los dólares en el momento del embarque de la mercadería comprada, siempre que el precio que paguen por ella no sea superior al del embarque anterior. En la práctica significa que el importador compra con dólares de su bolsillo y, con suerte, recibe el dólar oficial cuando el producto es despachado a la Argentina. No es alto el porcentaje que accede a este dólar que está por debajo de los $ 100.
El Banco Central demora las autorizaciones para comprar en el exterior y provoca la falta de insumos en algunos sectores que se ven obligados a acudir al mercado financiero para importar con dólares propios. Este mecanismo, que le permite comprar dólares todos los días en la plaza mayorista, acabó con la política de anclaje cambiario, porque nadie se mueve de la manera que lo haría si se consiguiera efectivamente el dólar a $ 99,28. Ese precio está presente en las estadísticas, pero no en la realidad.
“Esto no fue gratuito. La menor oferta de dólares MEP por parte del Banco Central y la segmentación de mercado provocada por la regulación tuvo un efecto en el precio del MEP libre, que pasó de $178 previo a la regulación a $ 188, un aumento superior al 5%”, señala el informe semanal de Buenos Aires Valores (BAVSA).
Ayer el Banco Central, con esta estrategia de correr a los importadores de la demanda de dólares de la plaza mayorista, pudo comprar USD 110 millones, pero las reservas crecieron apenas USD 10 millones a 42.943 millones. Hubo que pagar importaciones de combustible. Diariamente por esta vía se va un promedio de más de USD 30 millones.
El dólar MEP, en la plaza oficial donde se negocia contra el bono AL30D, aumentó 34 centavos a $ 178,02, con pocos negocios y una intervención de la mesa de dinero del Banco Central estimada en USD 6 millones. El precio contrasta con el del mercado más libre, el del bono GD30, donde alcanzó el precio más alto del año al subir $ 4,63 a $ 187,56. La paradoja es que este dólar legal está más caro que el libre o “blue” que bajó $ 1 a $ 185,50.
Los bonos en pesos preferidos por los inversores institucionales y pequeños y medianos ahorristas que los compran a través de los fondos de inversión de sus bancos, se fortalecieron. Entre los títulos dollar linked, el T2V2 nacido con el canje por el TV21, aumentó 1,26%, pero el que vence en 2023 bajó 0,30% porque estaba sobrevaluado y siguió el camino de los dólares futuro donde la intervención del Banco Central hizo que bajaran en los plazos más calientes a partir de fin de diciembre.
Entre los títulos que indexan por el costo de vida, la apuesta es cada vez más grande, y tuvieron alzas de entre 0,03% y 0,37% de acuerdo al plazo.
“Sobre este último punto destacamos nuestra recomendación de entrar al canje del T2V1 que comenzó el 5 de octubre y dejó una ganancia de 4,7% a quienes ingresaron, tomando los precios actuales de mercado de todos los títulos. Creemos que el mercado seguirá demandando cobertura hasta las elecciones del 14 de noviembre. Después de la salida de bonos ajustables por CER observado el mes pasado, en las últimas semanas hubo una fuerte recuperación de estos títulos, con ganancias de hasta 10% desde los precios mínimos de cierre del 20 de setiembre”, indica BAVSA.
La contracara son los títulos en dólares. Los bonos de la deuda bajo ley extranjera, bajaron más de 1% e hicieron subir al riesgo país 18 unidades (+1,1%) a 1.652 puntos básicos. El 20 de marzo pasado, el día récord del año, habían cerrado en 1.650 puntos.
En la Bolsa siguen creciendo los negocios. Ayer se operaron $ 1.695 millones y la rueda terminó en alza. Las acciones líderes que integran el S&P Merval, acumulan ganancias promedio superiores a 7%. El conflicto con el Gobierno por el control de precios que puede afectar el balance de algunas empresas, no es tomado en cuenta por los compradores porque están acumulando acciones atraídos por sus precios de liquidación.
En estas circunstancias, el S&P Merval subió 1,06% después de haber tocado un máximo de 1,80% a las 13.00. Los papeles más beneficiados fueron Mirgor (+7%), Central Puerto (+4,9%) y CableVisión (+3,2%). Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- redujeron sus negocios a $ 2.604 millones. Las alzas superaron a las bajas y lo mejor pasó por Edenor (+4,3%), IRSA Propiedades Comerciales (+3,9%) y Central Puerto (+3,2%).
El frente externo no ayuda a la Argentina. Los bonos del Tesoro de Estados Unidos aumentaron su rendimiento a 1,58% por la pérdida de valor del título a 24 horas de la reunión del Comité de Mercado de la Reserva Federal. Un ejemplo del mal frente externo es Brasil donde el dólar subió 0,20% a 5,52 reales y el Banco Central anunció para hoy una licitación de USD 500 millones. Es la primera desde el 11 de marzo. En el entretanto hubo licitaciones de swaps (dólar a futuro) para atenuar la baja de la divisa local.
Con este escenario el Gobierno pretende imponer en la plaza local precios máximos. Los empresarios se niegan a aceptar la medida y amenazan con no fabricar una buena parte de los 1.650 productos que integran el listado de la Secretaría de Comercio.
Lo cierto es que hay aumentos a cuenta de esta medida y la inflación de octubre amenaza con ser más alta de que la de setiembre. La política de anclar el dólar devaluando el peso 1% mensual, fracasó; no pudo atenuar la suba de precios. De hecho, nadie mira hacia ese dólar salvo los que compraron bonos atados a la evolución de su precio porque apuestan a una devaluación a partir de finales de noviembre.