Según una encuesta, 6 de cada 10 argentinos compran dólares o deposita a plazo fijo. Pero estas opciones se depreciaron en el último año. La Bolsa rindió mejor, pero sólo el 8% la eligió.
Por desconfianza o por desconocimiento, los argentinos de clase media son en general “malos inversores”. En eso coincidieron especialistas en finanzas personales tras analizar los resultados de un estudio nacional que reveló cómo se comportan los ahorristas de ese sector social. El motivo del “bochazo” es que la mayoría dice haberse “refugiado” en las opciones de inversión más típicas y conocidas, pese a que últimamente, lejos de dar alguna ganancia, ni siquiera lograron preservar el poder de compra del dinero frente a la inflación.
La encuesta, realizada por la consultora D’AlessioIROL entre 2.470 adultos bancarizados de ingresos medios, mostró que sólo la mitad (49%) hizo alguna inversión en el último tiempo. A ese grupo le preguntaron entonces de qué manera invirtió sus ahorros, y las respuestas fueron coincidentes. El 60% indicó que compró dólares y una proporción igual respondió que constituyó depósitos a plazo fijo.
Sacando esas dos inversiones, que encabezaron el ranking, el resto de las opciones quedaron como minoritarias. Sólo un 12% dijo haberse inclinado por bonos y letras, un 11% se fue a los “ladrillos”, un escaso 8% adquirió acciones y otro 5% se inclinó por otras alternativas financieras.
Frente a esto, la conclusión de los expertos es que los ahorristas de clase media apostaron mal: la mayoría perdió plata. Al menos si se analizan los resultados de los últimos 12 meses. Porque la inflación avanzó un 22,9% (último dato oficial de la Ciudad), pero tanto el dólar como el plazo fijo -las inversiones más populares- arrojaron ganancias menores a eso. En otras palabras: quienes destinaron su dinero a esas opciones hoy tienen un poder de compra no mayor al de antes, como se esperaría de toda inversión, sino menor.
En los últimos días el dólar recuperó algo de terreno, impulsado por la incertidumbre preelectoral. Pero, pese a esa escalada, los que compraron dólares hace un año y los guardaron «en el colchón» hoy sólo tienen un 20% más de pesos, dado que la cotización pasó de casi $ 15 en agosto de 2016 a los $ 17,99 del cierre de ayer.
El plazo fijo tampoco dio una ganancia real. Un informe de InvertirOnline, realizado para Clarín, calculó que un pequeño ahorrista ganó sólo un 19,3% en el último año al depositar su capital a 30 días y renovarlo cada mes reinvirtiendo los intereses. Con lo cual, los bancos ganaron dinero con estas operaciones, pero no los inversores.
«La clase media invierte mal», concluyeron en la Cámara de Agentes de Bolsa, la entidad que encargó el sondeo. «Las respuestas revelan que hay una escasa cultura inversora, que hace que la población de clase media se vuelque a las únicas opciones que conoce. Este segmento está poco familiarizado con otras formas de ahorro e inversión, que suelen resultar más efectivas para evitar que el capital ahorrado termine diluyéndose», consideró Federico Spraggon Hernández, el presidente de la entidad.
¿Qué opciones sí le ganaron a la inflación? José Ignacio Bano, gerente de Asesores Financieros de InvertirOnline, ejemplificó que con letras del Banco Central (las «Lebac») se ganó un 28% anual. «Es tan fácil como hacer un plazo fijo y la inversión es más segura», afirmó. «Otra buena opción -agregó- son los bonos. Mucha gente compra dólares y los deja en el colchón, o los pone a plazo fijo ganando sólo un 0,5% o 1%, cuando hay bonos en dólares que rinden más del 5% anual. Y otros en pesos garantizan al menos ganarle a la inflación.»
Con un riesgo mayor, los que invirtieron en acciones en general también ganaron. Según el informe, el índice Merval -que refleja el comportamiento de los papeles de empresas líderes- avanzó un 35% y hubo fondos que invierten en la Bolsa con rendimientos mayores al 40%. Con los llamados préstamos “colaborativos”, en tanto, las ganancias para el inversor rondaron el 38%, indicaron en Afluenta, la plataforma referente del rubro. Y hasta «stockear» alimentos no perecederos resultó mejor inversión que el dólar, hasta quintuplicando las ganancias.
El problema es que muchas de las opciones que le ganaron a la inflación -como letras, bonos y acciones- requieren un mínimo conocimiento del mercado y también abrir una cuenta cuenta especial. Entonces, no consiguen volverse masivas.
«En Argentina, el país con más crisis en los últimos 70 años, la gente termina invirtiendo en lo que conoce y cree seguro, como el dólar y el plazo fijo, aunque no sean rentables. Y eso en parte es porque el mercado de capitales nunca estuvo preparado para el pequeño ahorrista, que no encuentra quien le enseñe y lo asesore. Falta educación financiera», opinó Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales.
«Para el que quiere mejorar, la manera más fácil de empezar es con un fondo común porque algunos permiten entrar con montos bajos -desde $ 1.000- y el dinero pasa a ser manejado por alguien que sabe y que apuesta a inversiones diversas con buenas perspectivas», agregó el experto, también director del sitio Buscatufondo.com.
«Muchos creen que para invertir deben contar con una gran suma de capital, pero no es así. Se puede comenzar con aportes muy menores, en inversiones muy conservadoras que no implican riesgos», remarcaron en la Cámara de Agentes de Bolsa.
Entre las alternativas típicas, la única que consiguió buenos resultados fue el «ladrillo». Según datos de Reporte Inmobiliario, el metro cuadrado en Capital se valorizó cerca de un 10% en dólares en menos de un año, y un 31% en pesos.