La cancelación de deudas, bonos o plazos fijos son algunas alternativas para disponer de este ingreso extra
Todos los trabajadores en relación de dependencia deben recibir en diciembre el medio aguinaldo, según lo que establece la ley 23.041. El medio sueldo anual complementario debe ser equivalente al 50 % de la mayor remuneración mensual recibida en el semestre. Pero más allá de la formalidad, el desafío cada vez que llega ese plus es cómo evitar que el esperado aguinaldo se esfume entre los dedos y darle el mejor uso posible.
La vara está este año aún más alta, porque a todos los objetivos que tradicionalmente se le asigna a este ingreso (pagar una cuenta que se venía pateando para adelante, comprar todo lo que hacía falta, solventar las vacaciones o un par de salidas extras y recomponer el ahorro que la inflación se llevó este año) se le suma un contexto macroeconómico muy cambiante en áreas sensibles como el dólar y las tasas de interés.
El primer consejo es limitar la parte de esos fondos que se va a gastar en cuestiones prescindibles. Por ejemplo, disponer un 20 o 30% del aguinaldo para regalos y salidas de diciembre, pero separar el resto de la cuenta que usamos habitualmente de manera de evitar que este dinero caiga en un fondo que termina fugándose de la billetera.
Con el dinero a resguardo de los gastos cotidianos, es posible evaluar cuatro opciones para ordenar las finanzas personales en un contexto complejo, según la necesidad y el objetivo que tenga cada persona.
Cancelar las deudas con tasa variable
La reciente devaluación en un contexto de inflación alta requerirá que el nuevo Gobierno siga subiendo las tasas de interés en la primera etapa, para contener una corrida cambiaria contra el dólar y también el incremento de los precios. Pero eso repercutirá en la suba de todas las tasas de la economía, también la de los créditos. Por eso, quien tiene un préstamo a tasa variable que se puede cancelar total o parcialmente -pagando sólo el capital y no los intereses- puede ser una buena alternativa hacerlo. El movimiento permitiría ahorrar el aumento de intereses que vendrán en los próximos meses. Un típico crédito a una tasa variable y altísima es el de la tarjeta de crédito cuando se paga sólo el monto mínimo. El aguinaldo puede ayudar a cortar el círculo vicioso a quien está pagando parcialmente el resumen de la tarjeta de crédito y acumula saldo hace algunos meses. Cancelar esa deuda ahorrará el pago de tasas de interés que superan el 60% anual y que podrían seguir subiendo, ya que se fijan todos los meses.
Hacer un plazo fijo que pague las cuotas sin interés
La contracara de la suba de tasas para los créditos es la suba de las tasas para los plazos fijos. Si tenemos una serie de deudas en pesos y a tasa fija baja o en cuotas sin interés, una opción es poner el dinero para el pago de esos créditos en un plazo fijo e ir cancelando las cuotas cada mes con el rendimiento. Es una inversión que permitirá ganar los intereses del plazo fijo y ahorrar todo el aumento del bien adquirido en cuotas sin interés. El premio es doble y el ejercicio de inversión es simple y fácil de implementar para cualquiera que sepa usar la tarjeta de crédito y los plazos fijos.
Invertir en pesos a mediano plazo
Una inversión parecida a un plazo fijo que puede generar un rendimiento más atractivo en pesos en tiempos de tasas de interés altas es la de dar un crédito a través de alguna plataforma de finanzas colaborativas. La más avanzada en la Argentina es Afluenta, donde se puede invertir desde 5000 pesos. El dinero se reparte entre distintos créditos personales a solicitantes que irán devolviendo mes a mes la cuota y los intereses. Ese pago regular permitirá al inversor ir recuperando sus fondos parcialmente para utilizarlos si los necesita, o reinvertirlos para potenciar la ganancia.
A diferencia de un plazo fijo, con un monto bajo de dinero se puede conseguir una tasa de interés alta. «Si se opta por la reinversión, en un préstamos a 36 meses se pueden obtener rendimientos cercanos al 50% anual, lo que supera la inflación prevista para el 2016», explica Alejandro Cosentino, fundador del sitio de finanzas colaborativas.
En dólares a mediano plazo
Para los que quieren separar una parte del aguinaldo y pensar en el futuro, pero a la vez busquen estar posicionados en dólares, los bonos de largo plazo son una opción atractiva. La expectativa que generó el cambio de Gobierno es que haya una normalización en el mediano plazo de la situación financiera de la Argentina. «Los bonos en dólares a más largo plazo tienen una tasa de rendimiento que supera el 8% anual en dólares. Pero además, si ocurre un acuerdo con los holdouts, esos títulos tendrán un salto en el precio que aumentará el retorno total», explica Sabrina Corujo, de Portfolio Personal. Los bonos más atractivos para la experta son el Bonar 2024 (AY24) y el Discount en dólares con ley argentina (DICA), que vence en 2033. «Puede haber semanas de volatilidad en el precio de esos títulos durante los próximos meses, pero las consideraría como una oportunidades de compra, porque el rendimiento es atractivo en el largo plazo», agrega Corujo.
Los beneficiados por la exención
Después de varias idas y venidas, el nuevo gobierno confirmó que todos los salarios brutos inferiores a los 30.000 pesos mensuales quedarán exentos del pago del impuesto a las ganancias en el medio aguinaldo que se cobra este mes.
El año pasado se había tomado una medida similar, pero el beneficio alcanzaba los sueldos de hasta 35.000 pesos mensuales brutos.
De acuerdo con un decreto de hace dos años, hoy están alcanzados por el impuesto a las ganancias aquellas personas que hasta agosto de 2013 tenían un salario bruto superior a $ 15.000 sin importar los aumentos que recibieron a partir de esa fecha.
La modificación más profunda del impuesto a las ganancias, que incluirá una suba en el mínimo no imponible y una actualización de las escalas, recién llegará en marzo cuando el Poder Ejecutivo envíe al Congreso un proyecto de ley para cambiar el gravamen.