Aumentaron USD 2.531 millones a través de un acuerdo de venta y recompra de títulos públicos con cinco entidades privadas
Las reservas del Banco Central aumentaron este viernes USD 2.531 millones de dólares y alcanzaron los USD 49.301 millones gracias al ingreso de divisas que permitió una operación que el Gobierno llevó a cabo con cinco entidades privadas.
El Ministerio de Finanzas completó una operación de venta de Bonos de la Nación Argentina en dólares 8,75% 2024 (Bonar 2024) por un monto nominal original de hasta USD 5.000 millones y autorizó la recompra futura (una operación conocida como Contrato de Recompra Macro, o Repo) de USD 2.500 millones de bonos de la misma especie con los bancos Nomura, Bilbao Vizcaya, Francés, HSBC y Citibank.
El Repo se corresponde con las emisiones de fecha 12 de junio de 2017 (Resolución N° 89-E) y 20 de julio de 2017 (Resolución N° 117-E) por el cual el Gobierno recibe préstamos de entidades bancarias entregando en garantía los Bonar.
De este modo, la autoridad monetaria aumentó su capacidad de maniobra para controlar la volatilidad del dólar, para que no se repitan los movimientos bruscos de las últimas semanas.
Esta operación, que comenzó el 6 de junio con la entrega de USD 1.200 millones, continuó ahora con 2.500 millones y falta un tramo de 1.300 millones. Los cupones de interés en el lapso de la operación lo cobran los bancos y es parte de la tasa que el Tesoro les paga por los dólares que recibe a cambio. El costo total de este préstamo, para el Tesoro es de alrededor de 3% anual, según estiman en el mercado.
El mecanismo, a los operadores del mercado, como Juan Manuel Pazos de Puente, le parece adecuado porque financia el déficit fiscal a un menor costo en momentos de tensión electoral. Para otros es innecesario porque el Banco Central tiene las reservas suficientes. Y también, están los que dicen que es la mejor manera de utilizar bonos en poder del Tesoro que pueden tener otros usos como el de las REPO, para financiar el déficit fiscal.
Efectos sobre el mercado de cambios
La operación de refuerzo de las reservas, pese a que ya se encontraban en un alto nivel con la colocación de deuda no utilizada, y el pase de monedas con China, desalentó a los compradores de dólares y la divisa en bancos y casas de cambio se mantuvo en el cierre previo de $17,938. Y en la plaza marginal, con escasas operaciones, bajó dos centavos, a 18,16 pesos.
El dólar interbancario, abrió a $17.67 pero la primera operación se concretó a las 11.00 a $17,62 con tendencia compradora que lo llevó a tocar un máximo de $17,68. Pero el mercado se dio vuelta cuando se conoció la noticia de la operación del Banco Central y terminó vendedor a $17,675, dos centavos por debajo del día anterior.
En la plaza mayorista, donde el Banco Central calcula el promedio del dólar para liquidar las operaciones de comercio exterior, el dólar subió un centavo a 17,6517 pesos.
Baja de los precios de los bonos del Estado
En la plaza de títulos públicos, los negocios alcanzaron a $9.061 millones. El Bonar 2024 cedió 0,15%, acompañando la baja de la divisa. También cayeron los Bonos del Tesoro en pesos, señal de que los inversores buscan más rendimiento para mantenerse en la moneda local.
La Bolsa cerró con una baja de las acciones líderes de 0,35% a pesar de la suba del petróleo y con escasos negocios por $272 millones.
Los fondos de inversión del exterior se están yendo y esta es la causa por la que el Banco Central debe acudir a nuevas medidas para frenar la suba del dólar. El intentar gravar la renta financiera de los fondos extranjeros causó más daño que las especulaciones acerca de un probable triunfo de Cristina Fernández de Kirchner en la provincia de Buenos aires.
Si bien el Gobierno suspendió la aplicación de la medida, no la derogó. Y los inversores decidieron irse. Y, aunque quisiera derogar la medida, no puede hacerlo porque en un año electoral dirían que está eximiendo de impuestos al capital «golondrina», como se denomina a los fondos especulativos, en detrimento del capital que va al sector productivo. Como ocurrió en ocasiones anteriores, el Gobierno es esclavo de sus marchas y contramarchas y de la descoordinación entre los distintos ministerios que manejan la economía.