Los activos líquidos del organismo resignaron otros u$s113 millones, hasta los 32.598 millones de dólares. Así, bajaron u$s20.056 millones o 38% desde los u$s52.654 millones del 26 de enero de 2011
Las reservas internacionales del Banco Central continúan con su proceso de baja y este miércoles, los activos líquidos se redujeron unos u$s133 millones, hasta los u$s32.598 millones, su nivel más bajo desde el 11 de enero de 2007. También es un monto similar al que se contabilizaba entre julio de 1998 y marzo de 2001, cuando se encontraba vigente la Convertibilidad.
En tanto, las reservas retrocedieron u$s20.056 millones o 38% desde el récord histórico del 26 de enero de 2011, cuando contabilizaron 52.654 millones. En lo que va del año, los recursos atesorados en el Central sufrieron una caída de 10.692 millones de dólares.
El economista Hernán Lacunza, ex director del Banco Central, explicó que "este deterioro de u$s20 mil millones en dos años" se produjo "con un cepo que se nos ha ocurrido para evitarlo, con la lógica de reprimir la demanda en lugar de explorar las causas de esta fuga de divisas, que es la inflación".
La disminución de las reservas se relaciona con la mayor salida de divisas de la economía producida por la importación de combustibles y pago de deuda en moneda extranjera, que se hace efectivo con los dólares del Banco Central.
Por su parte, el economista Agustín Monteverde opinó que "vamos hacia una crisis de balanza de pagos. Lo que hay es una gravísima crisis fiscal que está motorizando todo esto".
Monteverde atribuyó la salida de divisas a una sumatoria de factores entre los que se cuentan "la crisis energética y el desabastecimiento energético; los dólares subsidiados para comprar vehículos, pero, además de eso nuestra balanza automotriz nos juega claramente en contra; la balanza turística, donde también tenés un desequilibrio altísimo, y por último, las importaciones del supuesto polo tecnológico de Tierra del Fuego, con exenciones tributarias que representan un costo fiscal por cada puesto de trabajo generado".
Lacunza señaló que "la evidencia que han mostrado los países de América Latina demuestra que este no es un problema regional o una presunta crisis internacional, que es una teoría que suele argumentar el Gobierno, sino que es un problema más propio e idiosincrático de nuestro país, que ha elegido hace cuatro años largos una estrategia que llamó de desendeudamiento, aunque en rigor no es desendeudamiento, porque es un cambio de acreedor".
Por InfobaeTV, Lacunza agregó que "lo que se le está pagando a bonistas con reservas ahora se le está debiendo al Banco Central, y el Banco Central se lo está debiendo a sus acreedores, que somos nosotros, que tenemos los pesos". Dijo además que "hubo desendeudamiento hasta el año 2009, porque ahí entramos en déficit y el país ha emitido deuda desde entonces y crece nominalmente".
Caen las reservas, sube el dólar libre
La caída de las reservas que se pronunció a partir del establecimiento de las restricciones para la compra de dólares, hace casi dos años, tuvo un recorrido inverso en el incremento del dólar libre, que este miércoles se pagó a $9,90, y en menor medida, a la apreciación del dólar oficial, hoy a $5,98, más influido en este último caso por la depreciación de las monedas de los países vecinos.
El analista financiero Jorge Compagnucci propone seguir de cerca el incremento de la tasa de devaluación que los gobiernos de América Latina aplican para sus monedas y que presionará al dólar en la Argentina. "La tensión cambiaria responderá a los pares de la región. Las condiciones de debilidad del peso no suceden por presiones de algunos operadores o presiones políticas, sino por las condiciones reales de la región. Basta con observar lo que está sucediendo con el peso chileno, con el real, con el peso colombiano, para citar los ejemplos de esta paradoja de crisis que se está embrionando en la región por una expectativa cada vez mayor de retiros monetarios por parte de los EEUU", refirió.
"Recuerden que en 1994, (el ex presidente de la Reserva Federal de EEUU) Alan Greenspan generó el efecto Tequila subiendo siete veces consecutivas las tasas de interés. Las condiciones son distintas en algunos aspectos, pero en otros son más peligrosas, por el grado de apalancamiento que han experimentado los emergentes el último lustro", aportó Compagnucci.