La autoridad monetaria volvió a vender futuros para contener la escalada del tipo de cambio y generó una caída en las tasas implícitas de los contratos, lo que volvió más accesible la cobertura contra devaluación.
El Banco Central (BCRA) cambió la estrategia de intervención en futuros la semana pasada y, después de varias semanas de comprar posiciones, volvió a vender en el mercado a término para tratar de dar señales que contengan el movimiento alcista del dólar.
A fin de junio, el ente monetario informó que tenía una posición comprada de futuros de dólar de aproximadamente u$s 3000 millones y el Fondo Monetario Internacional (FMI) también lo autorizó a vender posiciones por hasta u$s 3600 millones. Fuentes del mercado estimaron que la semana pasada vendió unos u$s 1000 millones de los que había adquirido previamente.
Los operadores explicaron que, aunque la pantalla de Rofex «es ciega», se ve al BCRA operando por las grandes ofertas que hace. El viernes, por ejemplo, las pantallas se tiñeron de ofertas por 5000 contratos desde la mañana y hasta se vieron ventas de 10.000 contratos a octubre y noviembre. Esos movimientos llevan a que aumente el volumen diario operado en futuros y, con mayor oferta, bajen los precios. La semana pasada el volumen promedió u$s 1452 millones, lo que representó un aumento de 36,3% con respecto al promedio de u$s 1065 de los 5 días previos.
La importancia de las ofertas que hizo el BCRA también generó una leve baja en las tasas implícitas de los futuros de dólar. El contrato que vence en julio mostró un recorte de 5,29 puntos porcentuales entre el viernes pasado e igual día de la semana previa. Las tasas de los contratos a agosto y septiembre, en tanto, perdieron 1,91 y 1,05 puntos, respectivamente.
«El volumen en futuros creció en líneas generales. En cambio, no varió mucho de semana a semana el interés abierto, es decir, la cantidad de posiciones pendientes de liquidación, que cayó ligeramente. El volumen puede aumentar mucho si hay varias operaciones de compra y venta en el mismo día pero, si al final de la rueda el saldo queda en cero, no genera cambios en el interés abierto. Eso significa que las posiciones compradas que tenía el BCRA ahora fueron tomadas por jugadores privados. Si no lo hubieran hecho, el interés abierto habría caído más», señaló Sebastián Porcel, director de Global Agro.
«Si tenía u$s 3000 millones comprados, a lo sumo con estas ventas acomoda la curva de tasas hacia abajo. Hace un poquito más barata la cobertura compradora», complementó Javier Marcus, profesor de la Universidad de San Andrés. Y agregó: «Para eso compró: para poder vender mucho si fuera necesario. Es una medida precautoria sensata en tiempos de elecciones».
«Las tasas bajaron esta semana y mejoran el precio de la cobertura. De esta manera, el que tiene posiciones en pesos no las desarma para irse a dólar billete sino que se cubre con un futuro. A la vez, al BCRA le sirve vender contratos para contenerla apreciación del tipo de cambio», coincidió Porcel.
La autoridad monetaria combinó la venta de futuros con una suba de la tasa de Leliq, que ganó 88 puntos básicos en la semana y cerró el viernes en 59,59%. Pese a ello, el dólar mayorista se despertó, especialmente entre miércoles y jueves, y anotó un alza de 93 centavos, hasta los $ 43,35. El billete minorista siguió la tendencia ascendente: el viernes se vendió a $ 44,52, lo que significó un alza de $ 1,10 en la semana.