Las Letras del Tesoro Capitalizables en pesos licitadas por el Ministerio de Hacienda absorbieron buena parte del vencimiento de las «viejas» Letras del Central de esta semana
Con el fin de la era Lebac, y para evitar que los pesos liberados presionen al tipo de cambio, empieza la historia de las Letras del Tesoro Capitalizables en Pesos (Lecap). El nuevo instrumento es la gran apuesta del Gobierno para crear opciones de inversión en pesos que sean atractivas y alejar fondos del dólar.
En la licitación de este miércoles, desde Hacienda ofertaron Lecap con tres vencimientos: enero, febrero y septiembre del año próximo. Entre las tres se logró absorber $107.374 millones, un 71% de los pesos que entraron al sistema con el último vencimiento de Lebac.
La razón para una adhesión tan fuerte radica en las altas tasas que pagan las letras, con la más corta pagando una tasa mensual del 4% hasta enero, caso idéntico al de febrero, y la más larga venciendo en septiembre próximo con una tasa mensual de 3,45%. Anualizando, esto quiere decir que las letras devolverán retornos de 49,99%, 48,91% y 50,51%, respectivamente.
Hay dos distinciones a tener en cuenta para estos nuevos instrumentos. A diferencia del caso de las Letras del Tesoro en pesos y dólares que se venían licitando, donde la capitalización era íntegra al final, estas nuevas Lecap tienen una «integración mensual».
Las mismas capitalizan mensualmente, con lo cual los fondos desembolsados se vuelven a reinvertir en cada mes. Un ejemplo numérico: la letra de menor duración vence en enero de 2019, con una tasa mensual de 4%. De invertirse $100, al final del primer mes el monto será $104. Esos $104 se volverán a invertir y al segundo mes resultarán en $108,16. Y así sucesivamente hasta enero.
La segunda distinción, y la más relevante para el gobierno nacional, es el cambio del organismo responsable por las letras. En las Lebac, el peso de pago está sobre el Banco Central, quien en el peor de los casos podía acceder a emisión monetaria para hacer frente a los vencimientos que excedían sus capacidades.
Las Lecap, como dice su nombre, son letras del Tesoro, ubicando la responsabilidad de pagar los vencimientos bajo el paraguas del Ministerio de Hacienda, al igual que ocurría en el caso de las Letes en pesos y dólares.
El stock de Lebac era uno de los principales puntos del primer acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, donde se notaba que los megavencimientos creaban una fuerte presión sobre el dólar cuando las expectativas de un aumento en el tipo de cambio causaban renovaciones menores.
Al ofrecer tasas de interés al nivel de la licitación de hoy, el Gobierno espera poder presentar un caso a los inversores minoristas que compita contra la divisa norteamericana a la hora de ganarle a la inflación.