Pese a que no tiene muchas alternativas para hacer sus colocaciones en pesos, el mercado no mostró mucho interés en la tasa variable. Según los analistas, prefiere apostar a los bonos ajustados por inflación o “dollar linked”
En lo que podría ser el primer sinsabor del ministro de Economía, Martín Guzmán, de los últimos días, los resultados de la licitación de nuevas letras del Tesoro no tuvieron, según los analistas, la respuesta esperada por parte del mercado.
Mediante un comunicado el Palacio de Hacienda señaló que llevó a cabo una nueva licitación mediante la colocación de nuevas letras del Tesoro a tasa de interés variable vinculada a la tasa de pases pasivos a 7 días del BCRA. Se recibieron 298 ofertas por un monto total de $ 18.085 millones, adjudicándose un valor efectivo en pesos de $ 9.755 millones entre ambas letras.
Según Economía, la licitación tuvo “una gran participación de inversores minoristas (más de 190 ofertas fueron presentadas en el tramo no competitivo). Así, se emitirá una Letra por $ 9.024 millones con vencimiento el 29/01/21 con un spread de 300 puntos básicos por sobre la tasa de pases pasivos de 7 días del BCRA, y otra Letra por $ 731 millones con vencimiento el 31/03/21 con un spread de 320 puntos básicos por sobre la misma tasa de referencia.» Esas colocaciones determinaron tasas del 37,50% y 37,70%, respectivamente.
«De esta forma, se inicia el mes nuevamente con financiamiento neto positivo, dado que esta semana el Tesoro afronta únicamente pagos de interés de instrumentos deuda por aproximadamente $ 4.300 millones”, concluyó el comunicado.
Pero no todos se mostraron tan optimistas como lo intenta comunicar el Palacio de Hacienda y lo que ven es que, en realidad, no hay tanto interés del mercado en este contexto de inclinarse por una tasa variable.
La licitación “tiene varias lecturas», según explicó a Infobae el economista Matías Carugati, director ejecutivo de Seido: «Primero, que el sector privado sigue teniendo apetito por instrumentos como los ofrecidos por el gobierno, aunque eso también se debe a la falta de alternativas. Segundo, la adjudicación de la mitad de las ofertas implica que el gobierno decidió no convalidar tasas más altas, muy posiblemente para no desarmonizar el trabajo del BCRA, ni dar señales de que se vienen nuevos aumentos de tasa. Tercero, estas nuevas letras atadas a la tasa de pases refuerzan la idea de que el gobierno apuesta a que todo va a salir bien; una suba de tasas para contener, digamos, las tensiones cambiarias o presiones inflacionarias tendría costo fiscal directo ahora. Y cuarto, la comparación que hacen entre las tasas de esta licitación con la tasa de referencia no es lineal, sino que debe tenerse en cuenta la estructura de cada instrumento, como son las Leliqs y Letras”.
En una línea similar se mostró su colega Gabriel Caamaño, quien señaló en Twitter que “hay poco apetito del mercado por las letras en pesos a tasa variable de pases. Además de que el Ministerio de Economía dejó casi la mitad de lo ofertado sin tomar por no querer convalidar una mayor suba de tasa. Esa no es una buena señal. El mercado quiere cobertura. Tasa variable de pases no se lo da”.
El economista de la consultora Ledesma dijo a Infobae que lo que observa respecto de la licitación que comunicó el Gobierno es que se “pagó la misma TEA, tasa efectiva anual, que las de Leliq. Economía no quiso poner más tasa arriba de la mesa por eso tomaron poco. Hay poco entusiasmo con el título, el mercado quiere CER o dollar linked”.
“Economía no quiere subir mucho la tasa, no es una decisión de ahora, sino de hace meses, viene esquivando convalidar subas y terminó emitiendo dollar linked. Por eso el Banco Central viene con subas homeopáticas y prefieren reventar las brechas con ventas de bonos”, agregó Caamaño.