Especialistas señalan que es clave que se acorte la brecha cambiaria para que crezcan las liquidaciones. En abril y mayo se observó un incremento en el adelanto de importaciones.
En el segundo semestre el complejo cerealero oleaginoso podría aportar al país entre u$s10.500 y u$s12 mil millones en divisas, aunque para que esto suceda, indican especialistas, debería acortarse la distancia entre el dólar Contado Con Liquidación y el oficial.
En lo que va del año ya se liquidaron antes el Banco Central ventas por unos unos US$ 10.300 millones del complejo cerealero – oleaginoso entre enero y junio, cifra que está por debajo de lo observado en años anteriores. Al respecto, el economista Martín Polo explicó a Ámbito: “En 2020 se podrían totalizar US$ 21.000 millones en exportaciones del sector. Es más bajo que el promedio de los últimos años”. El año pasado, según el balance cambiario del Banco Central, se totalizaron unos US$ 26.600 millones.
“La estacionalidad típica es que a partir de julio va a aflojar el ritmo de liquidaciones y en octubre alcanzaría el mínimo. Pero repunta en noviembre y diciembre, cuando empieza el trigo», añadió Polo.
El economista indicó también que en el segundo semestre se suele liquidar alrededor del 45% del total del año. Sin embargo, esta vez la participación de dicho período podría incrementarse debido a ventas que se hayan rezagado.
Existe un dato que alienta a creer que se está revirtiendo la tendencia: en los primeros cinco meses del año la liquidación del agro fue menor a 2019, pero en junio se quebró esa racha y se liquidaron unos US$ 2.474 millones contra US$ 2.367 del año pasado.
“Hay granos que no se están liquidando. Hay unos 12 mil millones de dólares que se podrían liquidar si la brecha entre el paralelo y el oficial cambia”, afirmó en su disertación en el EFI Week, el estadounidense Walter Stoeppelwerth, chief investment de Portafolio Personal Inversiones.
Un especialista en agroexportación explicó a Ámbito que la pandemia bajó el flujo comercial y los precios de los commodities y que a eso hay que añadirle la bajante histórica del Paraná. “Eso reduce volúmenes y ritmos de ventas. No obstante, este año deberíamos estar por encima de 2018 (año de la sequía), en base al volumen total de la cosecha. Pero con una curva más aplanada”.
Este mismo experto, agregó también: “Si vemos cómo avanza la devaluación semanal del Central, la oportunidad de mantener en los silobolsas la soja dar mayores ingresos. Y eso se ve plasmado hoy en la capacidad ociosa de la industria cerealera exportadora, que supera al 50%. Y no podemos desvincular lo que pasa con Vicentín y la renegociación de la deuda, que mete ruido en el comercio cerealero”. Más allá de esto, confió en que el país va a terminar el año en niveles de divisas similares al año pasado. “Con lo cual, queda bastante por ingresar”.
Por su parte, el economista jefe de Ecolatina, Matías Rajnerman, indicó que el mayor desequilibrio en materia de divisas no hay que buscarlo por el lado la postergación de exportaciones, sino por lo que sucede en la otra ventanilla: “Hay una caída, sí, pero mucho más vinculada a la crisis. De hecho, es mucho más fuerte en manufacturas que en todo lo que es sector agropecuario. Lo que hubo, sobre todo en abril y mayo, fue un adelantamiento de pago de importaciones, lo cual es lógico pensando en las expectativas devaluatorias por los valores de los tipos de cambio paralelos”.
Para ilustrar esta situación, Rajnerman destacó: “La diferencia que hubo en mayo entre el superávit comercial (que se puede ver en el índice ICA, del Indec) y el superávit cambiario por bienes fue histórica. Y son dos números que suelen estar alineados en el mediano plazo. Se importaron mucho menos bienes de los que se pagaron, porque los pagos se habían adelantado” (ver gráfico).
Lo sucedido obligó a que el Banco Central tenga una posición neta vendedora de divisas, precisamente en un período en el que la autoridad monetaria suele acumular reservas, debido a que es la temporada alta de liquidación de soja. En abril y mayo el BCRA vendió un promedio diario de US$ 27 millones y US$ 56 millones.
Rajnerman advirtió: “Mientras siga el cepo endurecido para importadores, los riesgos de que vuelva a pasar esto son acotados, pero se va trasladando a precios porque hay gente que importa al blue”.
El especialista en comercio exterior y director de la consultora DNI, Marcelo Elizondo consignó: “Algo se está guardando, sí y hemos visto los silobolsa agredidos. Pero no me imagino que sea de una gran magnitud ni de salida comercial tan veloz”.