Es un viernes que cierra un capítulo, el lunes comienza otro que tal vez pueda tener una calma temporal. Lo que pasó en la plaza en la última semana fue a cuenta de lo que vendrá
Las promesas de Alberto Fernández de que no va a tocar los depósitos en dólares en los bancos, tuvieron el efecto contrario y aceleraron la salida de divisas de las cuentas corrientes y cajas de ahorro. En las últimas 48 horas la salida diaria de depósitos de los bancos aumentó a alrededor de USD 500 millones. Lo que significó una disminución de reservas por encajes de alrededor de USD 250 millones.
Uno de los bancos privados más grandes tuvo retiros por USD 100 millones el miércoles y 80 millones, el jueves. Lo que le retiraron a esta entidad, que tiene 10% de los depósitos del sistema, en un día equivale a lo que les retiraban a todos los bancos en el día hace una semana.
Pero no es la única sangría que tiene el Central, el cupo de venta de USD 10 mil dólares diarios –una cifra que parece tener los días contados–, también restaron divisas a las entidades.
Los plazos fijos se transformaron en dólares. La salida del sistema en lo que va de la semana llega a casi $300 mil millones porque se sumaron los ahorristas de plazos indexados por el CER que descreen de lo que pueda hacer el Indec en el futuro. El jueves, solamente, se fueron $ 60mil millones de colocaciones a plazo y cuentas corrientes.
Después de este retiro de depósitos, el stock de las fatídicas Letras de Liquidez bajó a $914 mil millones, una cifra que quedará licuada en poco tiempo a algo más de USD 10 mil millones por el precio que proyecta la divisa desde el lunes cuando el Banco Central sea más renuente a intervenir en el mercado. Además, el stock de estas Letras mermará porque se estima que seguirá el retiro de los depósitos en moneda local para transformarse en dólares, aunque desaparezca el cupo mensual.
La intervención del Banco Central no fue clara, aunque licitó USD 346 millones, vendió a los bancos algo más de USD 200 millones. Los negocios en la plaza mayorista demuestran que la autoridad monetaria gastó una fuerte cantidad de las reservas. Se operaron $1.004 millones de los cuales la mitad salieron de las reservas del Banco Central. A pesar de esta presión vendedora, el dólar mayorista subió 80 centavos a $59,80.
En bancos y casas de cambio, donde los ahorristas compran el cupo de USD 10 mil dólares mensuales, el dólar subió 97 centavos a $63,34.
El contado con liquidación, el dólar que se utiliza para sacar divisas y marca el verdadero valor de la moneda, después de rozar $85 bajó a $ 76,60 que representa una suba de 2% respecto del día anterior.
El dólar MEP o Bolsa, subió 2,1% a $73,23, luego de haber rozado $78.
El “libre” por la falta de vendedores casi no operó y cerró en el mismo precio de $69,75. Pero el lunes, si hay restricciones, el valor puede subir considerablemente.
La única herramienta que tendrá el Central desde la semana que viene será el dólar a futuro. Allí puede vender lo que quiera porque las diferencias a favor o en contra, se liquidan en pesos. De todas maneras, se cuidará de que no sea exagerada la intervención o de asegurarse de que salga ganancioso al cierre, algo que será difícil si recrudece la demanda de dólares. En el Central recuerdan lo que pasó con sus antecesores con la venta de dólar futuro.
En el balance final, las reservas volvieron al nivel de junio de 2017 después de caer USD 883 millones a 45.258 millones.
El riesgo país, ante la suba del dólar y el aumento de alrededor de 1% de los títulos de largo plazo que son los que inciden en el indicador, mejoró 40 unidades a 2.114 puntos básicos.
“Los argentinos utilizan los títulos locales para hacer contado con liquidación, pero no faltaron los que siguen comprando bonos chilenos que bajaron poco a pesar de la crisis trasandina y también se vuelcan a los de Brasil que están recuperando su valor después de la aprobación de la reforma previsional”, señaló Federico Sidi de Compass Group.
En la Bolsa, la suba del dólar atrae a los compradores porque los precios de las acciones medidos en divisas se abarataron. Hay una inmensa biblioteca que afirma que en el mediano y largo plazo el aumento de los precios de las acciones en pesos supera a la del dólar y da ganancias importantes. La mayoría de los compradores de acciones, las conservan sin apuro de venderlas.
El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 2,14%. Ternium (+7,47%) y Aluar (+6,92%), fueron lo más destacado. YPF con un aumento de 4,69% estuvo entre las más buscadas.
Hay bancos y empresas de electricidad y gas que están recomprando sus acciones porque en dólares están a precio de liquidación y no quieren ver a su compañía tan devaluada.
En Wall Street, los ADR’s argentinos –certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares– tuvieron una rueda negativa. Solo media docena de papeles terminaron en terreno positivo. Despegar fue lo mejor (+2,27%) y en tres ruedas acumula ganancias de 13%. La baja más importante fue la de Central Puerto con 5,24%.
En el último día de la semana, se espera más tensión en el mercado cambiario porque saben que el lunes las reglas del juego pueden cambiar drásticamente. El mercado está inundado de rumores sobre las limitaciones que impondrá el Gobierno para la compra de dólares. No descartan, siquiera, que se imponga alguna tasa o impuesto a los viajeros al exterior y que se elimine el cupo mensual de compra de dólares en los bancos o se reduzca a un mínimo irrisorio.
El viernes termina un capítulo y el lunes comienza otro que tal vez pueda tener una calma temporal, porque lo que pasó en la plaza en la última semana fue a cuenta de lo que vendrá. El mercado siempre se anticipa.
El lunes quien deberá ser claro en sus anuncios es el ganador de las elecciones porque como heredero o continuador del poder, será el perjudicado de todo lo que se pierda en reservas.