En la actualidad, los valores de muchos bienes importantes como las propiedades continúan expresándose en dólares y muchas operaciones de mediana importancia se concretan, de ser posible, en esa moneda.
El valor del dólar mostró en los últimos días una nueva suba mientras los agentes del mercado financiero y bursátil aguardan la nueva reunión del Consejo de Política Monetaria que se realizará hoy y donde las autoridades del BCRA podrían anunciar una nueva baja en la tasa de interés de referencia.
El dólar se vendió a $19,42 en el promedio de bancos de la City porteña, unos 13 centavos por encima del cierre del viernes mientras que para la compra las entidades tomaron al billete a $18,92 con un valor de la divisa que se aproximó así a su valor máximo histórico, de $19,46, al que llegó el 28 de diciembre pasado cuando el Gobierno anunció una modificación de las metas de inflación del BCRA.
En la actualidad, los valores de muchos bienes como las propiedades y los autos, servicios como los alquileres, continúan expresándose en dólares. Además muchas operaciones de mediana importancia se concretan, de ser posible, en esa moneda.
¿Por qué el dólar ocupa un lugar central siempre en el debate económico? ¿Qué relación tiene con las crisis económicas y con la inflación? Para entender los motivos de la preferencia de los argentinos por el dólar podemos analizar 10 números que mostró la economía argentina en el 2017.
- En todo el 2017 hubo 3.600.000 clientes en el mercado financiero argentino que compraron dólares. En diciembre del 2017 las compras de dólares que realizaron 1.040.000 clientes llegaron a u$s3.900 millones, con un aumento de más de u$s1.100 millones respecto del mes anterior en tanto que en el 2016 unos 2.600.000 clientes compraron dólares.
- En el acumulado de 2017 que muestra el balance cambiario del BCRA el volumen operado en el mercado de cambios totalizó 482.061 millones de dólares. Ese volumen operado en el mercado cambiario representa más del 95 % del PBI de la Argentina lo que no se observa en ningún país del mundo de acuerdo a las estadísticas del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esto implica alrededor de u$s2.000 millones en promedio diario.
- El año pasado las ventas de divisas para comprar pasajes y hacer gastos con tarjeta de los argentinos en el exterior llegaron a los u$s10.662 millones y volvieron a marcar un récord que, según algunos expertos, supera lo que hubiese correspondido al atraso del tipo de cambio a lo largo del año lo que implicó un aumento de 25% respecto del año anterior. El saldo del turismo internacional en 2016 terminó negativo en 8.539 millones de dólares. Las compras con tarjeta de los argentinos en el exterior aumentaron un 45 % con respecto al año anterior según la información proporcionada por la Cámara Argentina de Tarjetas de Créditos (ATACYC).
- Pese al blanqueo o exteriorización de capitales lanzado en el 2016 los argentinos siguen fugando divisas al exterior. La formación de activos externos, esto significa la cantidad de dólares de argentinos fugados al exteior superó el año pasado los 22.000 millones de dólares. Fue la más alta de los últimos 9 años pero no alcanzó al récord de u$S23.098 millones que se anotó en el primer año del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. El volumen total de operaciones implicó un incremento de 37% con respecto al nivel del año anterior, «mejora explicada por las operaciones de clientes con las entidades autorizadas y por las de éstas últimas entre sí», destacó el informe del Banco Central.
- El movimiento cambiario del año pasado dejó un saldo positivo para las reservas del Banco Central ya que estas crecieron en u$s15.747 millones terminando en u$s55.055 millones y alcanzando 10,1% del Producto Bruto Interno (PBI) y el presidente del BCRA Federico Stuzenegger manifestó recientemente que la intención es que ese porcentaje llegue a un 15 % del PBI en los próximos años.
6.- Según las estadísticas oficiales el BCRA le compró al Tesoro unos u$s16.037 millones el año pasado de los cuales u$s16.124 millones fueron comprados de manera directa al Tesoro Nacional (fondos provenientes de emisiones de títulos de deuda del gobierno nacional y provinciales) y u$s88 millones vendidos a entidades. Por su parte, las entidades junto con el resto de los organismos del sector público vendieron u$s7.362 millones y u$s5.093 millones, respectivamente, que fueron comprados por clientes del sector privado.
- El déficit de la balanza comercial (diferencia entre exportaciones e importaciones) el año pasado habría superado los u$s9.000 millones y hay estimaciones privadas que indican que podría subir a u$s10.000 millones este año como consecuencia de la baja de las exportaciones y un repunte de las importaciones. Por su parte se registró un déficit de la balanza comercial industrial de unos u$s35.000 millones lo que muestra la dependencia de la industria de las importaciones de bienes de capital e insumos producidos en otros países que demanda una mayor cantidad de dólares del sector privado para pagar esas importaciones.
- El déficit acumulado de 2017 de la cuenta corriente totalizó u$s17.052 millones, superó el rojo del año previo de 15.574 millones de dólares. Esto, debido a sendas caídas en los ingresos netos de las cuentas Bienes e Ingreso secundario, que sumado a un aumento en las salidas netas de la cuenta Servicios, superaron las disminuciones en la salida neta por la cuenta Ingreso primario indica el informe del BCRA.
- Luego del blanqueo de capitales las últimas cifras del Indec muestran que los argentinos mantienen billetes en moneda extranjera, depósitos en el exterior, bonos y acciones de sociedades y propiedades fuera del sistema y del país por unos 244.800 millones de dólares. Estos activos pueden estar o no declarados ante la AFIP pero equivalen a la mitad del PBI estimado en unos 550.000 millones de dólares. Es un aumento de u$s9.107 millones con relación a fines de 2016 y de u$s12.503 millones respecto a diciembre de 2015, cuando comenzó el gobierno de Mauricio Macri.
- El blanqueo de capitales por una cifra récord de unos u$s116.800 millones no solo no modificó las tenencias de dólares de los argentinos fuera del sistema financiero y del país sino que incluso aumentó la salida de capitales. Esto se explica porque con el blanqueo solo entró una parte menor del efectivo que estaba «bajo el colchón» y el grueso de los depósitos en el exterior blanqueados no fueron repatriados y quedaron en los bancos y entidades financieras del exterior lo que demuestra que los argentinos pese al blanqueo decidieron dejar la plata blanqueada en el exterior.
«Dejar de pensar en dólares, algo difícil para los argentinos que están demasiado acostumbrados a ahorrar en moneda estadounidense». Así lo describía el humorista Tato Bores en un monólogo del año 1962 donde no sólo mostraba el escenario de la época sino que graficaba las estrategias de los argentinos para conseguir el billete verde. «El día que tengamos todos los dólares del mundo, iremos a los Estados Unidos con la guita de ellos y van a tener que entregarnos el país».
En el 2015 un estudio de la agencia de información financiera Bloomberg señaló en que los habitantes de Argentina están introduciendo la palabra «dólar» en el motor de búsqueda de Google a un ritmo sin precedentes y el país que el le seguía en el mundo es Venezuela una situación que por ahora se mantiene. «El comportamiento del argentino revela la ansiedad siempre latente de parte de la sociedad argentina de ahorrar en dólares una situación que los historiadores dicen que se remonta a 1975, en ocasión del famoso Rodrigazo, un ajuste ordenado por el entonces ministro de Economía, Celestino Rodrigo, con una devaluación del peso frente al dólar del 180 % que duplicó los precios y provocó desabastecimiento de gran cantidad de productos de primera necesidad, combustibles y otros suministros para el transporte» manifestó a Infobae el Director de la consultora DNI Marcelo Elizondo.
«La relación de amor de los argentinos por el dólar tiene varios acontecimientos y frases tristemente célebres. El Rodrigazo de 1975 con una suba del valor del dolar de un 180% de una sola vez, la «tablita» del ministro de Economía José Alfredo Martínez de Hoz durante el último Gobierno militar. En dicha tabla se explicaba el calendario de devaluaciones y, por ende, la futura cotización entre peso y dólar y finalizó con la famosa frase del ex ministro de Economía Lorenzo Sigaut al manifestar «el que apuesta al dólar pierde». Luego se recuerda la frase del ex ministro Juan Carlos Pugliese cuando dijo luego del anuncio de una devaluación en el Gobierno de Raúl Alfonsín, «les hablé con el corazón y me contestaron con el bolsillo» como consecuencia de la corrida cambiaria que se produjo después de la devaluación del peso. Por último, Eduardo Duhalde al anunciar el fin de la convertibilidad el 2 de enero del 2002 al manifestar «el que depositó dólares se llevará los dólares». Algo que nunca ocurrió ya que los depositantes del sistema financiero vieron pesificados sus depósitos y los bancos se quedaron con unos u$s50.000 millones de dólares que los argentinos, que no retiraron sus depósitos a tiempo, perdieron esos dólares que habían depositado en las instituciones financieras a lo largo de la convertibilidad» explicó Elizondo a Infobae.
El final de época del kirchnerismo también está signado por el comportamiento del dólar y tal vez la llamada desdolarización de la economía lanzada por Axel Kicillof haya sido el peor intento de lograr que los argentinos dejaran de comprar dólares en particular porque lo que hizo fue dolarizar más la economía.
El Gobierno de Cristina Kirchner intentó evitar por todos los medios que la gente comprará dólares y apeló a eliminar el llamado dólar paralelo y crear varios tipos de cambios como el dólar tarjeta, el dólar ahorro, el dólar contado con liqui y para lograrlo intensificó los controles sobre entidades financieras y sobre las llamadas cuevas financieras pero no funcionó.
Finalmente, llegó la devaluación del peso luego del 10 de diciembre con el Gobierno de Mauricio Macri cuando se decidió abandonar el cepo cambiario y se terminó con el por ahora último intento de un Gobierno de impedir que los argentinos ahorren en dólares. Por el momento y más allá del cambio de Gobierno, la preferencia de los argentinos por el dólar no se ha modificado y los números del 2017 lo demuestran.
Las constantes crisis inflacionarias, las devaluaciones del peso y las confiscaciones de depósitos reflejan fuertes golpes a los bolsillos de los argentinos. Tal vez estos episodios sirvan para comprender por qué los argentinos seguimos prefiriendo ahorrar en dólares y comprar y vender las propiedades con la divisa de los EEUU que con los pesos emitidos por el BCRA que hoy tienen los distintos animales en sus frentes.
Desde 1899 a la actualidad al peso se le sacaron 13 ceros. La historia muestra que la moneda argentina llámese peso, peso moneda nacional, peso Ley 18188, peso argentino, austral, peso o cualquier otra denominación que en el futuro algún gobernante quiera ponerle, nunca les ofrecerá a los argentinos las garantías que les ofrece el dólar de cobertura frente a la inflación y a la devaluación del peso. Esa es tal vez sea la muestra mas irrefutable para entender por qué los argentinos prefieren ahorrar en dólares y no en la moneda local y los dos últimos años son una prueba de ello.