Tasas de interés; vencimientos de fin de mes; techo transitorio; reaparición de exportadores
La presión para los tenedores de dólares fue decisiva. Entendieron que era el momento de vender. Son cuatro las razones que explican la decisión:
- Las tasas de las Letras del Banco Central (Lebac) en el mercado secundario estaban por encima de 27% anual debido a que había bajado su precio por las ventas que había efectuado la autoridad monetaria;
- Operaciones de futuros. Las necesidades de hacer frente a las obligaciones de fin de mes por parte de empresas y particulares;
- Techo del mercado. La amenaza del Gobierno de no dejar que el dólar supere los $18 y acudir a la venta de divisas si era necesario; y
- La decisión de los exportadores de liquidar posiciones por temor a no conseguir un mejor tipo de cambio en los días venideros y la necesidad de hacerse de pesos para afrontar los primeros gastos de la próxima campaña.
Por eso en bancos y casas de cambio el dólar bajó 7 centavos y se vendió a $17,94. En el «blue» el derrumbe fue de proporciones. El viernes llegó a cotizar a $18,50, pero en el primer día de la semana y cierre de mes finalizó a $18,09 y con un post cierre que prenuncia una mayor baja.
El dólar interbancario, también llamado dólar «hoy», negoció casi USD 600 millones. La divisa abrió a $17,95, pero el mercado se armó a las 10.40 con una operación de venta de $17,66. A partir de allí comenzó un camino descendente y cerró en el mínimo del día de 17,65 pesos.
Las reservas de la autoridad monetaria cedieron USD 89 millones, a USD 47.009 millones, a pesar de que se ganaron USD 20 millones por la evolución cambiaria de las distintas divisas en el exterior. Los únicos pagos que se hicieron fueron USD 16 millones a organismos internacionales y USD 6 millones para compensar a Brasil por operaciones de comercio exterior.
La caída de las reservas se explica porque las entidades retiraron dólares del Banco Central por pedido de clientes que tenían urgencias de hacerse de pesos.
Las Lebac fueron testigo del vuelco
Cuando el Banco Central salió a vender sus letras en el mercado secundario a valores inferiores a los del viernes, la tasa de rendimiento llegó a superar 27% anual. En seguida comenzó a retroceder el dólar y aparecieron los compradores privados de Lebac que elevaron su precio y dejaron el rendimiento en 26,30% anual, por debajo de 26,50% que es su precio de corte en la última licitación.
En el mercado de bonos de la deuda, los negocios tuvieron un buen monto. Se operaron $8.228 millones. El Bonar 2024, el título de referencia en dólares, perdió 0,58% acompañando la baja del billete en el mercado cambiario. También bajó el Bonte 2018, el bono en pesos que tiene una tasa de superior a 24%, pero para acercarse al rendimiento de los otros activos en pesos tuvo que ceder algo de su precio.
La Bolsa arrancó decididamente en baja, pero comenzó a recomponerse a la par de la caída del dólar. El Merval, el índice de las acciones líderes, que llegó a estar 1,40% abajo, terminó con un retroceso de 0,41% que fue considerado como una victoria a la luz de lo que ocurrió en la plaza cambiaria.
Hubo modificaciones de carteras. Los inversores se volcaron a los papeles que estaban más atrasados y tomaron ganancias en los que más habían subido en las últimas ruedas.
Lo sobresaliente estuvo en Agrometal que avanzó 6,39%, este papel perdió más de 22% en julio. Mirgor, la empresa proveedora de equipos de aire acondicionado a la industria automotriz, repuntó 4,34% pero en el balance del mes cayó casi 7 por ciento.
Para la apertura de agosto se espera otra jornada intensa porque quedaron vendedores de dólares y la bolsa terminó compradora.
Además se espera el anuncio por parte del Gobierno de indicadores clave de la economía como el de la recaudación de julio, con referencias al consumo y los salarios.