Seguirá la batalla de la autoridad monetaria para aplacar esta resurrección de la divisa de EEUU
«Lo que sentimos los que estuvimos en las mesas hoy (por ayer) es lo más parecido a una devaluación». La definición del operador anticipaba que no hay manera de parar la suba del dólar. «Con la tasa no alcanza», agregó.
Y razón no le falta. El Banco Central parece no tener otra herramienta que la tasa para detener al dólar y debería elevarla a niveles insoportables porque el público se aferró al dólar. Ayer, el susto fue grande.
Si bien el Gobierno dijo que el tema está controlado, no parece una misión fácil. Estos son los seis motivos que dificultarán que el dólar pueda retroceder o que se evite la dolarización de las carteras.
– Que el Tesoro venda dólares no hace mella. Esto se da porque como contrapartida los privados pueden vender las Lecap que emitió el mismo Tesoro y comprarle los dólares.
– La venta de dólares del Tesoro tiene un enorme inconveniente práctico. La ley dice que tiene que hacerlo a través su agente financiero que es el Banco Nación. El Tesoro dispone de USD 8.200 millones para la venta, pero la mesa de dinero del Nación se redujo y su capacidad de operación es muy acotada y esa cifra le queda demasiado grande.
– ¿Hay «plan B»? El Banco Central deberá tener una alternativa porque no podrá comprar todas las Letras de Liquidez (Leliq) que desea para secar la plaza y frenar al dólar, porque se acabó el carry trade. Los que vendieron dólares para ganar con los pesos apostando a las tasas de interés ya están volviendo al dólar. Los bancos compran las Leliq con los depósitos de sus clientes. Es probable que en un plazo no muy lejano los bancos le devuelvan Leliq al Central para que les de pesos para retornarles a los clientes que se bajan del carry trade o, al revés de lo que sucedía, ahora prefieren retener dólares y pagar sus obligaciones con los pesos que tienen depositados en el banco.
– No hay que contar con los fondos del exterior. Ya comenzaron la retirada de manera metódica hace un tiempo y ahora la aceleraron.
– ¿Mantendrán las empresas? La esperanza está puesta en que las grandes empresas e inversores institucionales como compañías de seguros, mantengan la totalidad de sus depósitos.
– Poder de fuego en futuros, limitado. El poder de fuego del Banco Central en el mercado de futuros está limitado por el convenio con el FMI a USD 2.500 millones por mes a repartir entre las distintas posiciones. Esa cifra es escasa para los volúmenes actuales. Por otra parte, como el valor del dólar futuro es precio del contado más la tasa de interés, el Banco Central tiene un problema. Cada vez que sube la tasa aumenta el valor del dólar futuro y pierde lo que apostó previamente.
El intento del Central de subir las tasas más que una maniobra de imponer orden en el mercado, pareció de impotencia. Si se observa la tasa máxima que pagó para que los bancos tomen las Leliq se verá que es de casi 50% anual para títulos que vencen cada siete días. Esta tasa es 5,20 puntos más alta que la que pagaba hasta hace dos días. Cabe aclarar que casi todas las operaciones de Leliq se hicieron cerca de la tasa más alta.De hecho, el promedio de 46% es 1,45 puntos más elevado que el del día anterior.
Tener que volver a la medida de subir las tasas es una derrota del plan y del Gobierno que entregó todas sus herramientas económicas cuando firmó el convenio con el FMI. A ese convenio se opuso el anterior titular del Central, Luis Caputo, porque sabía que iban a quedar atados de pies y manos para controlar el dólar y la inflación.
Con este nivel de rendimiento de las Leliq, el Central colocó $212.661 millones. Horas antes, planeaba colocar $200 mil millones. De esta manera, absorbió, descontando los intereses que debe pagar, poco más de $10 mil millones, un monto muy bajo para un mercado ávido de dólares.
El otro problema, y tal vez el más grave, es la inflación que se realimenta con esta suba del dólar. Los consultores ya deben estar recalculando cuanto será el traslado a precios porque los empresarios ajustarán sus valores por las expectativas que provoca el dólar cada vez que se mueve. Febrero puede dar una sorpresa mayor y ni hablar de los meses siguientes.
Por otra parte, cuando el dólar sube el público tiene el mismo comportamiento del tiburón cuando huele sangre. «Hoy no hay tasa que alcance. Es imposible pensar en que se pague al ahorrista, como al principio, 5% mensual», señaló el operador.
Los que vivieron el mercado en las mesas cuentan que en las pantallas el dólar mayorista se vivió un momento intenso. A partir de las 14.00, cuando el dólar tocó $40,50, comenzó a bajar. En un momento la caída se fue imponiendo y la divisa tocó $39,50 para inmediatamente subir a $40 y luego a $40,35 para retornar a menos de 40 pesos. Este movimiento se repitió a lo largo de una hora. Un operador, avezado, señaló que eso sucede cuando la gente no sabe si está pagando el dólar caro o barato.
Al cierre la divisa quedó en $39,68 porque los inversores desconcertados prefirieron esperar en un lugar lejos de los extremos lo que sucederá al día siguiente. El dólar mayorista en el día aumentó 39 centavos, pero llegó a estar $1,20 arriba.
En bancos y casas de cambio, la suba fue de 39 centavos a $40,71. El «blue» aumentó 75 centavos a $39,75 (+1,92%) y es una señal de que la gente busca dólares en todos los mercados, porque esta vez la plaza marginal tuvo movimiento.
Las reservas aumentaron USD 23 millones a $67.032 millones. Por la suba del oro, el euro y otras monedas y bonos soberanos, se ganaron USD 142 millones. Los pagos fueron de 6 millones a organismos internacionales y Brasil.
El Bonar 2024, el bono de referencia en dólares acompañó la suba de la divisa, pero el aumento de los Bonos del tesoro de Estados Unidos hizo que el riesgo país tuviera una leve suba de 0,71% a 708 puntos.
La Bolsa con un excelente monto de negocios de $ 1.471 millones logró recuperarse. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumento 0,58 por ciento.
El índice engaña porque las bajas superaron a las alzas. La suba del petróleo de más de 3% fue la que impulsó el aumento de Tenaris (+3,62%), Pampa Energía (+2,59%), Petrobras (+2,36%) e YPF (+1,31%). Los bancos, que amenazaron con subir, terminaron en baja porque la volatilidad del mercado los afecta.
En Wall Street, los ADR’s argentinos -certificado de tenencia de acciones- no la pasaron bien pese a que el balance entre subas y bajas fue equilibrado. Ternium bajó 5,85% y Central Puerto, 3,16 por ciento. El papel de mejor comportamiento fue Cresud (+2,16%) seguido de Despegar (+2%).
La rueda que viene promete ser otra batalla entre el Banco Central y el mercado. El tiempo juega en contra del Gobierno porque si no consigue aplacar esta resurrección del dólar en el cortísimo plazo se desbarata el plan de ajuste porque se recalentará aún más la inflación y eso significa paritarias más controvertidas, más aumentos en las tarifas y todo lo que los argentinos conocen porque pasaron la mayor parte de su vida en una economía inestable.