Son datos de agosto. Fondos, plazos fijos y otras opciones para no “regalar” dinero
Una de las costumbres más arraigadas de ahorristas y empresas locales es la de dejar el sueldo o los ingresos del mes en una caja de ahorro bancaria, a un rendimiento cero o cercano a nulo mientras se lo va extrayendo.
En promedio, a lo largo de octubre, los bancos contaron con $1,23 billones depositados a corto plazo por los que no tienen que pagar casi nada al titular. Los usuarios del sistema financiero local le prestan ese dinero a las entidades financieras a cambio de, prácticamente, nada. Como resultado, los ahorristas en su conjunto resignaron el mes pasado al menos $25.000 millones en rendimientos que podrían haber obtenido con colocaciones a un día de plazo.
Ese fondeo y el de otras cuentas a la vista es tan preciado para los bancos que generan todo tipo de atractivos para que empresas y particulares los elijan para sus cuentas sueldo. Con una inflación del 36% interanual y una tasa de interés de política monetaria que resulta en un 42,5% efectivo anual, los bancos se garantizan un piso de rendimientos modestos pero constantes por una enorme masa de dinero ocioso.
“Es ridículo, yo cuando trabajaba en un banco no entendía cómo tantas personas en lugar de tenerla invertida la dejaban en cajas de ahorro, incluso durante meses. Ahora la tecnología te permite en tres clicks invertir incluso a plazos muy cortos”, dijo Mariano Otálora, licenciado en Administración de Empresas, especializado en Planificación Financiera Personal.
“La caja de ahorro es todo costo de oportunidad, porque no te da nada de interés, a lo sumo te devengará un centavo, no es nada. Tenés otras alternativas para el dinero transaccional que es el que usás para ir pagando cosas a lo largo del mes. Si pagás expensas, tarjeta de crédito, colegio, tenés fondos de mercado de dinero que siempre devengan una tasa positiva”, coincidió Gabriela Friedlander, directora de Asset Management de Balanz.
Para ello, entienden en el mercado financiero, los bancos confían en el poco uso que le dan los ahorristas a las herramientas que ofrece el sistema financiero. Tradicionales, como fondos comunes de inversión con rescate en el día, o nuevos, como las posibilidades de inversión que dan billeteras digitales como Ualá o Mercado pago, entre otras.
Para los especialistas, sin embargo, no hay ningún motivo para regalar plata gratis a un banco. Y menos en la actualidad, cuando el avance tecnológico permite muy rápidamente poner a trabajar hasta al dinero que pocos días después se va a utilizar para pagar expensas, servicios o hasta consumos cotidianos.
“Cuando a uno le preguntan como comenzar en inversiones, el primer punto siempre es la gestión de la liquidez. Es simplemente cómo rentabilizar los pesos que te quedan disponibles por breves períodos de tiempo de manera tal que no pierdan poder adquisitivo o poder de compra frente a la tasa de interés o a la inflación”, dijo Mariano Calviello de Fondos FIMA, la administradora de fondos asociada al banco Galicia.
Las herramientas que están a disposición de todo ahorrista o empresa bancarizado es el fondo común de inversión. Específicamente para inversiones a muy corto plazo, hay dos grandes clases. Uno, los fondos de mercado de dinero o “T+0”, como se los conoce en la jerga porque se pueden suscribir y rescatar en el momento. Es decir, ante la necesidad de hacer un pago inesperado, alcanza con hacer un click en horario bancario y el dinero ya queda disponible en la caja de ahorros.
“Con el dato de inflación de septiembre (2,8% mensual) la pérdida medida en términos reales para un ahorrista que tuvo $50.000 a la vista en una caja de ahorros durante todo el mes fue de $1.361”, explicó Pablo Haro, gerente comercial de banca privada de SBS. “Es decir, los $50.000 se transformaron en $48.639 en términos de su poder de compra”, agregó.
En cambio, colocando ese monto en un fondo money market por 30 días se obtuvieron intereses unos $1.200. Claro que eso fue antes de que en octubre subieran las tasas de los pases pasivos, uno de los activos en los que invierten estos fondos el dinero de los ahorristas.
Llevado a la totalidad del sistema, el número impresiona. Con saldos diarios de dinero en caja de ahorro que promediaron $1,24 billones en octubre, al no colocar su dinero en tasas cortas, los ahorristas argentinos en su conjunto se perdieron de ganar casi $25.500 millones sólo el mes pasado.
La cifra es puramente ilustrativa, ya que no es imaginable un sistema financiero en el que los saldos a la vista caigan a cero, pero da una buena idea de lo costoso que es dejar un sólo día sin rendimiento al dinero en una economía de tasas nominales altas. Y lo rentable que es eso para los bancos que tienen en sus manos semejante caudal de liquidez gratuita.
A pesar de haber enfrentado hasta hace muy pocos días una verdadera corrida cambiaria en los tipos de cambio paralelos, el Gobierno y el Banco Central se resistieron a usar la tasa de interés como herramienta. Sin embargo la realidad pudo más y forzó a la autoridad monetaria a reaccionar de alguna forma y, a lo largo de octubre, las tasas interbancarias más cortas del mercado, los pases pasivos a un día, subieron 12 puntos porcentuales.
“Lo que pasó el mes pasado es que el Banco Central empezó a hacer una política monetaria de incremento de las tasas cortas, y eso benefició muchísimo a los fondos de money market que pasaron de rendimientos entre 23 y 24% de tasa nominal anual al 25% o 26% anual, dijo Gabriela Friedlander.
¿Cómo funcionan los fondos de corto plazo?
Los fondos de mercado de dinero más tradicionales invierten en una combinación de pases pasivos a 1 y 7 días -una especie de Leliq de más corto plazo que emite el Banco Central-, en cuentas remuneradas, plazos fijos precancelables y plazos fijos tradicionales. Son todas colocaciones con rentabilidades predecibles, es decir, no son bonos que coticen en el mercado y bajen de precio. Con lo cual, el rendimiento nominal es siempre positivo. En pesos, nunca se pierde.
Hoy por hoy, sus rendimientos rondan el 22% al 26% anual. Por debajo del plazo fijo a 30 días -que rinde 33,6% anual- pero con la posibilidad de invertir dinero a plazos menores.
La característica principal de estos fondos es que si un usuario necesita recurrir a dinero colocado puede desarmar toda o parte de la inversión en el día. El único límite es que tiene que ser en horario bancario y, si se recurre a una administradora de fondos no bancaria, para tenerla en la cuenta a tiempo para un pago o una extracción por cajero automático, conviene hacer el rescate por la mañana.
La segunda opción son los fondos “T+1”, que se llaman así porque tardan un día hábil en ser rescatados. Es decir, quien necesite recurrir a la liquidez invertida en ellos, tendrá que ser un poco más organizado.
En principio, tienden a tener rendimientos mejores que los “T+0” pero, aunque son muy estables y prácticamente nunca tienen retrocesos diarios en su valor, en principio una caída nominal en un día dado es posible. Esto es porque parte de su cartera está colocada en bonos en pesos que día a día cambian de valor, para bien o para mal. De nuevo, que un día particular haya un retroceso en la tenencia de los inversores es muy poco habitual, pero no imposible.
En un fondo común de este tipo estaba invertido Mercado Pago cuando en agosto de 2019 la billetera digital arrojó por primera vez rendimiento negativo durante un sólo día y miles de usuarios no podían explicarse cómo es que sus saldos de Mercado Fondo, que crecían a diario, retrocedieron por una vez. Pero en líneas generales, son también inversiones muy conservadoras.
“Los fondos T+0 o T+1 son los activos más conservadores del mercado y la gran ventaja que tienen es que un minorista, con muy poca plata puede obtener rendimientos por un día. Esto con un plazo fijo no lo podés hacer, porque el mínimo es 30 días, entonces te permite cuando vos tenés plata de corto plazo es invertirla en lugar de no hacer nada”, explicó Mariano Otálora.
¿Cómo operarlos?
Por lo general, cada banco tiene su propia sociedad gerente de fondos comunes de inversión. En esos casos, la operación es muy simple y suele estar facilitada incluso en las aplicaciones de celulares bancarias. Las suscripciones y rescates, poner y sacar plata, sólo se pueden hacer en horario bancario y en días hábiles. Con lo cual, conviene cerciorarse de dejar algo de plata en la billetera o en la caja de ahorro para fines de semana y feriados.
La suscripción es instantánea. En el caso de los fondos “T+0”, ya al día siguiente el dinero colocado devengó el primer interés diario. En el de los fondos “T+1”, la suscripción hecha en un día pone el dinero a trabajar a partir del día siguiente.
Otra opción es recurrir a una sociedad gerente de fondos comunes independiente. La variedad es grande e, incluso, sociedades de Bolsa online permiten elegir entre varias administradoras en el mismo sitio a un click de distancia. La desventaja que tienen es que el plazo de acreditación de dinero en el día no siempre implica que el dinero termina en la cuenta bancaria listo para usar tan rápido. Según la sociedad que se elija, algunas recomiendan rescatar por la mañana para contar con el dinero por la tarde.
Otras, sobre todo las que tienen plataformas online, aseguran que son apenas dos clicks -uno más que en un banco-, ya que alcanza con hacer el rescate en la web de la sociedad gerente para tener acreditado de inmediato -o a las 24 horas, según el tipo de fondo- el dinero en la cuenta comitente de inversiones. Se necesita un click más para transferir el dinero desde esa cuenta a una caja de ahorro que deje a los fondos a tiro del cajero automático más cercano.
Desde la irrupción de las fintech, además, ni siquiera hay que tener cuenta bancaria para poder hacer esta estrategia que, lejos de ser una compleja maniobra millonaria en Wall Street, es una forma de amortiguar el efecto de la inflación sobre los ingresos. El ya mencionado Mercado Fondo ofrece la posibilidad de colocar saldos sin uso a un día, a un rendimiento del orden del 22% anual si se toma el último mes, y otros jugadores como Ualá también tienen opciones similares.
A la hora de analizar riesgos, el mayor que enfrenta un ahorrista al recurrir a estas estrategias de corto plazo es el de errar con los tiempos. Por ejemplo, no rescatar a tiempo el dinero colocado en el fondo que estaba esperando el vencimiento de una tarjeta de crédito o un débito automático de un servicio y, por lo tanto, perder parte de lo ganado en punitorios y tasas de financiación. Se requiere cierta planificación.
Por eso, los especialistas recomiendan empezar de a poco e ir tomándole la mano a los tiempos y pormenores. Por ejemplo, empezar con parte de los ingresos mensuales y dejar algún dinero a la vista para imprevistos. Más tarde, a medida que se va dominando la herramienta, se puede jugar con márgenes gradualmente más acotados.
Un ejemplo clásico de una estrategia algo más elaborada es tratar de hacer todos los consumos del mes con tarjeta de crédito -servicios, compras en supermercado, vestimenta, educación, todo lo posible- mientras el salario o el ingreso mensual descansa en un fondo T+0 devengando tasa. Si no se le erra a la fecha de vencimiento de la tarjeta y se paga todo el saldo en el primer vencimiento, de manera que la tasa de financiación del plástico sea cero, se está achicando el costo mensual de los consumos.
“La recomendación, primero, es pedir asesoramiento profesional. Segundo, revisar el rendimiento pasado de los fondos para ver si fluctúan mucho o son estables. Y tercero, empezar con poca plata. Así uno se va acostumbrando al uso de los fondos”, dijo Pablo Haro.