Expertos consultados aseguraron que después de las PASO el Gobierno por sí solo no tiene herramientas para anclar las expectativas económicas
El dólar en la City llegó a escalar más de 30% en las pizarras de los bancos, a un récord por encima de 60 pesos, en el repunte más contundente desde la eliminación del «cepo» cambiario, el 17 de diciembre de 2015.
La devaluación del peso se efectuó sin atenuantes, a pesar de las ventas de reservas del BCRA, por USD 50 millones, la habitual subasta de dólares del Tesoro (USD 60 millones) y una potente suba de diez puntos en las tasas de interés de Letras de Liquidez (Leliq), a 74 por ciento.
Amilcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur), subrayó que «lo que necesita el mercado es más gestualidad y acuerdos políticos. El resultado electoral fue tan contundente que aceleró los tiempos: hay que eliminar el ‘modo campaña’. Se terminó la estrategia electoral para Mauricio Macri y debe abrir una línea de diálogo, mientras que Alberto Fernández tiene que mostrar las carta».
Collante habló de un «período de transición» hasta diciembre, cuando Fernández, que obtuvo más de 47% de los votos en primarias, «en lo económico dio pocas definiciones, más allá de sus declaraciones electoralistas sobre las Leliq. Fernández tiene muchos interlocutores sobre economía con diferente perfil y rol. Hay que unificar el discurso y moderar, ya no se está en campaña».
El experto de CeSur subrayó que el candidato del Frente de Todos «debe hablarle al mercado. Hay que ser serio y el Gobierno tiene que empezar a dar paulatinamente un paso al costado. Ahora el Gobierno hace punta al dejar correr al dólar y subir la tasa, con el resultado puesto. Pero no se puede cerrar, porque todavía tiene la responsabilidad de gobernar».
Collante afirmó que «la PASO acortó todos los tiempos. Fernández tiene que exhibir un plan consistente a cuatro años, qué va a hacer con el acuerdo con el FMI, si va a aplicar un control de capitales, qué régimen cambiario tiene en mente. También aclarar en qué va a haber una continuidad. Por ejemplo, mantener el INDEC como está para darle credibilidad».
Ramiro Castiñeira, economista de Econométrica, comentó que «el peronismo ya gobernó el país mucho tiempo en el pasado y el ‘cristinismo’ lo hizo durante ocho años. Por lo tanto, el mercado lo juzga por esos ocho años y no está a la espera de los comentarios de Alberto Fernández sobre lo que pueda hacer a futuro. A los inversores no los tranquiliza, porque el kirchnerismo tiene un prontuario».
Con esa perspectiva, Castiñeira añadió que «estas primarias sentenciaron el resultado de octubre y el mercado se está anticipando, ya no estamos hablando de ballottage, con un 47% para el ganador, con 15 puntos de diferencia a nivel nacional, y casi 20 en la provincia de Buenos Aires. El impacto fue muy fuerte».
«Alberto Fernández no anticipó nada de lo que tiene previsto hacer en materia económica en la campaña y no creo que lo haga en los próximos cuatro meses», refirió el experto de Econométrica.
Para el analista financiero Christian Buteler, «lo que estamos viendo es una masacre directamente, con acciones y bonos que están destrozándose, el dólar que está volando y un Banco Central que no está claro cómo va a actuar». Y subrayó que «un indicador para seguir muy de cerca es el de la tasa de interés de las Leliq, que voló diez puntos a 74%y no alcanzó para una renovación importante».
Miguel Boggiano, CEO de Carta Financiera, recordó que «el Banco Central no tiene dólares propios para intervenir en el mercado de cambios, son ‘balas prestadas’. El Fondo Monetario va a estar mirando qué va a querer hacer el equipo de Alberto Fernández con esos dólares, porque para Mauricio Macri ahora esto va a ser improbable que lo pueda dar vuelta. No hubiera tenido ningún sentido defender al peso, que está en caída libre. Ahora probablemente traten de dar alguna calma».
«Imagino que lo que más puede dar calma al dólar y al mercado es un anuncio conjunto, eventualmente, el mejor de los mundos de Macri y Alberto. Macri tendría que salir del ‘modo electoral’. Ahora tenemos un Presidente nuevo, ya no es Macri y eso hay que entenderlo», puntualizó Boggiano.
Qué esperar para con dólar y la inflación
«Sobre el valor que podría alcanzar el dólar en el futuro no hay cuenta para hacer», dijo Amílcar Collante, de CeSur. «Si se analiza hacia atrás, el tipo de cambio de septiembre del año pasado daba uno de $59 por dólar ahora. Estamos en ese nivel de overshooting, pero entonces el dólar se estabilizó con altas tasas. El escenario ahora es distinto, de un inminente cambio de Gobierno, ya no es la misma referencia anterior, cuando quedaban dos años de gestión», agregó.
Además, Collante advirtió que la profunda devaluación «va a espiralizar los precios y el costo político lo va a pagar el actual Gobierno».
Ramiro Castiñeira consideró que «es imposible saber si este ajuste del dólar puede mantener a la divisa en estos precios o subir más en los próximos meses».
Miguel Kiguel, economista de EconViews coincidió con sus colegas en la dificultad del actual contexto para hacer proyecciones sobre el tipo de cambio y se limitó a decir que «estamos en un momento muy difícil y no se pueden sacar conclusiones. Hay que esperar que baje un poquito el polvo. Estamos en un remolino ahora».
Christian Buteler anticipó que «es seguro que el salto del dólar va a impactar en la inflación, porque además se suma a una devaluación fuerte como la del año pasado, y vamos a presenciar una profundización de la recesión y un rebrote inflacionario. Si no lo paran rápidamente, diría que en los próximos tres días, puede pasar cualquier cosa. Es fundamental cómo actúe el Central, que es el principal moderador de la caída del peso argentino».