Las Lebac (Letras del Banco Central) fueron las grandes estrellas de 2017 en materia de inversión financiera, pero su reinado empezó a tambalear y podría caer a manos de opciones más redituables, como las Letes (Letras del Tesoro Nacional) y los bonos en dólares. Un mix de esos tres instrumentos es lo que aconsejan los especialistas, en medio de un nuevo escenario en el que «diversificar la inversión» emerge como el mantra de 2018.
La fecha clave para este nuevo contexto fue el 28 de diciembre de 2017, cuando el Gobierno cambió su meta de inflación (la corrió de 8-12% a 15%) y quedó claro el condicionamiento del BCRA para fijar las tasas de las Lebac, que pasarían a competir por financiamiento directamente con las Letes.
Diego Martínez Burzaco, de MB Inversiones, opina que es probable que haya de a poco una migración de las Lebac más largas a las Letes, que podrían llegar a ser las nuevas vedettes de 2018 (ofrecen 27% para los plazos más largos, que van de más de 3 meses a menos de un año, mientras que las Lebac largas bajaron hasta situarse en torno de 25%). «Va a haber seguramente una transición natural de los tenedores de Lebac de largo plazo hacia las Letes», estima.
Para Juan Salerno, gerente de inversiones de Compass Group, las Lebac van a ir perdiendo atractivo, aunque eso no va a suceder de un día para otro. «La expectativa es que a mitad de año haya un nivel de tasa de Lebac más baja que la actual. Debería estar cerca de 21% para fin de año, pero depende de cómo evolucione la inflación», analiza el ejecutivo.
Además, las Lebac también perderían contra el dólar. «En diciembre ya perdieron», destaca Salerno. La ecuación es fácil: el año cerró con un dólar a $18,62 y hoy está a $19,61 (con este valor del dólar mayorista, durante enero el tenedor de Lebac perdió 5%). «En este escenario, lo aconsejable es diversificar. A través de fondos se puede distribuir el dinero en pesos, dólares y acciones. En este último caso, hay que tener en cuenta que en este enero el Merval rindió 10% más que las Lebac», aconseja el especialista.
Según explica Martínez Burzaco, algo que no se preveía en 2017 era que el dólar pudiera subir al ritmo de la inflación, pero este año eso sí puede suceder. Por eso, volverán a ser atractivos los bonos en dólares y el dólar billete (aunque en este último caso lo más probable es que la gente se incline por las Letes).
Rodrigo Álvarez, director de la consultora Analytica, anticipa que a lo largo del año el BCRA irá reduciendo la tasa de interés de Lebac con algo más de libertad, dado el cambio de metas de inflación. «En el segundo semestre, pasado el impacto de la actualización de precios regulados sobre el nivel de precios, el BCRA tendrá despejado el panorama para continuar reduciendo la tasa de interés con un menor impacto en el nivel de precios. Estimamos que esa tasa quedará en 21%», comenta.
Por su parte, José Vignoli, CEO de Invertir Online, cree que las Lebac le van a seguir ganando a la inflación. Pero el tema, agrega, está en ver qué piensa el cliente respecto del dólar. «Hoy se está transando a futuro a $22 (10% de devaluación). Si a eso se le suma el rendimiento que tiene un bono en dólares, lo que se ve es que se le gana por un punto a la inflación. «De todos modos, hoy comprar dólares y guardarlos en el colchón no es negocio», acota.
También las acciones se meten en la carrera, pero están más indicadas para quienes están dispuestos a tomar cierto riesgo. «Para mí el mercado argentino de acciones se va a volver muy atractivo, máxime que es probable que en 2019 pasemos a ser mercado emergente. Pero nunca me inclinaría por poner todo en una sola opción, sino que diversificaría entre pesos, bonos en dólares y acciones», recomienda Vignoli.
Así, alguien totalmente conservador debería apostar a bonos en dólares y Lebac; quien quiera tomar un poco de riesgo podría incluir acciones, y aquellos más arriesgados podrían hacer entradas más cortas en los IPO (emisiones primarias de acciones) que hay en el mercado hoy.
Plazo fijo, el gran perdedor
En tanto, un gran perdedor en el mundo inversor de los últimos dos años ha sido el plazo fijo. Según un informe de Invertir Online, durante 2017 el stock de plazos fijos en moneda nacional del sistema bancario creció por debajo de la inflación a una tasa de 19,79%. Mientras, el stock de Letras y Notas del Banco Central lo hizo al 68,42% anual.
¿Qué sucedió? Para Martín Kalos, director de Epyca Consultores, el plazo fijo se estancó porque los bancos tenían mucha liquidez y no necesitaban captar demasiados depósitos para dar los créditos que se les pedían. «Así, la tasa del plazo fijo era más baja que la que ofrecían otros instrumentos financieros, como las Lebac», afirma.
Pero no solo contra las Lebac pierde el plazo fijo, sino también con otros instrumentos, como bonos (el PR 15 tiene una tasa de 27% anual), cauciones (a 30 días pagan 25%), cheques de pago diferido (27%).
Otro aspecto que influyó fue la mayor apertura del mercado de capitales que se dio con la llegada del gobierno de Mauricio Macri. «Se abrieron muchas opciones de inversión para el inversor común», dice Juan Cruz Elizagaray, socio y country manager de Compass Group para la Argentina y Uruguay. Para Mariano Sardans, CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI, lo que sucede con el plazo fijo tiene que ver con un tema de fondeo de los bancos.