Desde los nuevos controles circularon rumores que inquietaron a los ahorristas. Sin embargo, por el momento no hubo fuertes cambios.
Están transcurriendo las primeras jornadas luego del anuncio de las nuevas restricciones cambiarias y por lo pronto, según los últimos datos oficiales, no se registra ningún drenaje significativo de los depósitos privados en dólares (argendólares) del sistema. Las estimaciones privadas apuntan a una pérdida diaria del orden del 1%. Los datos del BCRA al día 22 dan cuenta que el stock descendió a u$s17.086 millones. Esto implica una pérdida de u$s260 millones en las primeras cuatro jornadas tras el anuncio.
En lo que va del año los argendólares registran una merma de u$s2.362 millones, mientras que desde la cuarentena de marzo del orden de los u$s1.023 millones. De modo que la salida de los depósitos en dólares ya venía de antes. Es más, cuando asumió Alberto Fernández el stock de argendólares se ubicaba en los u$s18.2737 millones y al cabo de sólo 20 días treparon a u$s19.448 millones (subieron u$s1.336 millones). De ahí en más, con menor o mayor intensidad, la diáspora de los argendólares se mantuvo hasta mediados de año cuando, pese a los mayores controles cambiarios, comenzaron a recuperar terreno. Algunos analistas explican que la mejora se debió a que los importadores repatriaron fondos para asegurarse acceso al mercado de cambios oficial, en virtud de las nuevas restricciones. Así en junio apenas salieron u$s62 millones y el stock cayó a u$s16.781 millones. Entre julio y agosto los argendólares crecieron u$s385 millones a niveles de u$s17.200 millones promedio. Y en septiembre, durante la primera parte del mes siguieron creciendo, en forma gradual, a niveles de u$s17.400 millones promedio. Ahora, tras el nuevo cepo y los rumores del mercado, experimentaron el retroceso mencionado anteriormente. Por ende, al parecer, los ahorristas en argendólares no han sucumbido ni a los cantos de sirena ni a las advertencias apocalípticas.
Ahora bien, ¿por qué la reciente caída de los argendólares no ha impactado en las reservas? En primer lugar, hay que recordar que dentro de las reservas “brutas” del BCRA están contabilizados los encajes de los argendólares, es decir, la parte de los depósitos que los bancos no prestan. Lo que se observa, desde los anuncios, es que las ventas netas de divisas del BCRA siguieron, en más de u$s208 millones al martes pasado, mientras que los encajes en dólares subieron u$s164 millones. Es que muchos de los que compraron los u$s200 mensuales los dejaron depositados en el sistema. De modo que la caída de reservas no responde a los argendólares. ¿Por qué? Porque los bancos, que están “superlíquidos” en argendólares, o sea, tienen no solo los encajes obligatorios sino aún más, en efectivo, en sus tesorerías y en el BCRA, afrontan al retiro de depósitos principalmente con el recorte de líneas de crédito. Así lo vienen haciendo desde las PASO de 2019. Los préstamos privados en dólares que superaban los u$s16.000 millones en agosto 2019 hoy suman apenas u$s6.000 millones. O sea, del total de argendólares hay aproximadamente un 65% en encajes. Lo cual garantiza una rápida respuesta del sistema ante cualquier movimiento disruptivo.
Tras el cepo de 2011, los argendólares cayeron a niveles de u$s6.000 millones. En la era Macri, blanqueo mediante, llegaron a casi u$s33.000 millones. Entre agosto y octubre de 2019 se fueron u$s13.064 millones. La clave en el corto plazo es volver a seducir, aunque sea, a parte de estos que se fueron. Y luego pensar en los 100.000, 200.000 o 300.000 millones de dólares que dicen que los argentinos tienen fuera del sistema. Eso implica un upgrade macro y político.