Por la desaceleración económica, las entidades tienen dificultades para colocar los créditos productivos, pese al atractivo del plazo, de 36 meses, y de la tasa subsidiada, del 19% anual.
«El cartonero» Báez le ha puesto la City al Superintendente de Entidades Financieras, Germán Feldman, un alfil de Axel Kicillof que «revuelve» los viejos archivos del Banco Central para convertirlos en sumarios y potenciales multas. Mañana a las 16, en el piso 9 de Reconquista 266, el propio Feldman recibirá a los presidentes de ADEBA, la cámara que agrupa a los bancos de capital nacional.
El temario, que se terminará de definir hoy en una reunión en la sede de ADEBA, incluye el aumento salarial de paritarias y la habilitación de más sucursales, pero el eje central serán los préstamos de inversión productiva, que cuesta cada vez más colocar. Aunque el plazo de 36 meses y la tasa del 19% anual es por demás atractiva, ante un contexto de desaceleración en la actividad económica como el actual, las entidades no tienen demanda que califique. Y si no cumplen con el cupo, de destinar para tal fin el 6,5% de sus depósitos, son sancionadas.
De ahí que uno de los puntos centrales a tratar en la reunión de mañana será la actualización de la facturación de la Pymes, ya que la última fue llevada a cabo hace más de dos años, a fines de abril de 2013. Hoy no pueden superar una facturación de los $ 250 millones para el comercio, $ 183 millones para la industria y la minería, $ 84 millones para la construcción, $ 63 millones para los servicios y $ 54 millones para el sector agropecuario.
Justamente por este motivo, la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) le acaba de pedir al Ministerio de Industria la actualización de estos valores, ya que muchas pymes dejaron de estar en este grupo por los aumentos inflacionarios.
A su vez, la Asociación de Bancos Argentinos solicitará al BCRA incluir dentro de la línea de los productivos a los préstamos personales y prendarios, lo que beneficiará al gobierno para alentar el consumo en un año electoral. Al respecto, voceros del Banco Central precisaron que «no hay nada de eso definido aún: se están estudiando diferentes alternativas».
Ante este nuevo escenario, los bancos usarán los subsidiados como una suerte de «premio» para aquellos más fieles, que les adquieran otros productos que sean más rentables. En rigor, ya las entidades se concentran en sus clientes y cerraron la canilla de lo que ellos llaman mercado abierto (los no clientes), y hay una concentración del crédito en los clientes de mayor poder adquisitivo.
En una entidad contaron que ahora se pusieron más exigentes: «En nuestro caso, pedimos un ingreso mínimo en mano de $ 18.000 por mes para los no clientes que quieran sacar un crédito. Al vernos obligados a tener márgenes de spread más chicos entre los depósitos y los préstamos, nos estamos enfocando en tener una mejor calidad de cartera, para evitar que se dispare la mora».
«Además, por los plazos fijos no sólo debés pagar una tasa atractiva, sino también encajar una parte de ese dinero en el Banco Central. También tenés que afrontar IVA e ingresos brutos, sin contar los gastos de estructura y tener que bancarte la mora. Con estos márgenes chicos, la rentabilidad se te complica mucho», subraya el directivo de una entidad.