En el Banco Central no miran tanto a estas licitaciones como a las próximas de junio, julio y agosto donde los vencimientos suman $1,3 billones
Un escenario más desfavorable no parece haber para licitar bonos de la deuda. Si bien el cronograma de licitaciones se programa con anticipación, en el Gobierno no imaginaron que el retorno de la pandemia transformaría al fin de semana en fin de semana largo.
Las autoridades pudieron ver la semana pasada el menor entusiasmo de los inversores en la licitación y ahora muestra un menú amplio donde hay lugar para la suba de tasas, pero se enfrentan a que el clima de negocios no es el mejor después 4 días de inactividad.
“Esto lo tendrían que haber previsto cuando realizaron el calendario de licitaciones. El mercado está alterado porque el lunes se declaró no laborable y al ver un menú tan amplio de bonos a licitar advierten la tensión que hay en Economía por los vencimientos de la deuda”, señaló un operador.
El Banco Central busca captar como mínimo $21 mil millones. Si bien vencen $9 mil millones y la Anses tiene en su poder 45% de esos vencimientos, en el promedio de lo que captó en el año están $12 mil millones abajo y además no les vendría mal un colchón para afrontar las seis próximas licitaciones que tienen vencimientos importantes.
Cuando los inversores ven estos movimientos, aprovechan para pedir tasas más altas porque saben que están apostando contra un Gobierno debilitado después de las últimas medidas que tomó, la mayoría de ellas contrarias al pensamiento del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Los bonos que se licitarán son 7, pero la apuesta, por supuesto, se concentrará en las Lecer que vencen el 28 de febrero y los Boncer con vencimiento el 25 de marzo. Estos títulos, que ajustan por la inflación, en las últimas licitaciones concentraron 50% de las ofertas.
El resto de los títulos son a tasa variable y letras con tasa de descuento. En esta zona, si no aceptan las ofertas con tasas más elevadas van a aparecer los problemas.
En el Banco Central no miran tanto a estas licitaciones como a las próximas de junio, julio y agosto donde los vencimientos suman $1,3 billones, que equivalen a la mitad de la base monetaria. Un error de apreciación en estos eventos puede terminar con el mercado empapelado en pesos y motorizando más inflación, o en un esfuerzo inconmensurable del Central para absorberlos.
La nota positiva es que la mayoría de los bonos ajustables están en manos oficiales y serán un alivio para poder renovar vencimientos, pero el costo es enorme porque con una inflación en alza la deuda en moneda local va a crecer geométricamente.
Anticipándose a la licitación, las “manos grandes” del mercado compraron Boncer y los hicieron subir 0,50% en promedio porque anticipan que habrá un recalentamiento importante de la inflación.
Los que están contentos son los compradores de bonos con ley extranjera que ayer operaron en Nueva York con alzas de entre 0,20% y 0,25% e hicieron bajar el riesgo país a 1.527 puntos, 19 unidades por debajo del viernes y 7 unidades respecto al lunes, porque estos títulos con ley extranjera operaron el lunes y martes en el exterior.
En el mercado, la licitación incidirá recién mañana porque los resultados se conocerán tras el cierre de operaciones de este miércoles.