Los títulos peso-linked, que pagan en dólares aunque están atados a la tasa Badlar, se mantuvieron al margen de la disparada que tuvo el tipo de cambio en los últimos meses. Al contrario de lo que podría suponerse, estos títulos no relacionan su valor con la cotización del dólar sino con la evolución de la tasa en moneda local.
Analistas del mercado explicaron estos bonos siguen a la curva de deuda ajustable por Badlar. «En los últimos meses estuvieron subiendo bastante. Aunque depende del momento, en general están pagando unos 300 puntos básicos por encima del soberano, cuyo rendimiento está igual a la Badlar o con un spread de 50 puntos sobre ella», explicó Ezequiel Zambaglione, jefe de research de Max Valores.
Los bonos corporativos pesos-linked surgieron a fines de 2016 y siguieron emitiéndose en la primera mitad del año pasado. Su particularidad es que ajustan por la evolución de la tasa Badlar (el promedio elaborado por el Banco Central sobre la remuneración de las entidades privadas a los depósitos mayores a $ 1 millón) pero se suscriben y pagan capital e intereses en moneda estadounidense.
En 2016 y 2017, varias compañías como Banco Hipotecario, Tarjeta Naranja, YPF y Banco Supervielle colocaron estos instrumentos para aprovechar el apetito externo por ingresar a las altas tasas en pesos. Los bonos peso-linked permitían a los inversores internacionales entrar con dólares en deuda ajustable por la tasa doméstica y recibir sus retornos (indexados por Badlar) en moneda dura. Así, se ahorraban la comisión por convertir a dólares los rendimientos en pesos. Además, estos títulos se rigen por la Ley de Nueva York, lo que los hacía más interesante para este tipo de inversores.
En el fondo, quienes apostaron por la deuda peso-linked esperaban que las tasas en moneda local le ganaran al ritmo de la devaluación que, a la vez, esperaban que fuera más paulatina. Cuando esa situación se invirtió, estos instrumentos perdieron el atractivo para las compañías locales: «Una vez que el dólar comienza a apreciarse contra el peso, estos bonos se vuelven muy caros para los emisores argentinos. Estos bonos pagan intereses y capital en dólares, por lo que un título peso-linked emitido en 2017 con un tipo de cambio en $ 16 o 17 era más barato de pagar que con tipo de cambio en $ 20», indicó Sebastián Maril, analista de Research for Traders.
Desde el punto de vista del inversor, la situación es similar: cuanto más se devalúa el peso, menos cantidad de dólares le pagan. «Es una deuda en pesos y el tenedor corre con el riesgo de tipo de cambio, lo único que se garantiza es que va a recibir dólares al momento del pago», señaló Nicolás Chiesa, senior trader de Balanz Capital, quien agregó que estos activos siguen teniendo demanda. Por su parte, Ezequiel Zambaglione comentó que estos títulos no tienen mucha negociación local pero sí operan en el exterior, donde están la mayoría de sus tenedores. «Para nosotros son bastante atractivos porque casi todos ofrecen el pago de un tasa mínima, lo que no es para nada despreciable. Sin embargo, la parte negativa es que los inversores retail no pueden acceder a este tipo de instrumentos», afirmó.