China aportará u$s 41.000 millones; Brasil, India y Rusia, u$s 18.000 millones cada uno, y Sudáfrica, u$s 5.000 millones. Las divisas se usarán si algún país pide ayuda
El grupo BRICS, que reúne a las cinco naciones emergentes más grandes, creará un fondo de reservas de divisas u$s 100 mil millones para ayudarse entre sí de los estrangulamientos financieros y a mantener la estabilidad financiera.
El fondo será un «instrumento de seguro» para esas naciones y entrará en vigor el 30 de julio próximo, dijo la gobernadora del banco central de Rusia, Elvira Nabiullina, en Moscú ayer, mientras los funcionarios de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se reunían en Moscú. «No hay planes para los nuevos miembros», dijo. Estos países en desarrollo, que contienen alrededor de dos tercios del u$s 11,6 billones de las reservas mundiales y representan más de una quinta parte de la economía global, vieron caer sus tenencias del año pasado, ya que sus bancos centrales vendieron dólares para compensar las salidas de capitales y apuntalar sus monedas.
Y a finales de este años se enfrentarán a una crisis, un drenaje de divisas de sus mercados, si la Reserva Federal de EE.UU. aumenta las tasas de interés. El fondo está destinado a ayudar a resolver «los problemas a corto plazo con la liquidez y los problemas con la balanza de pagos», dijo Nabiullina. «No vemos ninguna necesidad en este momento y no estamos considerando utilizarlo en el corto plazo», agregó.
La crisis financiera de 1998, cuando el gobierno ruso dejó de pagar su deuda en moneda local, es un ejemplo de cuándo tal colchón pudo haber entrado en uso, explicó la funcionaria. China contribuirá con u$s 41.000 millones, mientras que Brasil, India y Rusia se comprometerán con u$s 18.000 millones cada uno y otros u$s 5.000 millones serán aportados por Sudáfrica.
El dinero no dejará las reservas internacionales hasta que sea necesario. En caso de que un país pidiera ayuda, las naciones contribuirían proporcionalmente de sus reservas para proveer liquidez al solicitante, dijo Nabuillina.
Rusia gastó casi u$s 90.000 millones de sus reservas el año pasado para mantener al rublo bajo control antes de dejarlo flotar libremente en noviembre. El rublo perdió la mitad de su valor frente al dólar en los últimos doce meses al 30 de enero, lo que llevó la inflación a un máximo en 13 años, 16,9% en marzo.